Problemas de países pobres se atienden con acciones de fondo, afirma presidente ante Consejo de Seguridad de la ONU
El presidente Andrés Manuel López Obrador destacó ante integrantes del Consejo de Seguridad de la ONU las acciones que el Gobierno de México lleva a cabo para atender de manera estructural la pobreza y la migración. Aseguró que solo así y no con medidas coercitivas se alcanzará la paz y el bienestar mundial.
El mandatario llamó a la Organización de las Naciones Unidas a replicar este modelo orientado a atender las causas de los problemas sociales.
“Es necesario que el más relevante organismo de la comunidad internacional despierte de su letargo y salga de la rutina, del formalismo; que se reforme y que denuncie y combata la corrupción en el mundo; que luche contra la desigualdad y el malestar social que cunden en el planeta con más decisión, profundidad, con más protagonismo, con más liderazgo. Nunca en la historia de esta organización se ha hecho algo realmente sustancial en beneficio de los pobres, pero nunca es tarde para hacer justicia. Hoy es tiempo de actuar contra la marginación atendiendo las causas y no solo las consecuencias”, remarcó.
El jefe del Ejecutivo sostuvo que actualmente el mundo se encuentra en un escenario de decadencia debido a que la riqueza se concentra en pocas manos y se privilegia la privatización de lo público.
Por ejemplo, dijo, la distribución de las vacunas contra COVID-19 apenas ha sido del 6 por ciento para los países pobres, lo que significa fracaso “rotundo y doloroso” del mecanismo Covax creado por la ONU.
“Este dato simple debiera llevarnos a admitir lo evidente: en el mundo actual la generosidad y el sentido de lo común están siendo desplazados por el egoísmo y la ambición privada. (…) Si no somos capaces de revertir estas tendencias mediante acciones concretas, no podremos resolver ninguno de los otros problemas que aquejan a los pueblos del mundo”, aseveró.
El jefe del Ejecutivo resaltó que en México ha dado resultados positivos la fórmula de desterrar la corrupción y destinar al bienestar del pueblo todo el dinero liberado.
Además de otorgar a las y los jóvenes opciones de estudio y trabajo para evitar que sean enganchados por la delincuencia, el fenómeno migratorio se contrarresta con la incorporación de todas las personas al estudio, al trabajo, a la salud y al bienestar en los lugares en los que nacieron para que la migración sea opcional y no forzosa, “una decisión individual y no un fenómeno de proporciones demográficas”.
Recordó que el programa Sembrando Vida se ha presentado al gobierno estadounidense como una iniciativa para ordenar el fenómeno migratorio al dar trabajo a miles de sembradores, y al mismo tiempo reforestar el campo, a través de la siembra de árboles frutales y maderables.
El cultivo de 200 mil hectáreas en el sureste mexicano permite la contratación de 80 mil sembradores; paralelamente 30 mil jóvenes aprendices que reciben un salario mínimo para capacitarse en talleres, empresas y otras actividades productivas y sociales.
El presidente indicó que, si estas dos acciones se ejecutan de inmediato en Guatemala, Honduras y El Salvador, se podría lograr que permanezcan en sus países 330 mil personas que hoy están en riesgo de migrar por falta de trabajo.
Expresó su confianza en que el Consejo de Seguridad de la ONU puede llegar a ser el organismo más eficaz para el combate a la corrupción y el más noble benefactor de los pobres y olvidados de la tierra.