Secma invita a preservar el hábitat del ajolote michoacano en las “Cañadas del Río Chiquito”
- Las empresas turísticas que se sorprendan promoviendo excursiones sobre túneles del acueducto serán acreedoras a procedimientos jurídicos
– La Secretaría de Medio Ambiente (Secma) invita a respetar esta riqueza natural que coexiste con el viejo acueducto de Morelia, particularmente en la Zona Sujeta a Restauración y Protección Ambiental “Cañadas del Río Chiquito” decretada en el año 2011, con un total de 205 hectáreas, hábitat del ajolote michoacano, especie vulnerable a cualquier alteración de su entorno.
Dicho decreto establece que, quedan prohibidas las actividades que pudieran poner en riesgo el equilibrio ecológico de los elementos que conforman el área, haciendo énfasis en que la Procuraduría Ambiental puede ejercer sus atribuciones contra quienes contravengan estas disposiciones.
Los túneles de las “Cañadas del Río Chiquito” son refugio para especies de suma importancia como el Ambystoma ordinarium, mejor conocido como achoque michoacano, especie sujeta a protección especial por la norma oficial mexicana NOM-059 Semarnat-2010.
Este acueducto y sus túneles, además de su importancia ecosistémica, forman parte de los sitios históricos relevantes de la ciudad de Morelia, no son seguros para su exploración por la humedad a la que se encuentran sometidos durante casi un siglo de existencia, se encuentra dentro del polígono de la Zona Sujeta a Restauración.
Actualmente la Secretaría de Medio ambiente realiza una valoración del sitio para ejecutar medidas de protección del área, tanto para las especies que la habitan como para la ciudadanía, considerando que existe riesgo de derrumbe o accidentes para la población por la antigüedad del mismo.
Respetuosamente se invita a los visitantes a que se promueva las buenas prácticas dentro del área, donde está permitido realizar actividades que no generan un impacto ambiental, como el senderismo o el ciclismo de montaña, entre otras. Conozca estos sitios y aprópiate de ellos desde un enfoque de conservación, no de turismo de aventura.