MENSAJE DOMINICAL
La Ascención del Señor ⛅️
El Evangelio de hoy
Lucas 24, 46-53
En aquel tiempo, Jesús se apareció a sus discípulos y les dijo: «Está escrito que el Mesías tenía que padecer y había de resucitar de entre los muertos al tercer día, y que en su nombre se había de predicar a todas las naciones, comenzando por Jerusalén, la necesidad de volverse a Dios y el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de esto. Ahora yo les voy a enviar al que mi Padre les prometió. Permanezcan, pues, en la ciudad, hasta que reciban la fuerza de los alto». Después salió con ellos fuera de la ciudad, hacia un lugar cercano a Betania; levantando las manos, los bendijo, y mientras los bendecía, se fue apartando de ellos y elevándose al cielo. Ellos, después de adorarlo, regresaron a Jerusalén, llenos de gozo, y permanecían constantemente en el templo, alabando a Dios.
Reflexión
Jesús había dicho a sus discípulos más de una vez que él los amaba a ellos como el Padre le amaba a él, y sus discípulos sabían que el Padre amaba siempre acogiendo y perdonando, como el padre de la parábola del hijo pródigo. Por eso, sabían que Jesús se despedía ahora de ellos bendiciéndoles y perdonándoles. Seguro que el corazón de los discípulos se llenó de amor divino y, mirándolo, se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría. Realmente, la fiesta de la Ascensión ha sido siempre en el mundo cristiano una fiesta alegre, porque imaginamos al Señor subiendo al cielo y bendiciéndonos a los que quedamos en la tierra. Nosotros, en las pequeñas ascensiones nuestras de cada día, mientras tratamos de ascender progresivamente hacia Dios, debemos bendecir a todos nuestros hermanos, aunque algunos de ellos nos hayan fallado en más de un momento.
Oración
Señor Jesús, danos tu Santo Espíritu, para que tengamos el valor para ayudarte a salvar el mundo sirviéndole y construyendo en él tu reino de justicia, verdad y amor. Amén.
Acción
Hoy reflexionaré ¿Cómo he sentido la presencia de Dios en mi vida? ¿Qué he hecho en esos momentos?