Impulsar el acceso a Smartphones en México


Gonzalo Rojon
De acuerdo con la Asociación de Internet MX, 92% de los internautas utiliza el Smartphone como dispositivo primordial de acceso a Internet.
 
La importancia de estos dispositivos es innegable no sólo por constituir el medio más común de acceso a la conectividad sino porque que sus características técnicas, especialmente las de las gamas más altas, garantizan la prestación efectiva de servicios que, en tiempos de crisis sanitaria, son fundamentales: telesalud y teleeducación. Para muestra, un botón: El INEGI registró que 66 de cada 100 personas inscritas en el ciclo escolar 2019-2020 entre los 3 y 29 años utilizaron los Smartphones para acceder a contenidos educativos y a clases en línea.
 
El aspecto positivo es que la tenencia de teléfonos inteligentes se encuentra en una senda de crecimiento desde hace varios años; sin embargo, el aspecto negativo es que aún persiste una brecha de adopción que, de acuerdo con The CIU, equivale a casi 8% de las líneas en manos de población.
 
El análisis de la División de Ingenierías del ITAM y de The CIU titulado “Promoviendo la Adopción de Smartphones en México: Incentivos para una Actividad Esencial” lanza un mensaje contundente: la proporción de gasto en teléfonos inteligentes de los hogares en el decil más pobre de ingreso es tres veces mayor que la de los hogares en el decil más rico. En otras palabras, a los más vulnerables les cuesta más acceder a la conectividad si sólo consideramos el gasto en terminales.
 
Considerando la importancia de los teléfonos inteligentes y las condiciones de marcada desigualdad entre los hogares, se requieren acciones contundentes con dos objetivos claros: 1) universalizar la adopción y 2) facilitar la migración gamas más elevadas.
 
Para ello, se hace un llamado para concretar tres mecanismos que, además de ser soportados por evidencia internacional, se enmarcan perfectamente en el contexto de la próxima discusión del Paquete Económico 2022:
 Política fiscal orientada a eliminar o reducir el IVA a las terminales para asegurar un menor precio a los usuarios, así como eliminar el IEPS a los servicios de telecomunicaciones y, especialmente, a aquellos servicios educativos prestados a través de redes de telecomunicaciones.Subsidios del gobierno para promover la adopción de terminales en grupos sociales específicos como los hogares pertenecientes a los tres deciles más pobres.Préstamos personales por parte del gobierno con tasas de interés reducidas o la participación del gobierno como aval solidario en el caso de préstamos privados. 
 
La adopción de terminales inteligentes no es un capricho, es una realidad social que la pandemia nos reveló. La implementación de propuestas como estas requiere de legisladores y hacedores de política fiscal sensibles a la importancia de la conectividad con un rol activo que haga cumplir la promesa constitucional de acceso universal a las tecnologías de la información y la comunicación.

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