EN LA ESPIRAL

Vicente González García

“LA EXISTENCIA HUMANA DEBE ESTAR AL CENTRO DEL DESARROLLO LEGÍTMO DE LOS PUEBLOS”

A muchísimas personas, las cosas buenas siempre se nos presentan como de difícil manejo. Esto, como lo anota  el Papa Emérito Benedicto XVI en su Encíclica “La caridad en la Verdad”, a partir del momento en que como seres humanos nos damos cuenta que ninguno de nosotros somos una insignificancia perdida en un universo impensado, sino que somos criaturas de Dios, a quienes Él ha querido dar un alma inmortal y a quienes ha amado desde siempre.

Por ello, insiste Benedicto XVI en su Exhortación Apostólica que: “Si el hombre fuera sólo fruto del azar o la necesidad, o si tuviera que reducir sus aspiraciones al horizonte angosto de las situaciones en que vive, si todo fuera únicamente historia y cultura, y el hombre no tuviera una naturaleza destinada a trascenderse en una vida sobrenatural, podría hablarse de incremento o de evolución, pero no de desarrollo”. Dios –agrega el Pontífice Emérito–, es el garante del verdadero desarrollo del hombre en cuanto, habiéndolo creado a su imagen, funda también su dignidad trascendente y alimenta su anhelo constitutivo de <<ser más>>.

Más adelante, Benedicto VI, haciendo referencia sobre la fuga de capitales de un país a otro, subraya: “En los últimos años se ha notado el crecimiento de una clase cosmopolita (universal) de manager, que a menudo responde sólo a las pretensiones de los nuevos accionistas de referencia (ya citados) compuestos generalmente por fondos anónimos que establecen su retribución. Pero también hay muchos managers hoy que, con un análisis más previsor, se percatan cada vez más de los profundos lazos de su empresa con el territorio o territorios en que desarrolla su actividad”.

Además, citando nuevamente al Papa Pablo VI, señala que el Pontífice de feliz memoria, invitaba a valorar seriamente el daño que la transferencia de capitales al extranjero, al señalar que, por puro provecho personal, puede ocasionar a la propia nación. Y, que el San Juan pablo II advertía que invertir tiene siempre un significado moral, además de económico.

Por tanto, añade Benedicto XVI, “Se ha de reiterar que todo esto mantiene su validez en nuestros días a pesar de que el mercado de capitales haya sido fuertemente liberalizado y la moderna mentalidad tecnológica pueda inducir a pensar en invertir es sólo un hecho técnico y no humano ni ético.

Así, tras considerar que no se puede negar que un cierto capital puede hacer el bien cuando se invierte en el extranjero en vez de en la propia patria, sostiene que “deben quedar a salvo los vínculos de justicia, teniendo en cuenta también cómo se ha formado ese capital y los perjuicios que comporta para las personas el que no se le emplee en los lugares donde se ha generado”.

Hoy, para un sinnúmero de creyentes, parece incalificable el que se siga desarrollando una descarada y monstruosa rudeza excesiva sobre EL DON DE LA VIDA, aún cuando  los autores de tales crímenes de sobra conocen que la existencia humana debe estar al centro del legítimo desarrollo de los pueblos.

Más, si lo antes citado fuera poco, muchas Legislaciones y Organizaciones no Gubernamentales contrarias a la a la vida, y abonando un poco más a incrementar el índice de desigualdades, por su parte, estas siguen argumentando que se debe reducir el número de los nacimientos, porque el mundo está sobre poblado, a tal grado que ya se aproxima el tiempo en que los alimentos del mundo serán insuficientes para seguir dotando de comida a tantos millones de estómagos hambrientos.

Todo lo que anuncian estos grupos con visiones egoístas, encierran una descomunal mentira para seguir justificando su afanoso y endiosado proyecto de acumulamiento de riqueza y poder a costa de la miseria y hambre de justicia de millones de familias que, al carecer de la oportunidad de un empleo justamente remunerado, siguen careciendo de los medios más necesarios para llevar una vida digna.

“¡¡HAY DE TODO SUFICIENTE PARA LA SUBSISTENCIA DE TODOS LOS SERES HUMANOS, PERO NO LO SUFICIENTE PARA LA EXAGERADA AVARICIA DE TODAS AQUELLAS PERSONAS QUE LUCRAN CON EL HAMBRE Y LA IGNORANCIA DE LOS MÁS NECESITADOS!!”

Sin embargo, la ambición desmedida del dinero y el poder de grupos amantes de ideologías de un exclusivo acomodamiento materialista e inercia acumulativa que solamente despliegan su pensamiento irreligioso en medio de sus propias tinieblas, y sus prácticas filosóficas en sus lloriqueos repugnantes, “SÓLO SON CAPACES DE HACER PASAR POR VERDAD LO QUE ES MENTIRA; de RECUBRIR Y DISFRAZAR DE APARIENCIA CRISTIANA LAS FORMAS DE RAPIÑA TEMPORAL YA DESDE MUCHO TIEMPO EXTRAÑAS AL ESPÍRITU CRISTIANO”.

Pero, ¿por qué no echamos un vistazo a nuestro entorno, y también a nosotros mismos? Es decir, ¿por qué no miramos qué señales emite la sociedad de la que formamos parte para estar ciertos si tales señales evidencian por ventura, al menos algún vestigio de fe en las palabras de Cristo? 

Igualmente, por qué no preguntarnos: ¿En verdad nos estaremos guiando a partir de sus criterios, en sus soluciones, y sus promesas?.., o simplemente decir que ¿No le creemos?

De acuerdo a los síntomas que nos presentan los tiempos actuales, es evidente que estamos procediendo como si Jesucristo no se hubiera esmerado en transmitirnos sus enseñanzas que son de Vida Eterna.

Esto, es una realidad que nos duele hasta las entrañas ¡¡Sí!, ¡¡claro que nos duele!! Más sin embargo, ¿Qué es lo que ingerimos o tragamos día a día para fortalecer el cuerpo?

¿Acaso será ese tipo de alimento enloquecedor que nos hace gritar con voz estruendosa y  amargada desde el centro de la oficina de nuestras mentes enfermizas e insaciables de  dinero, poder y prestigio con un ¡¡YA BASTA?!!… ¡¡ ¿YA NO PODEMOS MÁS?!! 

Ese tolerado y deshumanizado rostro que presentamos como sociedad, y al que aún seguimos azotando con nuestra indolente incapacidad y debilidad hacia los apegos del dinero, el poder y el prestigio, tal parece que no puede abrazar otro tipo de comida. Es decir, nos sucede lo que al huevo  “ESTAMOS TAN LLENOS DE SÍ MISMOS QUE YA NO NOS CABE NADA MÁS”.

¿Y EL ESPÍRITU?… Bueno, conforme a las palabras de Cristo, la preocupación del alimento es una pesadumbre engañosa y aparente, producto de pensamientos gratuitamente angustiados.

SE SABE CABALMENTE, QUE LA PRODUCTIVIDAD ALIMENTICIA, EN MUCHOS DE LOS CASOS SE SIGUE RETENIENDO, Y MÁS AÚN, VACIÁNDOSE A LAS PROFUNDIDADES DEL MAR, CON EL PROPÓSITO DE ESTABLECER Y CONSERVAR ORDENAR LAS FINANZAS A LOS INTERESES DE LOS PODEROSOS.

Quienes hayan viajado en avión de una ciudad a otra, pueden comprobar que la sobrepoblación es “UNA GRAN FALACIA”, porque pueden y han podido comprobar quienes ya lo han hecho, que los cerros y montañas están en su gran mayoría despoblados.

EN LA CARTA DEL APÓSTOL SANTIAGO (Capítulo 5, Versículos de 1 al 6), JESÚS nos dice: “Ahora les toca a los ricos: lloren y laméntense porque les han venido encima desgracias. Los gusanos se han metido en sus reservas y la polilla se come sus vestidos, su oro y su plata se han oxidado. El óxido se levanta como acusador contra ustedes y como un fuego les devora las carnes. ¿Cómo han atesorado, si ya eran los últimos tiempos?

El salario de los trabajadores que cosecharon sus campos se ha puesto a gritar, pues ustedes no les pagaron; las quejas de los segadores ya habían llegado a oídos del Señor de los ejércitos. Han conocido sólo lujo y placeres en este mundo, y lo pasaron muy bien, mientras otros eran asesinados. Condenaron y mataron al inocente, pues ¿cómo podía defenderse?

¿A QUÉ LE APOSTAMOS CADA UNO DE NOSOTROS EN ESTA VIDA PASAJERA?

                ……Hasta la próxima, si Dios, nos lo permite……..

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