EN LA ESPIRAL
Vicente González García
“DECIR PERO NO HACER, PROMETER Y NO CUMPLIR”, ¿COSTUMBRE QUE TIENE ESPECIAL ARRAIGO EN EL ÁMBITO POLÍTICO?
Creer no significa entender; mas como todos aspiramos por naturaleza a entender lo que de alguna forma sabemos, es por ello que constantemente nos veamos abrumados por conductas reprobables en los diversos campos de acción del diario vivir.
El entendimiento pues, es considerado como uno de los rasgos característicos más importantes de la persona humana. Es decir, su capacidad de aprender, su rapidez para relacionar las cosas, su habilidad para captar el punto de vista de la y/o las personas con quienes dialoga y responderles de forma razonable; también, si el asunto a tratar así lo requiere, contestar dialécticamente, esto, si en lo que captó de su interlocutor existe una falta de lógica (sensatez, cordura), o bien, al detectarse un ingenioso y suave lazo escondido en una pregunta engañosa (capciosa).
La palabra CREER, significa CONFIAR. Es decir, tener confianza en alguien y en algo.
En el sentido de creer algo, esto equivale a admitir, aceptar y reconocer un contenido razonable, verdadero y cierto. Por ejemplo: la existencia de una ciudad sólo por referencias ajenas, es decir, por el hecho de haberlas observado en un mapa o revista de contenido turístico que cita la ubicación precisa de la misma.
Ahora bien, creer a alguien que nos comunica algo a través del lenguaje verbal, es dar fe a un testigo porque conocemos su sabiduría y su rectitud. Es decir, creerle porque “SABE LO QUE DICE Y DICE CON CERTEZA Y PROPIEDAD DE PALABRA LO QUE SABE”.
Y, CREER EN ALGUIEN, significa aceptar sin reservas lo ofrecido por las personas porque confiamos plenamente en ellas.
Lo antes expuesto, evidentemente que no es resultado lógico de un razonamiento, sino que en su sentido más exacto, se trata de un acto inmediato del entendimiento ó reflexión a partir de las cualidades que vemos en las personas, a tal grado que, “no tememos extenderles nuestra confianza, incluso cuando solamente nos está presentando una serie de propuestas, y que en los hechos aún no podemos ver. Por tanto, “CREEMOS Y CONFIAMOS EN LAS PERSONAS POR SU PALABRAS”.
Sirva pues, lo anterior para darnos una idea del gran reto y responsabilidad que todos los michoacanos tenemos el próximo domingo 7 de Junio del presente año.
Ese día, nuevamente se nos presenta la oportunidad de elegir, a través del sufragio efectivo (VOTO LIBRE Y SECRETO), a los 300 DIPUTADOS FEDERALES DE MAYORÍA RELATIVA. Los 200 restantes llamados PLURINOMINALES, son electos de acuerdo a la lista que los partidos políticos presenten a la autoridad electoral y en proporción a los votos que obtengan el día de la elección.
En la fecha ya citada también escogeremos a quien habrá de gobernar el estado de Michoacán, igualmente a las personas que conformarán el Poder Legislativo, es decir, “la Cámara de Diputados”. Y también decidiremos quienes serán los Presidentes Municipales y Regidores de los 113 Ayuntamientos de esta entidad federativa.
Las campañas político-electorales de los Candidatos que representan a los diversos partidos políticos, en próximas fechas habrán de iniciar sus campañas proselitistas.
Este tiempo obliga a muchos de los aspirantes que pretenderán ganar la confianza del pueblo y triunfar en esta contienda, a prometer y asegurar cumplir proyectos inalcanzables. También, ¡por qué no decirlo!, aún considerando lo brillante y talentoso de los adornados y prominentes discursos, téngalo usted por seguro que muchos aspirantes, “NO HABRÁN DE TENER LA MÍNIMA INTENCIÓN DE DAR CABAL CUMPLIMIENTO A LO PROPUESTO”.
Echando una ojeada a la experiencia vivida con muchos de los que ahora son gobierno ¿Cuántos suspiros de aliento nos dieron para aspirar a mejores condiciones de vida cuando fueron candidatos? Y ¿qué fue lo que sucedió con aquellos a quienes el pueblo les otorgó el triunfo con su voto y ahora son gobierno? ¿EN VERDAD HAN CUMPLIDO LO QUE PROMETIERON?
Debemos recordar que, durante sus campañas proselitistas visitaron hasta el último rincón de las comunidades más alejadas, pronunciando sus conmovedores discursos que finalmente, aunque con sus honrosas excepciones, hoy se puede afirmar que sus palabras fueron “utilitaristas y artificiosas”. Esto, porque, los grandes planes de gobierno trazados, por su nulo resultado, todo hace pensar que fueron apuntalados en manejos dudosos de transparencia y eficacia de la aplicación del dinero del pueblo.
Hoy pues, se sigue reclamando una distribución equitativa de los bienes y servicios a que tiene derecho la población; la atención inmediata y solución de los problemas de inseguridad, de falta de empleo, salarios dignos, etc., pero sobre todo, SE EXIGE EL RESPETO A LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DE LA PERSONA. Derechos que siguen siendo conculcados por muchos servidores públicos
Y, vaya que son incontables los que se jactan de servir al pueblo. Pero la verdad es que muchos de estos politiquillos habilidosos, además de estar “mamando” dinero del pueblo y viviendo a costillas de este, siguen atentando contra sus legítimos intereses.
Aún se tiene mucho tiempo para hacer una juiciosa reflexión respecto a las grandes y posibles propuestas que los aspirantes a ocupar un encargo público habrán de hacer a cada uno de los electores.
En este contexto, el Concilio Vaticano II pone en claro que: “ES PRECISO SATISFACER ANTE TODO LAS EXIGENCIAS DE LA JUSTICIA, DE MODO QUE NO SE OFREZCA COMO AYUDA DE CARIDAD LO QUE YA SE DEBE A TÍTULO DE JUSTICIA” .
Igualmente subraya que: “Para hacer pues una política de gobierno auténtica, al político no le es suficiente el hecho de que sea caritativo o compasivo; imparcial o mártir, sino que debe poseer también la capacidad, aptitud y la ilustración de destreza y métodos valiosos que ayuden a hacer efectiva la utilidad del Bien Común. Y, para que lo anterior quede debidamente cumplimentado y custodiado, debe tener el cabal entendimiento de lo Valores Humanos y Morales que lleva incluidos el “Bien Común”; de igual forma debe ser portador de una inteligencia en el ámbito de las tareas social y política.
También precisa que, “No es pues antes, sino hasta que reúna estos perfiles cuando podrá decirse y hablarse puntualmente del rostro real de una política de gobierno enmarcada por la justicia, del amor hermanado, del aprecio de la persona humana y de las restantes ordenanzas de la vida en su justa dimensión”.
Por ello es que, en el ámbito político oficial, así como en el entorno de la vida social, día a día se sigue arraigando más la costumbre de, “DECIR PERO NO HACER, PROMETER Y NO CUMPLIR”.
Pero, en fin, todos tenemos la ineludible responsabilidad de elegir a los mejores gobernantes. Esta tarea, no es nada fácil, mas tampoco es difícil si utilizamos la metodología a prueba de fuego, es decir: “VER, JUZGAR Y ACTUAR”.
Recordemos pues, que, el Juicio de la conciencia lleva a reconocer de manera práctica y concreta la responsabilidad de haber cumplido cabalmente con la tarea encomendada, o del incumplimiento de la misma.
…..Hasta la próxima, si dios, nos lo permite….