EN LA ESPIRAL

Vicente González García

“PARA QUE NUESTRA REALIDAD SOCIAL RECOBRE SU ROSTRO HUMANO, NO BASTAN RESPUESTAS SABIAS” “SE REQUIEREN SABIAS ACCIONES”

Hoy, nuestra realidad social sigue reclamando necesidades concretas, como es, “desentrañar en muchos sentidos y en la mayoría de los ámbitos, ESE VIEJO SISTEMA AUTORITARIO QUE AÚN CONSERVA SU ENTRAMADO JURÍDICO E INSTITUCIONAL”.

Este Sistema, es el mismo que se sigue poniendo de manifiesto en las prácticas políticas que le acompañan, entre otras más, esa galopante corrupción en ciertos campos y, donde, con sus debidas excepciones, muchos actores políticos, ante el reclamo de una sociedad que sostiene y le apuesta a la permanencia del esfuerzo en la búsqueda de consensos de reorientación de iniciativas basadas en principios que permitan mantener, ENTRE TODOS, un rumbo fundamental que tienda a lograr el bien común de forma gradual pero con efectividad.

Así mismo la realidad actual que se vive, reclama, que todo sistema político, en todo momento requiere de un discernimiento activo, a partir de la ética y la moral, para que a partir de un recto razonamiento se pueda delimitar con precisión cuáles cosas deben nutrirse y protegerse y por cuanto tiempo, y a su vez, cuáles requieren una justa modificación.

El rostro a que aspira nuestra realidad, no ha sido otro sino al que se debe reconfigurar entre gobierno y sociedad, una eficaz y auténtica responsabilidad compartida, que le apuesten y pongan todos sus conocimientos y energías en el propósito de la obtención de un soporte educativo y cultural sólido, sustentado en el reconocimiento de los derechos humanos y sus deberes inmediatos, así como en una recta comprensión del bien común y sus propias exigencias.

Es decir, “exige el rostro de una sociedad con igualdad de oportunidades, con trato igualitario y respetuoso para todos los ciudadanos, con leyes que impidan el abuso de los unos sobre los otros”, y, “donde el lucro y la ganancia no ocupen el primer puesto”.

A este respecto, es importante señalar, que la mayor parte de los problemas actuales obedecen a la indiferencia mostrada por legislaciones que en su momento no observaron la necesidad de una refundación constitucional en sus bases jurídico-constitucionales y generales, pero sobre todo, de los valores y el rumbo de su desarrollo económico-social.

¿Por qué se pide dicha refundación? Esto obedece a que a través de los años se generó una precaria gobernabilidad democrática, donde el hombre, sintiéndose absoluto, se olvidó del fundamento en que se encontraba sustentada su autoridad y el poder que se le concedió, pervirtiendo y corrompiendo así su propio ejercicio de autoridad.

Así, en este contexto, queda al desnudo, que la procuración de justicia se dejó en manos de jueces que, en buen número, se dejaron sobornar por grupos de poder, y que, con lujo de prepotencia  pisotearon el derecho de los demás.

De igual forma, se pone al descubierto, que la actividad comercial que desde varias décadas atrás estaba viciada, al entregárseles en charola de plata a los grandes monopolios que, hasta hoy en día no se ha podido desentrañar y lógicamente, se siguen sufriendo sus efectos a través de la ambición y la codicia que no puede desembocar sino en la serie de injusticias que hoy por hoy seguimos padeciendo.

Por ello es que, los  insidiosos y grandes cambios sociales y políticos proclamados pero no cumplidos, aunque tienen sus matices diversos, aunque obedecen a la misma raíz. Y esta, se encuentra en el corazón del hombre y en las estructuras ideológicas, políticas, judiciales, sociales y económicas que los hombres construimos y propiciamos en nuestro entorno.

Estas, sin duda, han sido factor importante en la generación de cansancio, desconfianza abstencionismo y hastío en la población.

Por todo lo anterior, es importante destacar que, “el significado de la palabra “POLITICA” en su comprensión amplia, ES EL ARTE DE GOBERNAR Y CREAR LEYES JUSTAS.

En este mismo contexto de la llamada política gubernamental, quienes han desempeñado algún encargo administrativo; saben perfectamente que deben estar primeramente convencidos de que esto, “REPRESENTA UN COMPROMISO INEXCUSABLE”, COMPROMISO QUE DEBE IR ACOMPAÑADO DEL ENTUSIASMO DE SERVIR A LOS DEMÁS.

Y, este compromiso político adquirido, no sólo debe ENTENDERSE, sino, ATENDERSE. Es decir, LLEVARSE A LA PRÁCTICA, puesto que un compromiso determina (aclara, define y fija) la palabra empeñada, exigente e inexcusable, de tal suerte que en su cabal cumplimiento, conduce a todos los servidores públicos en sus respectivos campos de acción, a que PROMUEVAN Y EJERCITEN EL BIEN COMÚN.

Y, esa práctica del BIEN COMÚN, debe darse sin excusa alguna, a partir del miramiento innegable de la naturaleza del espíritu de servicio que no tiene otro propósito, sino el de privilegiar el progreso y perfección de la justicia mirando el verdadero desarrollo que es el paso para cada uno y para todos y alcanzar el legítimo derecho de pasar de condiciones de vida menos humanas a condiciones más humanas. También, ¡claro está!, observando el respeto de la libertad de las verdades en el campo de acción de todas y cada una de las personas.

Por ello, es de vital importancia subrayar que, países, estados y regiones que se hacen llamar democráticos, pero que carecen de un entramado institucional y cultural establecido en valores y principios basados en la dignidad humana, obviamente que tenderá a degenerar en demagogia y en expresiones políticas contrarias a la libertad y a la justicia.

Por hoy, hasta aquí le paramos sobre este asunto que es de suma importancia para la vida y desarrollo de los pueblos.

Sobre este punto, bien vale tener presente en todo momento que, “el próximo gobernante de México” deberá gobernar para todos y, ¡claro! Debe tener las capacidades morales e intelectuales para que se asegure el BIEN COMÚN.

La Doctrina Social de la Iglesia, nos dice a todos, creyentes y no creyentes, que: “Toda autoridad viene de Dios y el buen gobernante merece apoyo y respeto; pero cuando abusa de su autoridad o poder, es lícito resistirlo y aun cambiarlo. Porque, Estado y Gobierno, sin excusa ni pretexto, deben servir con todos sus medios al hombre.

Por ello, a quienes profesamos la fe católica, y personas de buena voluntad, “nadie puede cerrarnos la boca” si no es a partir de la Verdad Auténtica del Evangelio.

“RECONFIGURAR EL ROSTRO DE UNA SOCIEDAD MÁS HUMANA, ES RESPONSABILIDAD DE GOBERNANTES Y GOBERNADOS”.

“LOS COMPROMISOS POLÍTICOS NO SÓLO DEBEN ENTENDERSE, SINO ATENDERSE SIN EXCUSA ALGUNA”

“NUESTRO COMPROMISO COMO SOCIEDAD DEBE SER EL APOYAR TODAS LAS INICIATIVAS QUE PROMUEVAN Y FORTALEZCAN EL BIEN COMÚN”. “Y TAMBIÉN DEBEMOS TENER SIEMPRE EL VALOR DE ANUNCIAR Y DENUNCIAR TODA INJUSTICIA QUE SE COMETA”.

        ……..Hasta la próxima, si Dios, nos lo permite……

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