Efeméride Movimiento estudiantil de 1968

Jiquilpan, Michoacán, a 2 de octubre 2020.

En la segunda mitad del siglo XX, en México se intensificó la aparición de los movimientos sociales reivindicativos de los sectores obrero, campesino y popular. Emergieron como una manifestación de la sociedad civil para presionar a la sociedad política y exigir la atención del Estado autoritario posrevolucionario, y cuya respuesta fue la represión y el encarcelamiento de sus dirigentes.

El movimiento estudiantil de 1968 (ME68), se enmarca en este contexto que consideramos como el primer periodo de contestación e impugnación política contra régimen autoritario, el incumplimiento de las promesas revolucionarias. La represión que ejerció el Estado mexicano sobre este movimiento lo convirtió en el de mayor significado histórico y simbólico hasta nuestros días, que junto al movimiento político-electoral de1988, articularon el derrotero de la inconclusa transición política que vive  México. En este sentido, el ME68 representa una irrupción histórica en un entorno político y sociocultural hegemónico sin espacio para la disidencia partidaria y la oposición legal, carente de conductos de expresión que permitieran canalizar, entre otras demandas, la liberación de presos políticos, de prensa y la democratización de la educación.

Las demandas de los estudiantes mexicanos constituyeron se encuadran en las exigencias de cambios estructurales que la juventud en el mundo exigía a sus gobiernos. En nuestro país, el agotamiento del “milagro mexicano”, derivado de la industrialización dio paso a la hegemonía de una burguesía empresarial nacionalista, que cobijada por el modelo del Estado de bienestar, agudizó la polarización social, el subempleo y la ausencia de futuro. La falta de libertades y la desigualdad social se convirtieron en los insumos para el descontento y para que la demanda colectiva encabezada por los estudiantes se convirtiera en un canal expresivo de insatisfacción y resistencia a esa realidad.

El ME68, enfrentó la estructura autoritaria del Estado mexicano, cuya solución violenta mostró su cara más intransigente y violenta en contra de estudiantes de las dos instituciones educativas más representativas del país: la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional, así como de un amplio número de universidades de la capital y del interior del país. Desde su emergencia el 22 de julio, y durante los meses de agosto y septiembre de 1968, el movimiento mostró su capacidad organizativa a través del establecimiento del Consejo Nacional de Huelga (CNH), como instancia deliberativa, y de movilización constante hasta enfrentar la represión el 2 de octubre, en la Plaza de la Tres Culturas de Tlatelolco, diez días antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos en México. Con un número incuantificable de muertos y más de dos mil detenidos por el ejército, prosiguió una etapa de violencia sistemática de torturas y secuestros contra los detenidos y sus familias, como medida disuasiva para desmovilizar, fracturar y descabezar el movimiento.

El ME68 en México, representa un significado histórico importante porque exhibió el agotamiento del sistema político mexicano posrevolucionario y del régimen de partido de Estado, abrió canales de participación política a movimientos y grupos que no encontraban condiciones para externar y encauzar sus demandas en  la hegemonía vigente, se constituyó en un símbolo de la lucha estudiantil, y otras demandas democráticas que se articularon en el proceso de transición.

Fotografía:   IISUE/AHUNAM /Colección: Manuel Gutiérrez Paredes/ Mitin estudiantil  martes 13 agosto 1968/ MGP-2195

La represión del ME68 y otros movimientos sociales subsecuentes cerró la vía de cambio institucional, por lo que cientos de universitarios, desistieron de las aulas y se incorporaron a las más de una treintena de organizaciones políticas clandestinas en 23 estados del país, que padecieron la “guerra sucia”, etapa en la cual el Estado emprendió acciones de exterminio político-ideológico para disolver los grupos y movimientos sociales, que excedió cualquier límite de legalidad.

En lo subsecuente, la experiencia del ME68 nutrió las movilizaciones que demandaron la liberación de los presos políticos, otras luchas históricas como la conformación del Movimiento de Liberación Nacional, la guerrilla rural y urbana, la emergencia de nuevo del movimiento médico y el movimiento magisterial, la mayoría de ellos reprimidos. A 52 años, el ME68 sigue vigente como una de las más significativas  experiencias pedagógicas de impugnación del poder institucional e inspiran la emergencia de otras formas de lucha que combate cualquier tipo de dominación y desigualdad vigente. De ahí la terquedad de no olvidar la justa y digna causa estudiantil.

Fotografía:   IISUE/AHUNAM /Colección: Manuel Gutiérrez Paredes/ Mitin estudiantil  martes 13 agosto 1968/ MGP-2094

Redacción: Dr. Rubén Darío Ramírez Sánchez.

Investigador de la UAER-CoHu-UNAM

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