Catalina sonríe de nuevo: con Palomas Mensajeras reencontró a su familia en EU


Tras reunirse con siete de sus 12 hijos y disfrutar de su amor y el de sus nueras, yernos, 47 nietos y 27 bisnietos, Catalina González se levantó de la silla de ruedas en la que llegó a EU
Estados Unidos, a 15 de enero de 2020.- Palomas Mensajeras, programa sello del Gobierno de Silvano Aureoles Conejo, marcó un parteaguas en la vida de Catalina González: a sus 83 años de edad, se reencontró en Estados Unidos con siete de sus doce hijos y recibió el amor de nueras, yernos, 47 nietos y 27 bisnietos, a los que, por momentos, pensó que nunca llegaría a tener cerca.
A consecuencia de la diabetes, Catalina perdió la vista hace años; por ello llegó a Estados Unidos postrada en una silla de ruedas de la que no se había separado en mucho tiempo, el milagro le llegó al reencontrarse con los suyos, con el amor de su familia comenzó a caminar hasta cargó a su bisnieta Ailiana, de solo unos meses de edad.
“Ella llegó en silla de ruedas porque padece de la presión arterial y diabetes, pero gracias al amor y cariño de todos nosotros, ya comenzó a levantarse, yo le digo ándale porque ya te vamos a comprar un bastón para que andes pegándoles a todos y les digas, quítense porque voy a llegar corriendo a Michoacán”, señala su hija Yemi, quien radica en Estados Unidos desde hace 27 años y fue la encargada de tramitar su viaje a través de Palomas Mensajeras.
Catalina es originaria de la comunidad indígena de Santa María Huiramangaro, del municipio de Pátzcuaro y, en compañía de 37 habitantes de la Meseta Purépecha, viajó a Estados Unidos el pasado 11 de enero, para reencontrarse con seres queridos, a los que no habían visto en décadas.
Hace 16 años, el esposo de Catalina falleció en Huiramangaro; a pesar de no tener papeles, sus hijos viajaron con sus familias a Michoacán y durante cuatro meses atendieron su cuidado, luego de que fue desahuciado por los médicos; esa fue la última vez que ellos vieron a su mamá, el endurecimiento en la política migratoria de Estados Unidos les impidió volver.
“Ya los doctores nos habían dicho que no se iba recuperar y nos fuimos todos los hijos a cuidarlo, así como a mi madre queremos cuidarla todos, no nos importó que podíamos perderlo todo aquí en Estados Unidos, nos fuimos con toda la familia y duramos allá como cuatro meses”, destaca Yeimi mientras acaricia a su mamá.

Andrés, José, Nora, José Guadalupe, Eloy, Alma y Yemi, radican desde hace años en California, las Vegas, Nebraska y Utah; Pedro murió en este país a donde su mamá ahora llegó a darle un giro a la historia, no puede verlos, pero con palpar su rostro y manos sabe que el amor con el que ella y su esposo formaron esta familia, ha dejado seres humanos de bien que coadyuvan al futuro de México y Estados Unidos.
“Mis padres nos criaron con mucho amor, tenemos de todo acá en Estados Unidos, gracias a Dios son ejemplos hispanos; están unos en las fuerzas armadas, tenemos una diseñadora de los artistas famosos de Hollywood, tenemos detectives, tenemos en la universidad a jóvenes que están estudiando para detectives también, arquitectos, tenemos muchos profesionales gracias a Dios”, resalta Yeimi.
En Michoacán, Catalina tiene cuatro hijos, 14 nietos y 26 bisnietos y aunque ha disfrutado de su cariño siempre, agradeció emocionada al Gobernador Silvano Aureoles Conejo, la oportunidad de reencontrarse con la otra parte de su familia y cristalizar un sueño que por momentos parecía imposible.

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