EdTech y la Muerte del Gis

Colaborador Invitado

Carlos Castro

Aunque parecía una historia con un final predecible, el punto de quiebre de la educación superior, con su sólido pero longevo modelo, llegó de la mano de la pandemia. De ahí que lo podamos delimitar como antes de la pandemia ocasionada por el COVID-19 y después de ella.

Tres de los principales problemas asociados al modelo tradicional en México son: el limitado número de instituciones superiores a nivel nacional, alrededor de 6 mil registradas, parámetros de certificación no homologados y la ruptura al viejo ideal: “mejor educación garantiza un mejor trabajo”

Fue así como el modelo educativo tradicional se enfrentó, desde hace algunos años, a modelos basados en herramientas tecnológicas que de la noche a la mañana incrementaron exponencialmente la limitada infraestructura educativa existente en México, con parámetros de certificación y reconocimiento validado y demandado por un cada vez mayor número de empresas y volviendo a poner a la educación como elemento clave de bienestar. EsteEste contexto no había debilitado de manera sustancial al modelo educativo tradicional, el cual seguía teniendo como principal fortaleza a  las clases presenciales. Pero llegó el COVID-19 y dicha fortaleza se desvaneció de manera contundente.

 Reformulando el concepto.

Un maestro explica, cuestiona e involucra al alumnado, integración considerablemente limitada por el número de alumnos y el tiempo de clases.

La implementación de tecnología en la educación genera un complejo sistema en donde el profesor puede integrar herramientas como IoT, realidad aumentada, inteligencia artificial, cloud computing, big data, network data security, machine learning y sistemas de evaluación estandarizados por diferentes organismos, todo soportado por servicios de telecomunicaciones y dispositivos de cualquier clase.

Dicho ecosistema es denominado EdTech.

Tenemos hoy ante nosotros una creciente aparición de plataformas de integración de contenido. Por ejemplo, Open Culture, que ofrece casi 2,000 cursos de las más reconocidas universidades del mundo; aplicaciones más elaboradas como Byju’s y su solución de contenido especializado por video; Snapask, la cual ejemplifica el valor agregado del nuevo esquema, es decir, la personalización; o bien, Learn-In, que recupera el valor de la experiencia inyectando novedosos métodos de actualización.

La lista podría llegar a parecer interminable y, como ejemplo, basta mencionar algunos de los principales unicornios de EdTech como Teachable, SV Academy o Byju’s, que juntos han fondeado más de $9 billones de dólares en la última década.

El grado de especialización ofrecida por los nuevos modelos educativos se sustenta bajo el uso extensivo de EdTech, lo cual permite disminuir costos de manera sustancial y lograr un efecto dominó positivo sobre los problemas de las universidades tradicionales, pareciendo así justificar al menos parcialmente el debilitamiento de éstas.

Es cada vez mayor el número de empresas que reconocen y validan el modelo EdTech, incluso sobre las universidades tradicionales, como muestra Tesla.

Elon Musk, CEO de Tesla, la empresa mas grande en producción de autos eléctricos, fija como una de sus políticas de contratación el dar todo el peso a la capacidad de resolver problemas o situaciones complejas, lo cual implica “un conjunto de habilidades excepcionales”.

Musk concluye que la capacidad puede o no estar asociada a un título universitario, lo cual infiere que los nuevos modelos educativos tienen igual o mayor reconocimiento para sus empresas.

La posibilidad de lograr capacitación personalizada y con altos niveles de especialización sobre temas relacionados a industrias e incluso empresas específicas, consolidan una plataforma disruptiva soportada por herramientas tecnológicas integrales.

A pesar de lo anterior, no quiere decir que el modelo tradicional está destinado a enfrentar su deceso, no puede ni debe luchar contra las EdTech, debe generar estrategias de integración que permitan mayores niveles de actualización del profesorado y sobretodo gestar programas basados en un solo concepto bajo este nuevo entorno competitivo: “lo que no se aplica, simplemente no sirve”.

El antes y después del COVID-19 de la educación tradicional, la obliga a dejar de integrar EdTech para basarse en ella, como lo hace su actual y fortalecido competidor.

Es importante tomar a cada individuo, alumno, como un elemento con intereses, requerimientos y cualidades únicas, para lo cual las EdTech permiten cumplir cada una de estas necesidades, logrando acercarse a un ecosistema de hiperespecialización, que desplaza el modelo tradicional de conceptos para las masas.

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