La gestión de los flujos migratorios se ha vuelto uno de los principales focos rojos en materia de derechos humanos: Marko Cortés
Ciudad de México, a 17 de agosto de 2020.
• México se está convirtiendo en un país de migración. No se puede evitar más presión de Estados Unidos: Andrew Selee.
• La desaparición del Fondo de Atención de Migrantes ha agravado su situación en materia de salud: Enrique Rivas Cuéllar.
• Una buena política migratoria debe tener 5 características: coherencia, consistencia, cooperativa, coordinada y corresponsable: CIDE.
En Acción Nacional estamos convencidos que la política migratoria debe tener un rostro humano y es un deber de todos los gobiernos, afirmó el Presidente del PAN, Marko Cortés Mendoza, tras señalar que, lamentablemente, en la actual administración federal la gestión de los flujos migratorios se ha vuelto uno de los principales focos rojos en derechos humanos.
“Desde el inicio de la administración actual de López Obrador, lamentablemente, la gestión de los flujos migratorios se ha vuelto uno de los principales focos rojos en materia de derechos humanos, porque se ha optado literalmente por reforzar la política persecutoria, y se han destinado a elementos de la Guardia Nacional que fueron aprobados para brindarnos seguridad, literalmente a cazar migrantes”, sostuvo.
Al participar en el Seminario virtual «Impacto de la Pandemia en los Flujos Migratorios», organizado por la Secretaría de Asuntos Internacionales del PAN y la Fundación Konrad Adenauer, Cortés Mendoza destacó que hasta el primero de enero de este año, el gobierno de Estados Unidos había retornado a México a más de 60 mil migrantes provenientes, en su mayoría, de Centroamérica.
Sin embargo, acotó, en nuestra frontera norte no hay espacios propicios para poder recibir a estos miles de migrantes, pues apenas cuentan con 100 albergues que ofrecen hasta 11 mil 500 espacios, de acuerdo con el Colegio de la Frontera Norte.
Destacó que por la pandemia la población en tránsito está enfrentando un doble reto: “la falta de empleo, la ausencia de vínculos sociales y la incertidumbre, ante la espera de poder continuar con su camino y destino, y un terrible hacinamiento, que pone en riesgo su salud y su vida”.
Más aun, hasta el mes pasado el Servicio de Migración y Control de Aduanas de Estados Unidos ha deportado a más de 40 mil migrantes, centenares de ellos enfermos de COVID, según la investigación del New York Times y el Marshall Proyects.
Por su parte, Andrew Selee, Presidente del Migration Policy Institute de Estados Unidos, advirtió que México se está convirtiendo en un país de migración, porque miles de venezolanos, haitianos y cubanos se están quedando en México porque no pueden avanzar hacia Estados Unidos, más los que son repatriados por el gobierno de Donald Trump. “No se puede evitar más presión de Estados Unidos porque quiere tener control de sus fronteras”.
En tanto, el Presidente Municipal de Nuevo Laredo, Tamaulipas, Enrique Rivas Cuéllar, denunció que la desaparición del Fondo de Atención de Migrantes por parte del gobierno federal, la actuación de la Guardia Nacional para impedir el acceso a Estados Unidos y la falta de recursos para municipios fronterizos, ha agravado la situación de los migrantes en materia de salud y seguridad en la zona fronteriza.
Aseguró que gracias a los recursos aportados por el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, al municipio de Nuevo Laredo, se ha podido atender la problemática, pero aclaró que la situación puede complicar el tema comercial y económico del país.
A su vez, el académico del CIDE, Jorge Schiavon, mencionó que una buena política migratoria debe tener 5 características básicas: coherencia, consistencia, cooperativa, coordinada y corresponsable.
También participaron en el Seminario la Secretaria de Asuntos Internacionales del PAN, Mariana Gómez del Campo; Hans Blomeier, representante de KAS; la Presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores para América del Norte del Senado, Gina Cruz Blackledge; el Coordinador Nacional de Alcaldes del PAN, Enrique Vargas del Villar; y David Smolansky, representante de la OEA para la crisis de migrantes en Venezuela.