Asegura el dirigente del partido guinda que la candidata o candidato en 2024 será producto de un ejercicio democrático, no de una imposición presidencial

Más allá de los deseos y los trajes a la medida que las corcholatas presidenciales quisieran tener, las reglas y fechas de la contienda interna en Morena son claras. Habrá piso parejo y eso de los favoritismos es parte del imaginario colectivo. No existen. 

Con esa claridad se refiere Mario Delgado al proceso que vive su partido, de cara a la sucesión presidencial de 2024. 

Y anticipa el dirigente nacional del partido guinda que no habrá renuncias anticipadas entre las corcholatas que ocupan algún cargo en el gobierno federal y el Congreso. 

En un encuentro con directivos, columnistas y conductores de El Heraldo de México, Delgado delineó la ruta que seguirán para elegir al nominado o nominada. 

Todo se definirá después de las elecciones del 5 de junio en el Estado de México y en Coahuila. 

Después de esa fecha se abrirá una convocatoria para que se inscriban quienes quieran competir por la candidatura y, de esa lista, el Consejo Nacional elegirá a los más idóneos. 

Posteriormente, entre julio y agosto, se realizará una encuesta más formal de donde, se prevé, saldrán los finalistas que, en fecha por definir, se medirán en una o más encuestas finales. 

Se desconoce aún la fecha de este último ejercicio, aunque lo cierto es que en noviembre Morena debe tener candidata o candidato. Tanto el número de encuestas como si habrá o no debate entre las corcholatas son temas que están por definirse. 

Piensa Delgado que existen altas posibilidades de que sea más de un sondeo final, pero no 10 como lo propone Ricardo Monreal. Y sobre el debate, están por definir el formato, porque no se trata de que los aspirantes critiquen a la 4T, sino que hablen de su proyecto de gobierno, su visión de las cosas para los próximos años. 

Definido todo eso con claridad, no esperan en Morena que haya renuncias anticipadas entre Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López o Monreal. 

Todos, reitera Delgado, podrán participar en igualdad de circunstancias y la candidata o candidato será producto de un ejercicio democrático, no de una decisión presidencial. De eso podemos tener certeza, aseguró. 

•••

Definida la candidatura presidencial en Morena, vendrá otra de las tareas complicadas para su dirigente: determinar el método de elección en la CDMX, definir si será hombre o mujer, y, lo más complicado, la decisión personal de si participa o no para buscar la nominación. 

Comenta que está contento con el papel que desempeña por ahora en las definiciones que vienen en la Presidencia y nueve gubernaturas, incluida la capital, pero también acepta que no le disgusta ser candidato, más aún cuando aparece entre los favoritos de las encuestas. 

No está tomada la decisión aún, pero si se presenta la oportunidad de buscar la jefatura de gobierno estará en la disposición de hacerlo, porque, desde su perspectiva, Morena tiene que cambiar la forma de hacer política en la ciudad. 

•••

El Estado de México será uno de los primeros obstáculos que debe librar Morena rumbo a 2024 y, según sus cálculos, tienen todo para ganar con Delfina Gómez. 

Es la visión de su dirigente nacional, quien asegura que la maestra lleva 20 puntos de ventaja sobre la priista Alejandra del Moral. 

La fuerza de su partido la ve en gran parte de la entidad mexiquense, particularmente en las zonas alejadas de la CDMX y, si acaso, hay una zona de riesgo: el llamado “corredor azul”. 

Pero es optimista. Lo considera algo superable porque el PRI ya llegó a su fin en la entidad mexiquense, más cuando el gobernador, Alfredo del Mazo, se comprometió a no meter la mano en las elecciones.