Lamentamos que los Ministros de la Corte no dieran importancia a la vida del ser humano por nacer: PAN
Ciudad de México, a 9 de septiembre de 2021
• El hecho de no criminalizar a las mujeres que abortan no significa que no se cometa un acto reprobable que atenta contra la dignidad humana.
• En el PAN continuaremos revisando todas las posibilidades para salvaguardar el valor de la vida de todas las personas.
Ante las recientes resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Partido Acción Nacional manifiesta lo siguiente:
Consideramos que la mujer embarazada merece la mayor protección y defensa. Especialmente las mujeres que padecen violencia, las madres solteras, las mujeres abandonadas, o las que viven un embarazo no deseado: todas ellas requieren el acompañamiento y el apoyo por parte del Estado mexicano.
Ese acompañamiento debe extenderse a aquellas mujeres que hayan decidido deshacerse del hijo en gestación a través de un aborto. La criminalización para ellas no es la solución.
Sin embargo, el hecho de no criminalizar a las mujeres que abortan no significa que no se cometa un acto reprobable que atenta contra la dignidad humana. Lo decimos con toda claridad: la descriminalización consiste en no meter a la cárcel a la mujer que ha abortado, pero de ninguna manera debe convertir el aborto en un derecho.
Lamentamos profundamente que en las discusiones que tuvieron los Ministros de la Corte no se diera ninguna importancia a la vida del ser humano por nacer, que es constitucionalmente sujeto de derechos y que por lo tanto debe gozar también de la tutela del Estado. Su vulnerabilidad lo hace merecedor del amparo y la protección de las leyes.
En el PAN continuaremos revisando todas las posibilidades para salvaguardar el valor de la vida de todas las personas: de las mujeres y de los niños, de los hombres y de los no nacidos, de los enfermos y vulnerables, de los ancianos y las personas con alguna discapacidad, a fin de construir una sociedad más humana, fraterna y donde se respeten los derechos de todos, empezando por el primero y sin el cual todos los demás no se pueden ejercer: el derecho a la vida desde el momento de la concepción y hasta la muerte natural.