EN LA ESPIRAL

Vicente González García

EN MÉXICO, ¿EL DERECHO DE LA FUERZA SIGUE SUSTITUYENDO A LA FUERZA DEL DERECHO?

En nuestros días mucho se habla y dice de la Justicia Social, pero esta, en la práctica, ni por equivocación se percibe en el ámbito obrero patronal.  De lo que sí estamos seguros es que parte de esta justicia se encuentra encerrada en las Leyes Constitucionales.

Es decir, en las leyes de la Constitución la Justicia Social se encuentra contemplada textualmente, más sin embargo, sólo se le da vida (¿?) a través de una serie de chapucerías cuando alguna persona importante o con poder económico así lo requiere. Esto, desde luego, se hace veladamente, o bien, aprovechando las ambigüedades que estas llevan de forma implícita y son aprovechadas para sancionar lo justo y favorecer lo injusto.

 Respecto a la auténtica Justicia Social, el Catecismo de la Iglesia Católica precisa claramente que ésta tiene una relación intrínseca con el BIEN COMÚN, y por ende, con el proceder de la autoridad.

“EN NOMBRE DEL BIEN COMÚN, apunta el documento antes citado, las autoridades están obligadas a respetar los derechos fundamentales e inalienables de la persona humana… (…..)..En particular, el bien común reside en las condiciones de ejercicio de las libertades naturales que son indispensables para el desarrollo de la vocación humana: “derecho a, actuar de acuerdo con la recta norma de su conciencia, a la protección de la vida privada y a la justa libertad, también en materia religiosa” (C.I.C. N. 1907).

Igualmente, en este mismo espacio, ya anotamos que, la CARIDAD en materia de JUSTICIA SOCIAL es esencial para la obtención de esta.

Sobre este importante asunto, es preciso que todo creyente católico se cuestione detenidamente y se forme un amplio criterio respecto a las leyes que rigen a las comunidades. Esto, con el propósito de conocer si los legisladores están respondiendo cabalmente a las necesidades de los pueblos.

Sobre este asunto, el P. ARRUPE, quien fuera Superior General de los Jesuitas, en el documento FE Y JUSTICIA,  tras citar la Encíclica Summum ius, suma iniuria del Papa SAN JUAN PABLO II, dice una gran verdad al asegurar que: “HAY FORMAS DE JUSTICIA QUE NO TIENEN EN CUENTA LA SITUACIÓN EXISTENCIAL DE LAS PERSONAS Y LAS SITUACIONES CONCRETAS EN QUE SE APLICA”.

Y, más adelante agrega: “HAY TIPOS DE JUSTICIA QUE SON COMO UNA CORAZA QUE TRATA DE PROTEGER INTERESES DE PARTIDO. UNA JUSTICIA Y UNA LEY DEMASIADO POCO EXIGENTES DEJAN INDEFENSO AL DÉBIL Y AL OPRIMIDO. UNA LEY Y UNA JUSTICIA VIOLENTAS DEMASIADO EXIGENTES PUEDEN TORNARSE EN UN DOGAL  INSOPORTABLE PARA TODOS. Y ESTO, sigue diciendo, PUEDE DECIRSE INCLUSO DE UNA JUSTICIA QUE, AUN CON TODAS LAS GARANTÍAS DE EQUIDAD, PUEDE RESULTAR INHUMANA SI SE APLICA DESPIADADAMENTE” Ibid., n. 61).

Por ello, se considera que, es tiempo de alzar la voz y exigir a gobernantes y legisladores, que la sociedad mexicana necesita una nueva estructura jurídica y social que favorezca la práctica de la JUSTICIA y el AMOR A LA VERDAD. UNA NUEVA ESTRUCTURA JURÍDICA QUE GENERE SEGURIDAD Y DEFIENDA LOS DERECHOS DE LA SOCIEDAD EN GENERAL SIN EXCLUSIÓN ALGUNA.

A los Gobernantes, Legisladores, y los responsables de procurar y administrar justicia, NO SE LES DEBE OLVIDAR QUE, TODOS LOS SERES HUMANOS POSEEN UNA DIGNIDAD FUNDAMENTAL QUE LA CONVIVENCIA SOCIAL NO PUEDE NEGAR.

Es por ello que LA JUSTICIA SOCIAL EN LAS RELACIONES HUMANAS ES UNA EXIGENCIA DE LA DIGNIDAD COMÚN DE TODOS. Es decir, DE LA IGUALDAD DE TODOS LOS HOMBRES.

Es tiempo pues QUE SE ELIMINEN DE TAJO ESOS DISFRACES DE LEGALIDAD Y LEGITIMIDAD QUE AÚN SUBSISTEN, EN LA PROCURACIÓN Y ADMINISTRACIÓN DE LA JUSTICIA,  que en el fondo no son otra cosa, sino, “DESPOJO, MENTIRA, y MUERTE DEL INOCENTE, y TAMBIÉN, DE AQUÉL QUE NO TIENE O NO SABE CÓMO DEFENDERSE, ASÍ COMO DEL QUE SIMPLEMENTE ES VÍCTIMA DEL PODEROSO.

Lo antes dicho, tampoco deben echarlo en saco roto, los responsables de cuidar y velar el orden jurídico. ESTAS PERSONAS, EN UN GESTO DE RECTITUD Y PARA DIGNIFICAR EL ENCARGO QUE LES FUE CONFERIDO, DEBERÍAN IR MÁS ALÁ DE LA LEY, PERO IMPULSADOS POR LA CARIDAD, PARA LLEVAR POR EL MEJOR DE LOS CAMINOS LA APLICACIÓN DE LA JUSTICIA.

El logro de este objetivo, se antoja difícil, más no imposible de lograr, pese a que todo servidor público, dentro de sus funciones específicas tiene que respetar los límites establecidos en las leyes vigentes.

En este mismo orden de ideas, es bueno estar bien ilustrados a partir de que, “LA CARIDAD que DEBE COMPLEMENTAR A LA JUSTICIA, ES ESA CARIDAD QUE LA TRANSFORMA EN UNA JUSTICIA SUPERIOR”

También debemos saber cabalmente que,ESTA ES LA ÚNICA QUE PUEDE AVANZAR MÁS ALLÁ DE LA SIMPLE JUSTICIA. Es decir, “ESTA CARIDAD  QUE TRANSFORMA LA JUSTICIA EN UN ACCIÓN SUPERIOR, ES LA QUE PUEDE ASCENDER HASTA DONDE LLEGAN LAS NECESIDADES ESENCIALES DE LOS HOMBRES”.

Esa “JUSTICIA SUPERIOR”, dice el P. ARRUPE: “CONSISTE EN UNA JUSTICIA QUE TODO LO VE CON MAYOR PROFUNDIDAD, PORQUE LLEGA HASTA EL FONDO DEL HOMBRE, HASTA SU DOLOR, HASTA SUS NECESIDADES Y HASTA SU IMPOTENCIA, REALIDADES TODAS ELLAS QUE QUEDAN OCULTAS CUANDO UNO, DE MANERA IMPERSONAL, NO VE EN EL HOMBRE MÁS QUE UN SIMPLE SUJETO DE LA LEY”.

Pero, ¿en México cómo andamos en este asunto de Justicia Social? ¿Acaso será que en muchas regiones de nuestro país “EL DERECHO DE LA FUERZA HA SEGUIDO SUSTITUYENDO LA FUERZA DEL DERECHO?

Esto, porque, si observamos más atentamente lo que implica la palabra JUSTICIA, veremos que, Justicia es dar a cada quien lo que en justicia le corresponde. JUSTICIA también implica tratar a la persona humana como conviene tratarla.

¿ESTARÁN DE ACUERDO EN ESTA IDEA DE JUSTICIA SOCIAL GOBERNANTES Y LEGISLADORES? ¡USTED QUÉ PIENSA!

Pero, en México, aún considerando lo enmarcado en las leyes ¿qué tipo de trato recibimos? ¿Al menos es para todos la igual impartición de la justicia que tanto anuncian los legisladores?

              ..….Hasta la próxima, si Dios, nos lo permite……..

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