ALIMENTACIÓN DEL ADULTO MAYOR
• Después de los 60 años se debe vigilar y reorientar lo que se consume para prevenir enfermedades y mantener un mejor estado de salud.
Es importante conservar en esta etapa las características de una correcta alimentación, la cual debe ser:
Variada
Equilibrada
Completa
Suficiente
Adecuada
Pero hay varios aspectos a tomar en cuenta, uno de ellos es perdida dental, donde hay dificultades para masticar y deglutir, cuando existen estos problemas se requiere que la consistencia de los alimentos y el método de cocción se modifiquen; si hay dificultad en la masticación, los alimentos deben ser fraccionados en trozos pequeños y de consistencia blanda.
Otros de los aspectos importantes y frecuentes en esta etapa son:
Disminución de la absorción de hierro
Puede disminuir por falta de ácidos estomacales, consumo frecuente de medicamentos o la presencia de úlceras o hemorroides que provocan pérdida sanguínea, las cuales en conjunto pueden ocasionar anemia. Por lo anterior, es recomendable el consumo regular de carne y verduras de hoja verde.
Mala digestión
Con el paso del tiempo se reduce la capacidad de digerir los alimentos, por la disminución de ácidos en el estómago y otros factores, por lo tanto es recomendable adecuar las porciones de comida a un tamaño pequeño y que la masticación sea lenta.
Intolerancia a la lactosa
Se presentan molestias abdominales, gases y diarrea después de consumir leche, queso y alimentos con lactosa, pero en casos de intolerancia severa, es recomendable consumir lácteos deslactosados. Y para cubrir la recomendación de calcio se deben comer otros alimentos que lo contengan como tortilla, charales o sardinas.
Estreñimiento
Este problema puede resolverse aumentando tres cosas: el consumo de alimentos altos en fibra, el beber agua y caminar. No es recomendable el uso de laxantes como primera opción, ya que favorece la mala absorción de vitaminas y además puede crear dependencia. El uso de ciertos medicamentos también lo pueden producir.
Salud cardiovascular
Con la edad, el corazón tiende a bombear con menor capacidad que en la juventud. La ateroesclerosis (formación de placas en las arterias por acumulación de grasa) se puede prevenir con una dieta baja en grasa, haciendo ejercicio constantemente y evitando el tabaquismo.
La hipertensión arterial puede presentarse por predisposición genética o por estar asociada a problemas como la obesidad, la falta de ejercicio, el consumo de alcohol, el tabaquismo, el estrés y el uso de ciertos medicamentos. Una alimentación baja en sodio y grasa, así como alta en calcio y potasio ayuda a prevenir este problema.
Es muy importante que el adulto mayor acuda con el nutriólogo para que ajuste su plan alimenticio de acuerdo a su condición y no olvide acudir con el médico. Estos profesionales de la salud te ayudarán a lograr una mejor calidad de vida y a disfrutar esta etapa con plenitud.
¡Cuídate!