Día del Padre
Desde tiempos ancestrales, la figura materna ha ocupado un lugar central en la sociedad mexicana, siendo considerada como el pilar del hogar y la familia. La influencia de la religión católica, que venera a la virgen María como madre por excelencia, también ha contribuido a exaltar la figura de la madre en la cultura mexicana.
Carolina Gómez Vinales
Hoy se celebra en México el Día del Padre. La idea de celebrar esta fecha surgió en 1910, encabezada por Louise Smart Dodd, una mujer estadunidense que intentaba lograr el reconocimiento del papel de los padres en la sociedad. En el caso de México, la celebración comenzó en los años 50, aunque sólo en los centros escolares, y fue hasta 1972 que se oficializó que las celebraciones para los padres se efectuarían el tercer domingo de junio.
Y a todo esto, ¿qué significa ser padre? De acuerdo con el diccionario es el varón que ha engendrado uno o más hijos. Según la religión católica, Padre (escrito con mayúscula inicial) es la primera persona de la Santísima Trinidad. Dios es, de acuerdo a esta creencia cristiana, Padre, Hijo y Espíritu Santo. En tanto que la ley señala a la paternidad como la filiación o el vínculo jurídico que existe entre dos personas en la que una desciende de otra, tal como sucede entre padres e hijos. Este vínculo surge como consecuencia de hechos biológicos (hoy en día se contemplan algunos casos de reproducción asistida) y/o de actos jurídicos (la adopción se iguala al parentesco por consanguinidad entre padres e hijos).
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, en México hay 44.9 millones de hombres de 15 años y más. De ellos, 21.2 millones (47%) se identificaron como padres de al menos una hija o un hijo que reside en la misma vivienda. La edad promedio de los padres fue de 45 años. El 25% de la población que reportó ser papá, tenía entre 30 y 39 años y 26% indicó tener entre 40 y 49 años. De los padres de familia, 56% contaba sólo con estudios de educación básica, 21% con nivel medio superior, 19% con estudios de nivel superior y 4% indicó no tener escolaridad alguna. Del total de padres, 18.4 millones pertenecían a la Población Económicamente Activa (PEA). De ellos, 97% estaba ocupado en alguna actividad económica.
En México, la celebración del Día de las Madres y del Día del Padre se distingue no sólo por la fecha en que se conmemoran, sino también por la magnitud y la forma en que son festejados. Una de las razones más destacadas que explican esta disparidad radica en la tradición cultural arraigada en México. Desde tiempos ancestrales, la figura materna ha ocupado un lugar central en la sociedad mexicana, siendo considerada como el pilar del hogar y la familia. La influencia de la religión católica, que venera a la virgen María como madre por excelencia, también ha contribuido a exaltar la figura de la madre en la cultura mexicana. Por lo tanto, el Día de las Madres se ha convertido en una celebración profundamente arraigada en la cultura y en las tradiciones del país.
En algunas sociedades, los roles de género tradicionales han asignado a las madres un papel más prominente en el cuidado y la crianza de los hijos. Esto ha llevado a una mayor valoración de la maternidad y, por lo tanto, a una celebración más destacada del Día de la Madre. Sin embargo, los roles de género están evolucionando y cada vez más padres asumen responsabilidades de crianza compartidas.
Con motivo de todo esto, les comparto que hace unas semanas tuve una bonita experiencia, me invitaron a dar una charla sobre los riesgos de las redes sociales en la infancia y la adolescencia. Cuando el organizador me invitó, me dijo que sería una charla de máximo una hora “para papás”. Me fui con esa idea tradicional y al llegar al auditorio, tuve una agradable y original sorpresa. En efecto: era sólo para “papás” porque no estaban las mamás. Después de unos minutos de confusión, entendí que cuando nos referimos al papá y la mamá de alguien, les decimos “los papás” y nunca se les dice “las mamás”. Así que mañana es el Día del Padre, del papá, papi, papito, pa’, pero no de las mamás luchonas. ¡Felicidades!