EN LA ESPIRAL

Vicente González García

¿QUÉ IMPIDE A LOS GOBERNANTES PROMOVER Y EJERCER LA JUSTICIA EN EL DECIR Y EL HACER?

Hoy en día LA PALABRA emitida por el hombre, indudablemente se encuentra DEVALUADA O SI BIEN SE PREFIERE DECIR, “SE ENCUENTRA POR LOS SUELOS”.

Esto, se puede constatar cuando alguien se compromete a emprender alguna o más acciones a favor de alguna causa buena en sí y por sí, pero finalmente “NO HACE NADA”. Igualmente, sucede cuando alguien se compromete a atender una u otra situación que requiere ser aclarada y resulta que “NO CUMPLE” dicho compromiso.

Hoy pues, muchos hablamos tanto y de tantas cosas que decimos poder hacer y cumplir que, simplemente no creamos conciencia de los compromisos que estamos adquiriendo, pero más aún del daño que ocasionamos a los demás con nuestro incumplimiento.

Y es que, todos los compromisos que apalabramos con los demás y nos comprometemos a dar cabal cumplimiento, muchos lo hacemos sólo para ganar una buena imagen, y cuando llegue el momento de rendir cuentas, todos encontramos una y mil justificaciones para cubrir nuestras falsedades.

Lo antes citado, no es privativo de una u otra comunidad; tampoco lo es para el campo de lo social, político o gubernamental, puesto que, “LA PALABRERÍA HUECA SE DA  EN TODOS LOS ÁMBITOS DE LA VIDA SOCIAL, POLÍTICA Y ECONÓMICA”.

Este tipo de charlas inútiles y superficiales que solamente llevan la nociva intención de embaucar y ganar notoriedad ante los demás, siempre están acompañadas de una “supuesta” eficacia que muchos les  endilgamos a las llamadas “LAS MENTIRILLAS PIADOSAS”, que, claro, esto ¡NADA TIENE QUE VER CON EL ESPÍRITU QUE EN SÍ MISMA ENCIERRA LA VIRTUD DE LA “PIEDAD”.

En este contexto, habría que apuntar que, desgraciadamente el valor jurídico, hoy no lo tienen las simples palabras pronunciadas, sino que este lo tienen LOS ESCRITOS SIGNADOS. Aunque sin también, en este tiempo, en muchos casos se puede dudar de la efectividad de los mismos. Esto, porque las propias leyes establecidas muestran muchísimas ambigüedades que son utilizadas para dejar sin efecto lo jurídicamente escrito y rubricado.

Sobre el asunto de la posibilidad de que algo pueda entenderse de varios modos o de que se admitan distintas interpretaciones,  es importante aclarar que esto se aprovecha para los llamados “privilegios ocultos” para el “amiguismo”, o bien, dependiendo de qué personas se trate, la ley surta el efecto deseado y se deje sin valor lo legalmente establecido, o se le adicionen algunas otras excusas más para no sancionar de forma puntual ciertos ilícitos.

No obstante, echando una limpia mirada al comportamiento guardado por las culturas antiguas, pronto notaremos que LA PALABRA CONSERVA SU FIRMEZA Y VALIDEZ. Para estas culturas LA PALABRA engloba “PALABRA Y OBRA”. Es decir, CONSERVA “EL DECIR Y EL HACER”.

Pero, vayamos pues a la realidad que vivimos en México, donde, desde décadas atrás y, sexenio tras sexenio, los gobiernos han venido asegurando, que “el progreso económico que se vaya logrando no debe derramarse en unas cuantas manos”, sino que este, debe desplegar sus beneficios a la mayoría de la población.

Este compromiso, evidentemente sigue sin cumplirse, y continúa provocando que se acentúen más y más las desigualdades sociales, y la situación de millones de mexicanos se sigue agravando día a día.

El índice de empleos formales sigue a la baja; los salarios mínimos “SON UNA VERDADERA BURLA” puesto que el poder adquisitivo del dinero frente a los productos de primera necesidad “GUARDAN UNA DESPROPORCIÓN DESHUMANIZADA”.

El incremento en los productos de la canasta básica es tan elevado frente a la miseria del dinero que percibe un asalariado que, HOY EXISTEN MILES Y MILES DE FAMILIAS QUE SIGUEN AHOGÁNDOSE EN LA PEOR DE LAS MISERIAS.

Estos sectores de población que siguen siendo azotados por la desigualdad económica, política y social en que se encuentran  frente a otros que gozan de la bonanza de las políticas económicas, siguen demandando soluciones concretas a los problemas específicos que siguen sin encontrar eco en quienes gobiernan.

Estos millones de familias, no demandan se les otorguen esos “BÁLSAMOS VERGONZANTES” maquillados y denominados como “PROGRAMAS SOLIDARIOS PARA COMBATIR LA POBREZA” a través de los cuales se les otorgan raquíticas despensas a bajos costos, pero que en el fondo han sido diseñados con el único propósito de aumentar el “clientelismo político” del partido en el poder.

Las familias mexicanas “NO PIDEN LIMOSNA” de quienes gobiernan, PIDEN, SE PROMUEVAN, SE APRUEBEN Y EJECUTEN LAS CONDICIONES JURÍDICAS Y ECONÓMICAS QUE PERMITAN LA ORGANIZACIÓN DE LAS FUENTES DE EMPLEO REQUERIDAS Y JUSTAMENTE REMUNERADAS QUE ALIENTEN Y ORDENEN LOS FACTORES DE LA PRODUCCIÓN. Esto, ¡claro! SIN MENGUAR EN NADA LA JUSTICIA SOCIAL.

Hoy pues, la sociedad mexicana sigue demandando garantías plenas de sus instituciones educativas, en el ámbito laboral, en su libertad de expresión, en sus lugares de residencia, y que cuando existan infracciones a los preceptos de ley, los ciudadanos, sin excepción alguna, sean merecedores de juicios de amparo como tutela contra cualquier abuso o desviación del poder por parte de las personas a quienes se les ha encomendado procurar, administrar y ejecutar las leyes establecidas. ¡SÍ, LA COMUNIDAD MEXICANA HOY EXIGE QUE LOS GOBERNANTES CUMPLAN CON “LA PALABRA EMPEÑADA”!

¿Dónde quedó pues el compromiso de llevar al pueblo mexicano hacia un desarrollo económico sustentable a favor y en defensa de los derechos de la clase trabajadora? ¿Dónde quedó el compromiso de ERRADICAR LA MONSTRUOSA CORRUPCIÓN Y LA IMPUNIDAD?

¿ACASO ESTOS COMPROMISOS SOLAMENTE FUERON LEMAS DE CAMPAÑA? O bien, ¿SOLAMENTE SE ENCUENTRAN ENMARCADOS EN LEYES Y MÁS LEYES QUE EN LA PRÁCTICA “SON LETRA MUERTA”?

¿QUÉ ES LO QUE LES IMPIDE A LOS GOBERNANTES ERRADICAR LA POBREZA, Y PROMOVER Y EJECUTAR EL BIEN COMÚN PARA PODER DECIR QUE CIERTAMENTE LOS MEXICANOS VIVIMOS EN UN PAÍS LIBRE, JUSTO Y DEMOCRÁTICO?

Sin duda, los síntomas que hoy día sigue presentando México, no son otros sino, “UN PAÍS CON UN TRASTORNO SOCIAL Y DE MISERIA A GRANDES ESCALAS,  ASÍ COMO DE ENORMES Y PERVERSAS INJUSTICIAS”.

Pero, acaso ¿ESTO SE DEBERÁ  A QUE LA DISCRIMINACIÓN SOCIAL Y RACIAL EN MÉXICO ESTÁ MÁS VIGENTE QUE NUNCA?  

¿Cuando dejará de ser México un pueblo que muere y resucita en medio de la miseria y las aspiraciones de una clase política individualista y vana; de propuestas y compromisos superficiales, donde la PALABRA SIGUE PERDIENDO SU AUTÉNTICO VALOR?

          …….Hasta la próxima, si Dios nos lo permite……

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