EN LA ESPIRAL

Vicente González García

“LAS DOCTRINAS ARTIFICIOSAS OFRECEN ESPEJISMOS DE VIDA FÁCIL Y PLACENTERA”

Cuando la vida se convierte en un sin sentido, y en una existencia asfixiante, es síntoma claro de que nos hemos olvidado que, como seres humanos creados a imagen y semejanza de Dios, hemos venido a este mundo para realizar una misión como lo es el de colaborar activamente en el plan de Salvación diseñado por el Dios de la vida. Es decir, nuestra participación en este proyecto, es a partir de nuestras propias capacidades, nuestros discernimientos y energías para que todos lleguemos al conocimiento de LA VERDAD, porque en ella se encuentra la salvación que nos trajo el mismo Jesucristo.

Ante esta propuesta de vida, muchos seguimos huyendo a todo aquello que nos compromete a dar el esfuerzo de nuestra inteligencia, la rectitud de la voluntad (de un corazón recto), y sobre todo evadimos  el compromiso de proyectar en nuestra forma de vida  el buen testimonio para otros más se predispongan a encaminar su diario vivir hacia ese sendero que conduce a LA VERDAD,  y no sigan optando por UNA VIDA FÁCIL, que finalmente acaba por convertirse en UNA VIDA INÚTIL  y sumergida en la espesa nube de los vicios.

Es una penosa realidad que en estos tiempos, sigamos observando que día a día vaya en aumento el número de jóvenes y personas mayores que viven sin una meta en la vida. Esto, por la sencilla razón de no decidir si es el alma o el cuerpo el que debe dominar.

Cuando esto sucede, las personas nos asemejamos a un radio sintonizado en dos estaciones diferentes que no capta ninguna armonía melodiosa, pero sí emite sonidos estruendosos que producen enfado, berrinches, furia, violencia y alteración de los sentidos.

Enclavados en esta circunstancia, evidentemente que le estamos dando cabida al EGOÍSMO EN TODAS SUS FORMAS, más, apartando a este de toda culpa, NOS FACILITAMOS LA OPORTUNIDAD DE ARREGLAR UN MUNDO A NUESTRA CAPRICHOSA MEDIDA DONDE IMPERA LA INSENSIBILIDAD. Esta frialdad ajena y desconfiada ante todo proyecto de vida y de sociedad que le apueste a la generosidad, a poner el bien de los demás a la par, e incluso por delante del propio, HACE QUE CERREMOS LOS OJOS ANTE LA INJUSTICIA Y SUS DISTINGUIDAS DESIGUALDADES.

Quizás por esta razón en estos tiempos existe un alto índice de intolerancia frente a la propuesta de LA CULTURA DE LA VIDA, puesto que esta, NOS URGE A ENTRAR EN LA RECTA RAZÓN DE FORTALECERNOS EN EL ESPÍRITU Y HACER QUE EL CUERPO SEA SU SIERVO Y A LA VEZ PARTÍCIPE DE LOS GOCES DEL ALMA. Y es que, “NO PUEDE HABER SALUD DEL ALMA O EL CUERPO MIENTRAS EXISTA UN CONFLICTO INTERIOR EN LA PERSONA”.

A este respecto, bien cabría preguntarse: ¿habrá en verdad alguien en este mundo que esté exento de algún conflicto espiritual? Si alguien afirmara que no tiene ningún tipo de problema interior, seguramente que se tratará de un verdadero farsante, o bien se trataría de una máquina robótica; y más aún pudiese tratarse de alguien que se toma a sí mismo muy en serio, y que, pese a su fragilidad humana, no enmienda su actitud vanidosa y arrogante, aunque se le explique y demuestre en los hechos, que todas los seres humanos, “SOMOS  COMO ESPONJAS, YA QUE PODEMOS LLEVAR TANTO HONOR COMO UNA ESPONJA PUEDE SOSTENER EN AGUA, PUES, UNO Y OTRO LOGRAN RÁPIDAMENTE UN PUNTO DE SATURACIÓN. Es decir, cuando la esponja pasa del límite que tiene para sostener en sí misma el agua, naturalmente que esta “CHORREA”; y, así, de igual forma, “CUANDO EL HOMBRE SU PERA SU LÍMITE, LA “HONRA” (pundonor-orgullo), evidentemente ARASTRA CON ÉL, EN LUGAR DE ÉL LLEVAR SU DIGNIDAD.

No es pues aventurado afirmar que alguien que se jacte de conocerse totalmente a sí mismo, ES UN AUTÉNTICO ILUSO  y FICTICIO “SOÑADOR”, porque, el conocerse a sí mismo, se antoja como “UNA MISIÓN IMPOSIBLE”. Tampoco sería arriesgado asegurar que otros más, “NOS IMAGINAMOS SER DIFERENTES DE LO QUE REALMENTE SOMOS”. Y he pues aquí, que por ello, fácilmente caemos en el miserable engaño de ser “efectivos amantes de la adulación” cuando nos enaltecen y nos aplauden; más, cuando hay quienes nos reprenden para que entremos en la sensatez, “DECIMOS QUE ESAS PERSONAS ESTÁN EQUIVOCADAS, O SIMPLEMENTE QUE, “NOS ODIAN Y ENVIDIAN”.

Es pues de esta forma que, tras pervertir nuestra propia naturaleza, rompiendo los lazos de la sociedad y rebasando los límites moralmente establecidos, aparece en nuestro interior una sensación asfixiante que nos hace pensar que nuestras vidas no les interesan a nadie; y a pesar de que vivimos rodeados de muchas personas con las que nos relacionamos, difícilmente sentimos su cercanía, porque nuestra indiferencia y vanidosa actitud, nos sitúa finalmente en “UN LABERINTO” que nos aleja de todos quienes viven a nuestro alrededor.

Y, vaya que, aunque escuchemos las voces de ayuda que lanzan para que encontremos la salida de ese frío y calculador encierro producto de nuestros egoísmos, reprimimos todo intento de apoyo que provenga del exterior, para así poder seguir en esa huida, y evadir el compromiso de dar nuestro esfuerzo de inteligencia y la rectitud de la voluntad para poner a DIOS, y a los demás en el centro de su “proyecto de vida”, aunque esto signifique quedarnos solos  en ese VACÍO EXISTENCIAL que nos conduce por el camino ilegítimo que lleva implícito,  los brotes de VIOLENCIA Y  DOLOR en sus diversas características.

Hoy pues, parece que seguimos maravillados, y a la vez, entorpecidos e influenciados por los medios de comunicación, ante la absurda idea de vida que nos siguen ofertando los amantes del “ATEISMO PRÁCTICO”; una vida hedonista; es decir, grata, placentera, y fácil, pero insustancial e intrascendente.

Estos amantes de las doctrinas artificiosas, sólo buscan SACAR A DIOS DE LA VIDA DEL HOMBRE, para sentenciarlo a una vida sin sentido, y sustituyendo a Jesucristo, que es, el Camino, la Verdad y la Vida, por engañosos espejismos de UNA VIDA FÁCIL Y PLACENTERA, que finalmente lo sumergen en las espesas sombras de los vicios que, hoy por hoy, siguen generando esa diversidad de furia y bestialidad de que estamos rodeados.

Así pues, ¿cuántos somos los que nos encontramos estacionados en ese mar de confusiones y vergüenzas por el miedo de enfrentarnos a la realidad de nuestra propia existencia y corregir nuestros desaciertos y repugnantes deshonestidades?

¿Cuántos más, aún nos seguimos gloriando de esa supuesta astucia triunfalista tras la obtención de bienes materiales, la riqueza y el poder, que, “aunque despedazan el corazón y el alma con el pestilente afán del aplauso, reconocimiento y prestigio conseguido por la posesión de esas cosas que caminan sin parar hacia el no ser, y  pervierten el cuerpo y el espíritu?

“¡¡Qué lejos estamos pues de acercarnos a la verdad que es DIOS mismo, cuando no deseamos salir de esa “ciega oscuridad de nuestras pasiones!!”.

Sin embargo, ¿A dónde podemos ir a escondernos?, ¿dónde está ese lugar que nos pueda ocultar y que no podamos seguir escuchando dentro de nosotros mismos esa voz que nos sigue susurrando al oído que: Sólo en Dios, el alma de los hombres encuentra la esperanza y la alegría de vivir? ¿A DÓNDE PUES PENSAMOS IR, INDIGNOS Y SUCIOS?……..

                     ……..Hasta la próxima, si dios, nos lo permite……..

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