Antonia ruega a Dios que termine la epidemia para reencontrarse con sus tres hijos en California

  • Originaria de Aranza y con una serie de secuelas que ha dejado en su cuerpo una enfermedad crónica, la mujer no pierde la fe en que su grupo integrado por 23 personas más pronto podrá tramitar su visa

 
Paracho, Michoacán, a 19 de noviembre de 2020.– Con 65 años de edad y una serie de secuelas que ha dejado en su cuerpo una enfermedad crómico degenerativa, Antonia Nogales soltó el llanto al escuchar que en apego a las medidas que se llevan a cabo en México y Estados Unidos para evitar la propagación del COVID-19, su cita para tramitar la visa que le permitirá reencontrarse con sus tres hijos en California, nuevamente tuvo que ser pospuesta.
 
María y su esposo, quien también se encuentra enfermo, forman parte de los 24 integrantes del programa sello del Gobierno de Silvano Aureoles Conejo, Palomas Mensajeras, originarias de la comunidad de Aranza, municipio de Paracho, que tenían programada su cita en la Embajada de Estados Unidos en México para tramitar su visa para viajar a reencontrarse con sus seres queridos en California, lo que tuvo que ser pospuesto a causa del Coronavirus.
 


Con su vista casi perdida y varias deformaciones en sus extremidades que la llevan a moverse con dificultad, Antonia señala que además de la pena que le ha causado el atraso en los trámites para viajar a ver a sus tres hijos, a los que no ve desde hace 23 años, tuvo que enfrentar la angustia de enterarse que su vástago mayor estuvo delicado de salud al enfrentarse al contagio de COVID-19.
 
“Me da mucho penar que no puedan venir, le pido a Dios que esto se acabe para poder ir a estar allá con ellos. Le llegó la epidemia al más grande, duró mes y medio delicado y yo estaba muy angustiada porque yo decía ´no se vaya a morir mi hijo´, yo tenía mucha angustia de ya no volverlo a ver”, manifestó entre sollozos Antonia.
 
Apoyada en un bastón, esta mujer señala que la pobreza en que vivían, en una casa en la que no podían protegerse de las inclemencias del tiempo y su enfermedad, que en ese entonces la mantuvo postrada en una cama dos años, llevaron a sus tres hijos a emigrar en busca del sueño americano. Ahora ellos sostienen económicamente al matrimonio, pero el costo de no verlos ha sido alto, destaca.  
 
Detalló: “Estábamos muy pobres, no teníamos nada, el techo donde vivíamos estaba todo agujerado, cuando llovía las camas las movíamos para un lado y otro porque toda el agua se metía y ellos tuvieron que irse para allá, yo duré dos años muy enferma, no me podía mover, gracias a ellos no nos ha hecho falta nada y pues he vivido más, digo que antes no tenía yo ni zapatos por la pobreza y ahora que ya no puedo ponerme por mi enfermedad, ya tengo, ahora lo que más me ilusiona es estar con ellos” .
 
Con la finalidad de atender personalmente cada uno de los casos de Palomas Mensajeras que a causa de la epidemia han tenido que enfrentar el atraso de algún trámite para reencontrarse con sus seres queridos, el titular de la Secretaría del Migrante, José Luis Gutiérrez y personal a su cargo se han desplegado en varios municipios del estado, en esta ocasión dialogaron con 24 madres y padres de familia de la comunidad de Aranza, en el municipio de Paracho.
 
Ahí todos recibieron información, al igual que Antonia, quien fue confortada al saber que en cuanto se presenten las condiciones será apoyada para tramitar la visa que la llevará a reencontrarse con sus tres hijos y conocer a sus 12 nietos.

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