Ante amenaza de nuevas tormentas, protegen nidos de tortuga: Semaccdet
La expectativa es evitar la pérdida de las crías de los quelónidos, por la incidencia de fenómenos como tormentas tropicales y mar de fondo
Morelia, Michoacán, a 02 de octubre de 2019.- El Gobierno de Michoacán, a través de la Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial (Semaccdet) y la Comisión Estatal de Pesca (Compesca), en conjunción con los campamentos instalados en la Costa, protege los nidos de tortuga marina, ante fenómenos como el mar de fondo.
Esto, mediante la colocación de diques en torno a los nidos, para evitar que el agua que ingresa a las playas, procedente del océano Pacífico, arrastre y exponga los huevos, interrumpiendo así su gestación.
Las acciones se intensificaron a partir de las afectaciones que ocasionó la tormenta tropical Narda, en los campamentos tortugueros y las zonas de anidación de la tortuga marina en la Costa Michoacana.
Como es de recordar, el lunes 29 de septiembre de 2019, la tormenta tropical Narda se ubicó sobre tierra en las inmediaciones de Coalcomán y La Chichihua, a 130 kilómetros al noroeste de Lázaro Cárdenas; presentó vientos de 65 kilómetros por hora, rachas de 85 kilómetros por hora y desplazamiento hacia el noroeste.
Narda causó lluvias de intensas a puntuales torrenciales en regiones de Colima, Guerrero, Jalisco, Michoacán y Nayarit; vientos en Colima, Jalisco y Michoacán, y oleaje elevado, de hasta cuatro metros, en sus costas.
Además, ocasionó mar de fondo, movimiento de las olas producido por tormentas, que se observa sobre todo entre los meses de mayo a noviembre; las olas pueden provenir de lugares tan lejanos como los mares de Australia, que se encuentran a 10 mil kilómetros de distancia.
Si bien los daños aún están en proceso de cuantificación, se estima que ascienden a 735 nidos y para mitigar mayores pérdidas, se mantendrán a resguardo los corrales de nidación que no fueron expuestos a la intemperie, para permitir que se facilite el que continúe su incubación.
Los sitios de anidación pueden sufrir daños por factores antropogénicos, como el turismo, la pesca o la expansión de la mancha urbana, así como por causas naturales, como la erosión, el aumento del nivel del mar, oleaje elevado o huracanes.
Sin embargo, estos factores se acentúan por causa del cambio climático, que implica la alteración de los patrones del clima, como la duración de las estaciones lluviosas y secas, las temporadas de ciclones y huracanes o la intensidad de los fenómenos meteorológicos, además de una mayor vulnerabilidad de poblaciones humanas y ecosistemas.