EN LA ESPIRAL
Vicente González García
TODA MALA CONDUCTA DEBE SANCIONARSE “DICEN LOS LEGISLADORES” ¿A ELLOS QUIÉN LOS CASTIGA CUANDO VIOLAN LA LEY?
En México, así como en un gran número de países, nunca han faltado las personas que, bajo la investidura de algún encargo público, adopten descaradamente el carácter del “despotismo”. Obviamente que a este tipo de personajes se les puede identificar por la serie de miserias humanas que “destilan por todos los poros de la piel”.
Este tipo de hombres públicos, como bien los describe Josh Billings: “SON COMO LOS HUEVOS: TAN LLENOS DE SÍ MISMOS QUE NADA MÁS LES CABE”.
Para nadie es extraño encontrarse con este tipo de personalidades en los diversos órdenes de gobierno, sobre todo en las áreas administrativas.
Posiblemente muchos se preguntarán ¿por qué en México tiene que subsistir este tipo de injusticias? En parte, la respuesta pudiera ser que ciertas leyes en su origen se descubre “una serie de imprecisiones que son aprovechadas por muchos políticos precisamente para cambiar y burlar las leyes constitucionales”.
Y, es precisamente que, ante tantos remiendos y nuevas reformas elaboradas con doble sentido que irresponsablemente han hecho a la Constitución muchos de los asambleístas, irremediablemente se ha seguido generado un gran número de corruptelas e impunidad que sólo beneficia a un buen número de funcionarios que, para estos, en su carácter autoritario, solamente existe el ansia y devoción por el poder; ese poder que les fascina simple y llanamente por lo que es, “PODER”, y así con ese PODER, hacer bruscamente de los ciudadanos un mero objeto de desprecio con evidentes desplantes de soberbia.
No es nuevo en México que ante este tipo de servidores públicos “apócrifos”, la sola presencia de personas indefensas, hace que de inmediato surja en ellos el impulso de agredirlas, someterlas y humillarlas a placer.
Y, aunque, con las interpretaciones que le dan a las leyes, que astutamente ajustaron a sus bastardos intereses, “¡con gran habilidad se hacen pasar como necios distinguidos catedráticos de la justicia social!”.
De la gran diversidad de políticos corruptos “¿Cuántos cree usted que se atrevan a mirarse en el cristal de sus propios y repugnantes vicios?”.
Esta es, y no otra, la clásica característica de las personas autoritarias. Por ello, es fácil entender el por qué un gran número de políticos y grupos de poder, añoran el pasado creyendo que lo que fue una vez volverá a ser de nueva cuenta, dando la espalda al presente y al futuro previsible, sin querer observar en que su forma de proceder es un crimen y una locura.
Indudablemente la sociedad desea la transformación del país. ¡Sí, pero una renovación sustentada en una dinámica de justicia que no se detenga, más tampoco se desvíe!”.
Este desafío, indiscutiblemente corresponderá asumirlo a las nuevas generaciones, quienes deben prepararse y exigir de los gobernantes, reformas integrales a la Constitución que ofrezcan políticas públicas con bases sólidas y equitativas, que mejoren la impartición de justicia social y perfeccionen los métodos administrativos en beneficio de todos los sectores de la población.
Para conquistar la justicia social, deben parar los atropellos a los derechos inalienables de la persona humana. Igualmente, deberá abandonarse la estrategia de rivalidades partidistas que se encuentran respaldadas más que en la razón y origen de la persona humana, en las ofensas, enfrentamientos, críticas, ataques y burlas.
Dichos métodos equivocados, sólo pueden admitirse en aquellos que carecen de la capacidad de comprensión de los valores fundamentales de la persona humana como son: LA VERDAD, LA LIBERTAD, LA JUSTICIA Y EL AMOR.
Hoy en México, la clase política sigue asegurando que las cosas en materia de justicia social mejoraron notablemente aunque, “la Ley sigue afirmando que las normas jurídicas están hechas para cumplirse, y que es “un deber ser”. Igualmente, las propias normas puntualizan que la conducta del ciudadano debe estar clasificada en “BUENA” o “MALA”, y que, cuando esta sea “MALA”, debe sancionarse.
¡SÍÍ, CÓMO NOOOO¡… Claro…., LOS POLÍTICOS TIENEN TODA LA RAZÓN AL AFIRMAR QUE TODA CONDUCTA MALA DEBE SER OBJETO DE SANCIÓN.
MÁS SIN EMBARGO, ¿PARA QUIÉNES ES CIERTO E IMPLACABLE EL CASTIGO, Y PARA CUÁNTOS NO SE PUEDE HACER EFECTIVA NI SIQUIERA LA MÍNIMA SANCIÓN? ¿ACASO LA LEY ES PAREJA? O, ¿LA IMPUNIDAD YA NO EXISTE?
TODOS LOS QUE VIOLAN ALGÚN PRECEPTO CONSTITUCIONAL, ¿ACASO NO SON INFRACTORES? ¿SÍ?…, y, A LOS POLÍTICOS, a esos que promueven y aprueban las leyes vigentes, y a quienes las ejecutan, ¿ACASO CUANDO VIOLAN ALGÚN MANDATO O DISPOSICIÓN DE LEY, LES APLICAN LAS SANCIONES RESPECTIVAS AUNQUE TENGAN FUERO? ¿ACASO SON SUS PROPIOS SUBORDINADOS QUIENES LOS LLAMAN A JUICIO Y APLICAN LA SENTENCIA CONDENATORIA AFÍN A LA FALTA COMETIDA?
Pero, si la clase política hace las leyes, y si las leyes las arman de tal manera para que en su interpretación se les privilegie y no “enfrentar juicio político alguno”, entonces, ¿ELLOS SÍ PUEDEN ESTAR POR ENCIMA DE LA LEY?
Si esto sigue sucediendo, cuánta razón tienen quienes afirman que en México, “LAS NORMAS DE REPRESENTACIÓN DEL DERECHO, LAS FORMAS DE CONSTRUCCIÓN SOCIAL DEL DERECHO, ¡¡NUNCA SE MIRARON COMO FORMAS QUE DEBÍAN ESTAR POR SOBRE LAS AUTORIDADES PÚBLICAS, POR ENCIMA DE LOS CIUDADANOS, DE TAL FORMA QUE ESTO FUERA UN MARCO EN EL CUAL, ¡¡TODOS!!, CIUDADANOS Y AUTORIDADES REGULÁRAMOS NUESTRAS CONDUCTAS!!”.
Por lo antes expuesto, hay también quienes aseguran que en muchos países, pese a que los gobernantes en su momento firmaron la CARTA COMPROMISO DE RESPETAR la “DECLARACIÓN UNIVERSAL de los DERECHOS HUMANOS”, aún existen sistemas de justicia que funcionan entre comillas.
Esto, a partir de considerar que los caminos por los que se conducen no son los más adecuados, de tal suerte que la mayoría de la población considera que se sigue promoviendo un sistema de inseguridad y sin justicia para nadie, aun que también, donde ¡YA NO SE SABE LO QUE ES VERDAD Y LO QUE ES MENTIRA!
Aquí bien cabe hacer notar lo que se enmarca en un párrafo de los diversos apartados incluidos del documento “QUE EN CRISTO NUESTRA PAZ MÉXICO TENGA VIDA DIGNA” editado y publicado por la CONFERENCIA DEL EPISCOPADO MEXICANO: (….) “No podemos olvidar la realidad del mal en la interpretación de los fenómenos sociales y en la construcción de la sociedad. El hombre posee una naturaleza herida, inclinada al mal, que da lugar a graves errores en el campo de la educación, de la política, de la acción social y de las costumbres, llegando a consolidarse verdaderas “estructuras de pecado”. Hace tiempo que la economía forma parte del conjunto de los ámbitos en que se manifiestan los efectos perniciosos del pecado y, sin duda alguna, estos se han manifestado en una concepción de desarrollo dinamizado por el “afán de ganancia exclusiva” y por “la sed de poder”. Esta manera de entender el desarrollo, como una espiral sin fin, ha llevado a nuestro país y al mundo no sólo a un caos financiero sino a una verdadera crisis humanitaria: el empobrecimiento de multitudes, una cultura de consumo insaciable y una sociedad automatizada por el individualismo”.
Si la clase política y la sociedad entran en un razonamiento ligado a lo anterior, sabrán que es explícito el llamado, a que, el ser humano salga ese ensimismamiento personal; de su vida de embobamiento y de sus alucinaciones, para poder tener una especie de “sensibilidad histórica” y poder apostar por unos valores visibles en la historia terrena, como son: justicia, amor, equidad, respeto, y verdad.
Es pues importante saber que los problemas de ayer y hoy aunque tienen sus modalidades diversas, la raíz suele ser la misma, y esta se encuentra en el corazón del hombre y en las estructuras ideológicas, religiosas políticas, judiciales, sociales y económicas que los hombres construimos y propiciamos en nuestro entorno.
Entonces, ¿Quién desea apostarle a los valores de: JUSTICIA, AMOR, EQUIDAD, RESPETO, Y VERDAD?
Tú, Político que aspiras a un puesto público, y Tú sociedad que estás en contra de todo y a favor de nada, ¿hasta cuándo te decidirás a hacer las cosas con sentido de responsabilidad a favor de tus hijos? ¿Qué mundo quieres legarle? ¿Acaso quieres para ellos ese mundo de odio y mentira como el que estás experimentando?
………Hasta la próxima, si Dios, nos lo permite………..