POLÍTICA EXTERIOR MEXICANA SE CONDUCE DE MANERA ERRÁTICA: ALEJANDRO MORENO

  •     En esa materia “no hay ruta ni visión de país, solo una gran ansia de protagonismo y conflicto”, aseguró el Presidente Nacional del tricolor.

Alejandro Moreno, Presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Revolucionario Institucional (PRI), afirmó que la política exterior de México se conduce de manera errática y visceral desde las “mañaneras”, destruyendo todo lo que el día anterior el Servicio Exterior logró edificar con base en el interés, estrategia y objetivos nacionales.

Aseguró que, en esa materia, “no hay ruta ni visión de país, solo una gran ansia de protagonismo y conflicto”.

Expresó preocupación por el hecho de que el gobierno pretende desviar la labor de los consulados que la sociedad mexicana financia para la protección de los connacionales en Estados Unidos, hacia actividades proselitistas en la política estadounidense, cometiendo no solo la desviación de recursos públicos, sino generando un grave conflicto con nuestro principal socio comercial.

El líder nacional del tricolor criticó que mientras en el orden interno se exige respeto a la autodeterminación de las y los mexicanos, en el exterior se pretende influir en el rumbo de asuntos ajenos, demostrando una grave falta de coherencia que no afecta a un individuo o un partido, sino a todo el país.

Señaló que desde 2018, los principios de política exterior se ha pretendido aplicarlos de manera caprichosa y selectiva, cometiendo graves arbitrariedades con países hermanos como Perú y España, y siendo omisos ante la invasión rusa de Ucrania y entrometiéndose en la política interna de países como Estados Unidos.

En un posicionamiento sobre la conducción del gobierno actual hacia el exterior, el Presidente Alejandro Moreno recordó que el Artículo 89 de la Constitución establece los 8 principios en los que el Ejecutivo debe basar la conducción de la política exterior.

Indicó que esos principios son: la autodeterminación de los pueblos; la no intervención; la solución pacífica de controversias; la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales; la igualdad jurídica de los Estados; la cooperación internacional para el desarrollo; el respeto, la protección y promoción de los derechos humanos y la lucha por la paz y la seguridad internacionales.

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