Coronavirus amenaza con llevar a la pobreza a más de 21 millones de mexicanos
Frente a la pandemia de coronavirus, Oxfam México hace varias propuestas para atender la crisis económica, entre las que se encuentran el otorgamiento de un subsidio a las empresas, condicionado que no se despida a los trabajadores, lo que implicaría el uso de recursos por entre 115,000 y 326,500 mdp.
La lucha contra lo pobreza se encuentra en riesgo de sufrir un retroceso de 20 años. La crisis de salud y económica por la pandemia del coronavirus COVID-19 pone en riesgo a México y sus avances contra la desigualdad.
Las décadas de abandono del sistema de salud, los altos niveles de pobreza y la desigualdad abren paso a tres crisis simultáneas en el país: sanitaria, económica y social, asegura Oxfam México en su reporte Vivir al día: medidas para combatir la epidemia de desigualdad en México.
En la actualidad, 500 millones de personas a nivel mundial se encuentran en riesgo de caer en la pobreza, de acuerdo con Oxfam. El Centro de Estudios Espinosa Yglesias calcula que en México podrían sumarse 21 millones de personas en condiciones de pobreza.
La falta de posibilidades para pagar deudas, gastos catastróficos y problemas de salud son los principales riesgos económicos para la población mexicana por la pérdida de sus fuentes de ingreso.
Frente a la crisis económica, Oxfam México hace varias propuestas para atender las tres dimensiones de las crisis. En el terreno económico destaca el otorgamiento de un subsidio a las empresas, condicionado a que no despidas a sus trabajadores, lo que implicaría el uso de recursos por entre 115,000 y 326,500 millones de pesos (mdp).
Asimismo, el estudio presentado este día propone apoyar directamente a personas sin seguridad social con una transferencia directa, con un costo de entre 37,400 y 73,100 mdp por tres meses de aplicación.
Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, ha insistido en que no se aplicarán medidas adicionales a las ya anunciadas por su administración para atender la crisis económica en el país.
“El gobierno mexicano ha tardado muchísimo en actuar y las acciones son inadecuadas e insuficientes. Para nosotros es importante hacer una propuesta con un ángulo de justicia y lucha contra la desigualdad”, dice en entrevista Ricardo Fuentes Nieva, director general ejecutivo de Oxfam México.
La implementación de las medidas extraordinarias para enfrentar la crisis son “urgentes”, ya que cada día que pasa suma un nuevo costo económico y social. “Se necesitan los recursos para poder actuar”, dice el directivo, quien asegura que existen líneas de crédito con el Fondo Monetario Internacional y acceso a los mercados de capital privado para obtener el dinero necesario para un programa de emergencia.
“Me parece muy irresponsable que el gobierno federal en este momento no quiera bucar los recursos paliar el estrés en el que viven millones de personas con empleo formal”, dice Fuentes Nieva.
Oxfam México ha calculado que alrededor de tres millones de empresas de sectores no esenciales se verían potencialmente afectadas en el corto plazo por una caída en la actividad económica si no se toman las medidas especiales. Estas compañías generan 1.2 billones de pesos al año y dan empleo a 28 millones de trabajadoras y trabajadores, equivalentes a un 47% de la Población Económicamente Activa, de acuerdo con cálculos realizados por Oxfam México con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
“La mayoría de estas personas (85%) se encuentra en zonas urbanas, que es donde se estima que la pandemia causará una mayor afectación. Esto resulta de especial importancia considerando que, entre los programas prioritarios de la administración actual, no existe uno enfocado especialmente a zonas urbanas, como lo es Sembrando Vidas para las zonas rurales. Muchas de estas personas sufren carencias sociales que podrían hacerlas más vulnerables ante la pandemia y la crisis económica”, asegura la organización.
La crisis del coronavirus ha desnudado la desigualdad del país. Casi la mitad de la población mexicana vive al día, en la precariedad laboral y no cuenta con los recursos suficientes cubrir sus necesidades básicas.
Hoy, la mitad del país no tiene seguridad social, un 40% de las personas viven con ingresos laborales insuficientes para satisfacer las necesidades alimentarias básicas y el sistema tributario que menos recauda entre los países analizados por la Oganización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). Estos son parte de los pendientes que han dejado los gobiernos de México.
“Tenemos una crisis económica debido a décadas de precarización del trabajo y la falta de empleos con seguridad social. No serían necesarias medidas extraordinarias si nuestro país contara con un sistema de seguridad social universa”, dice Oxfam, que resalta de la importancia de que las personas mantengan su empleo con un salario digno para mantener el llamada distanciamiento social.
Por otro lado, la crisis sanitaria se agudizaría por la falta de equipo, personal e infraestructura necesaria para hacer frente a la pandemia de coronavirus. “Si los hospitales se ven rebasados, muchas personas no recibirán tratamiento y podrían fallecer. Esta es la crisis sanitaria y su origen es el abandono del sistema público de salud”, explica Oxfam México.
Los efectos negativos de la continegencia sanitaria a los grupos sistemáticamente excluidos en la sociedad, como son las personas migrantes, refugidas y solicitantes de asilo, pueblos indígenas, afrodescendientes, integrantes de la comunidad LGBTQIA+, personas con discapacidad, personas con empleos precarios, mujeres que padecen la violencia de género, por mencionar algunos.
“La crisis más invisible es la crisis social y su origen es el racismo, clasismo, homofobia, machismo, xenofobia y, en general, la ausencia de una sociedad y un Estado verdaderamente igualitarios, en leyes y hechos”, dice la organización que forma parte de un movimiento en 94 países que lucha contra la injusticia y la pobreza.
Las propuestas
A continuación, las propuestas que realiza Oxfam México para hacer frente a la crisis económica, social y sanitaria.
Crisis ecomómica
1. Proteger el empleo de las personas con seguridad social a través de un subsidio a las empresas condicionado al no despido de ningún trabajor o trabajadora. Dependiendo del monto y modalidad, calculamos que el costo de esta acción por tres meses sería entre 115,000 y 326,500 millones de pesos (mdp).
2. Apoyar directamente a personas sin seguridad social con una transferencia directa. Si se otorga el apoyo por tres meses, el costo sería de entre 37,400 y 73,100 mdp.
Crisis social y de salud
Dado que el principal reto de la crisis sanitaria y social es blindar a grupos prioritarios la propuesta es:
1. Asegurar el acceso a servicios de salud, saneamiento y agua de manera gratuita y sin discriminación pues, en México solo el 69% de la población cuenta con agua cuando la necesita.
2. Implementar programas en zonas rurales para la promoción de la salud pública que mejoren el conocimiento y las prácticas de higiene, particularmente el lavado de manos
3. Asegurar la difusión de información confiable, oportuna y accesible para todas las personas (perticularmente hablantes de lenguas indígenas y personas con discapacidad) respecto a qué es el COVID-19, qué medidas son necesarias para prevenir el contagio y cómo es el acceso a la atención médica, entre otras necesidades.
4. En colaboración con la sociedad civil, es necesario que los gobiernos federal, estatales y municipales expandan las capacidades de servicios de cuidados dirigidos a grupos en situación de vulnerabilidad.
5. Destinar más recursos a los programas contra la violencia de género.
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La crisis que se queda
Los efectos negativos de la crisis podrían permanecer en México tras haber superado la pandemia de COVID-19, advierte Oxfam México, ya que los empleos bien remunerados no regresarán de forma inmediata y el aumento de la pobreza extrema afectarán a las familias mexicanas.
Las familias pueden verse sumidas en procesos de crisis económica que se extiendan por varias generaciones. “Estos choques de corto plazo pueden tener consecuencias en el largo plazo y eso no solo afecta a las gente que vive en pobreza, sino puede arrastrar a la gente que se encuentra arriba de las líneas de pobreza en ciclos permanentes en llamadas trampas o espirales de pobreza”, asegura el director general de Oxfam México.
La preocupación de Ricardo Fuentes es que el gobierno ha decidido mantener su propia agenda y programas de austeridad sin destinar recursos extraordinarios para atender la emergencia económica y social, sin atender a la población vulnerable.
“No puedo subrayar lo urgente de implementar una acción concertada, sistemática, una acción de Estado y no pequeños programas del Infonavit o de Fonacot. Esos programas ayudan a algunas personas, pero no es un programa de emergencia como se están viendo en otros países de América Latina, como Perú, Chile o Colombia, que reconocen la magnitud del problema en el que estamos”, dice el directivo.
Oxfam cree que esta crisis de salud y económica ofrece la oportunidad de construir una economía al servicio de las personas y construir un sistema de seguridad social universal. “El gobierno federal está perdiendo la oportunidad de llevar al sector privado y hacerlo un aliado en la construcción de un país más justo”, dice Ricardo Fuentes.