EN LA ESPIRAL    

   

Vicente González García

¿TODO SE PUEDE HACER, EN TANTO NO LLEGUEN LAS ENFERMEDADES O LA MUERTE?

Siendo el hombre un ser espiritual y corporal, necesita de casa, vestido y sustento para la vida personal y familiar.

Frente a esta indudable realidad, no somos pocos los que para alcanzar estos objetivos, nos sumergimos en una gran batalla por lograr no solamente la obtención básica de estos bienes, sino que, siempre nos parece insuficiente lo que tenemos, y constantemente vamos por más y más, al grado de hacer de nuestra existencia una máquina insaciable por la obtención de todo tipo de bienes materiales.  

En esta lucha insaciable, desde luego, somos muchos los que utilizamos ciertos procedimientos inmorales para agenciarnos no solamente lo necesario, sino que, le damos rienda suelta a la inagotable codicia, empapándonos de ella hasta la médula de los huesos.

Y, claro que, los procedimientos para la obtención de la riqueza y poder, aunque no vayan de acuerdo con las enseñanzas de la Doctrina Social de La Iglesia Católica, y pertenezcamos a ella, los llevamos a la práctica sin objeción alguna.

Así pues, entre la diversidad de métodos ilegítimos que utilizamos para agenciarnos lo que ambicionamos, los más comunes, son: el robo, la estafa, la extorsión, y los préstamos con usura, entre otros más.

Sin embargo, la Doctrina  Social de la Iglesia Católica, sigue instruyendo y exhortando al hombre para que, trabajando serenamente en busca de esos bienes que son necesarios para su subsistencia temporal aquí en la tierra, colabore también en la instauración del Reino de Dios en este mundo.

Y, claro que, siempre ha habido personas que  atentas a la observancia de esta orientación, poco a poco logran alcanzar esos frutos como son, la propiedad de los bienes materiales indispensables para su sustento personal y familiar para el presente, futuro inmediato, y aún, si así se requiere, para la enfermedad y senectud.

Esto, desde luego, ES CUESTIÓN DE FE.  Y, la FE, implica creer; y creer, es confiar; es decir, tener confianza en alguien a quien se conoce que no miente, que no engaña, que siempre cumple lo prometido.

En este contexto, en el Capítulo 10, versículo 3, del Libro de los Proverbios, nos ilustra de forma clara y contundente: ”YAHVÉH NO PERMITE QUE EL JUSTO PASE HAMBRE, PERO RECHAZA LA CODICIA DE LOS MALOS”.

Por ello, con gran espíritu, El hoy Pontífice Emérito BENEDICTO XVI, al citar de forma reiterada en su Encíclica “LA CARIDAD EN LA VERDAD”, la Carta pastoral del PAPA PABLO VI,titulada    “Populorum  progressio”,  ysubrayar la visión que tenía el Pontífice de feliz memoria, con fidelísimo discernimiento sobre el contenido de la misma, puntualiza que: “(…)<<LO QUE CUENTA PARA NOSOTROS ES EL HOMBRE, CADA HOMBRE, CADA AGRUPACIÓN DE HOMBRES, HASTA LA HUMANIDAD ENTERA>>. Destaca también que: “La fe cristiana se ocupa del desarrollo, no apoyándose en privilegios o posiciones de poder, ni tampoco en los méritos de los cristianos, que ciertamente se han dado y también hoy se dan, junto con sus naturales limitaciones, sino sólo en Cristo, al cual debe remitirse toda vocación auténtica al desarrollo humano integral”.  Concluyendo que: EL EVANGELIO ES UN ELEMENTO FUNDAMENTAL DEL DESARROLLO porque, en él, CRISTO, “en la misma revelación del misterio del Padre y de su amor, manifiesta plenamente el hombre al propio hombre”45. (CONC. ECUM. VAT. II, Const. Past. Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo actual, 22)

Por lo antes expuesto, adentrémonos a la realidad que vivimos, e ilustrémosla con una narración (¿?), que posiblemente nos ubique en el centro de nuestras respectivas responsabilidades, y  en el solo propósito de conseguir lo necesario para llevar una vida digna, evitando al máximo caer en las tentaciones de los negocios ilícitos.

Hace algunos años atrás, dialogando con un grupo de personas sobre la importancia que reviste el llevar una vida cómoda, para estar en sintonía con la era moderna, sin que nadie lo notase se acercó una persona a nosotros, y sin más nos preguntó si alguien deseaba formar parte de una empresa.

Los requisitos, nos dijo, eran sencillos de cumplir. El principal, consistía en tener la  capacidad y valentía para cargar y custodiar un paquete de esencias vitales, conduciéndolo a su destino final.

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El contenido de ese paquete, nos aclaró, era invaluable, por lo que precisó que, si aceptábamos este trabajo no debíamos tener el menor descuido; y que en todo momento debíamos estar alertas para que nadie dañara el paquete, y mucho menos su contenido, porque, nos explicó: “son obras maestras de valor infinito y solamente se fabrican en mi empresa”.

Si dan cabal cumplimiento a esta misión, nos dijo, obtendrán como pago todo lo necesario para llevar una vida tranquila y sin preocupaciones.

Es más, –nos aseguró–,

—Cuando tengan algún problema, solamente, háblenme y les ayudaré a resolver cualquier aprieto por difícil que parezca.

—Para que no se les dificulte el viaje, y  mi encargo llegue a su destino sin problema alguno, agregó, elijan a otra persona de su confianza para que les ayude; el camino es largo, pero, lógicamente que tendrán sus descansos razonables, y una sana alimentación.

—En fin, les facilitaré  todo lo necesario para esta gran misión.

—Ahhh, pero, ¡¡eso sí!!, no pueden viajar en avión, ni en autobús, por la razón de que, en este tipo de transportes perderían de vista el paquete y su contenido, pues, este se iría en el portaequipaje y podría extraviarse, o alguien más podría robarlo.

CUANDO ACEPTAMOS, NOS DIJO:

—Aquí tienen un vehículo nuevo; les entrego también todo tipo de herramientas y refacciones, y el dinero suficiente para que, al momento que detecten alguna falla en el vehículo puedan solucionarla y seguir adelante sin el menor contratiempo.

—¡¡Oiga!!, –le hicimos saber–,

—¡¡Nadie sabemos de mecánica!!. Y, de inmediato nos aseguró: —-¡¡Esto no debe preocuparles, porque en el lugar donde necesiten ayuda para resolver la mínima falla, ahí estará un profesional que les solucionará el problema!

—¡¡Ahhh!!, antes de que emprendan el viaje, les encargo, que ¡¡por favor, diariamente, se comuniquen conmigo y me informen en que condición se encuentra mi encargo y ustedes también, pues, si necesitan algo más, dárselos en el momento más oportuno.

—¡Claro que sí, Señor!, contestamos…

—Bueno, pues, adelante.

—Recuerden que ¡¡Esto es un compromiso real!!…,

—¡¡YO SIEMPRE CUMPLO LO QUE PROMETO!!..

—¡¡Pidan referencias mías a los que ya han trabajado y siguen trabajando en mi empresa, para que les digan si es que alguna vez les he fallado en la mínima cosa de lo que les ofrezco como pago por sus trabajos!!

—¡¡Nos basta su palabra, contestamos, porque, tan  sólo al escuchar su palabra, esta nos da una confianza indescriptible.

—Inmediatamente, fuimos por nuestra compañera, porque, ¡¡qué mejor disfrutar de este viaje con quien uno más se identifica y quiere!!

—Hicimos todos los arreglos pertinentes, acomodamos el paquete en un lugar seguro, y donde no lo perdiéramos de vista ni un solo instante.

—Como buenas parejas, todos emprendimos el viaje.

—Los primeros días, nos comunicamos con el empresario y le informamos que todo estaba bien. Sin embargo, pasado algún tiempo, la comunicación con este gran hombre, fue disminuyendo por parte de algunos de nosotros, hasta que finalmente, sólo nos dedicamos al puro deleite, complaciéndonos todos nuestros gustos y caprichos, total, si algo salía mal, con una mentirilla piadosa convenceríamos al Señor que nos confió esta tarea.

Como el dinero que nos entregó era bastante, nos embriagábamos. Pasábamos días y noches metidos en bares, ingiriendo de todo hasta perder el conocimiento. Peleábamos con nuestras mujeres…, ¡¡Es más!!.., yo recuerdo bien que mi mujer y yo abordamos el vehículo, lo encendí, y cegado por la ira por los choques verbales que constantemente tenía con mi compañera, llegamos al forcejeo y  perdí el control del volante.

Nos impactamos en una columna de concreto, de esas que sirven como soporte para los puentes.

—Afortunadamente, ambos salimos ilesos. Pero, ahí, entre gritos y ofensas, ¡¡cada quien decidimos agarrar por caminos diferentes!!

Y, a decir verdad, me sentí demasiado mal porque, ¡Sí!  ¡¡El compromiso que habíamos adquirido de llevar a buen puerto, “el paquete de esencias vitales”, nos valió un soberano sorbete!!

—Pasados algunos años, y como siempre mi conciencia no me dejaba descansar por haber fallado en esa gran encomienda, pues, un buen día pensé:

—¡Bueno, no soy el primero ni el último que quebranta un compromiso!

—¡¡Aquí en este mundo, todos hacen sus tranzas!!.

—¡Total, el día que me encuentre con el Hombre, le diré que todo fue culpa de la mujer que llevé como compañera para el camino!

—¡¡Estaba metido en esos pensamientos, cuando escuché que alguien tocó a la puerta de mi casa!! Me encaminé, y abrí la puerta… ¡¡Mi cuerpo se estremeció totalmente!!..

—¡¡Ahí, frente a mis ojos, se encontraba el Señor dueño de la empresa, y al lado de él, mi compañera de viaje!!, y sin más, el Hombre preguntó:

—¿Qué sucedió con mi encargo? ¿Dónde está?

—¡¡Yo, apenas sí pude articular palabra para decirle:

—Es que…., nos impactamos…,perdimos el vehículo…, ella, la que está a tu lado, tomó la decisión de alejarse de mí.., jamás supe más de ella…y….

—¡Cállate! —me dijo—, ¡¡“Aquí tengo anotado todo lo sucedido, y más de lo que tú imaginas”!!

—¿Dónde está ese paquete que en confianza deposité en tus manos y en las de esta mujer?

—Bu..b..u..e..n.ooo…, –casi no podía hablar–,

—Es que….. ¡No sé dónde se quedó! ¡Pero se quedó adentro del vehículo!

—¿Acaso no pudiste llamarme y entregármelo, ya que no pudiste llevarlo a su destino?

—Es q..u..e, la verdad, ¡estaba muy pesado el encargo!, y pues, ella, no me quiso ayudar……cómo querías que…..

—¡¡¡No soporto tantas mentiras!!!…Tú y Ella, son unos irresponsables….

—¡Mejor hubiera sido que no hubieras aceptado mi oferta de trabajo, y así habérsela entregado a otras personas que sí saben lo que es tener sentido de responsabilidad!

—¡Mira lo que está detrás de mí!…., ¡esto fue lo que hicieron los dos!  ¡¡En el paquete iban nada menos que sus hijos!!, esos hijos que en la realidad ¡¡“SON MIS HIJOS”!!, porque solamente hice confianza en ustedes y se los entregué para que los cuidaran, los alimentaran, los educaran, y los formaran como personas de bien. Por esa razón les di todo lo necesario para que no tuvieran ningún problema.

—¡¡¡Dos de ellos los rescaté del espejismo de felicidad que ofrecen las drogas, a otros más, del vicio inmoral de la prostitución, del alcoholismo y tantas perversidades más de las que ustedes siguen fomentando y de las que forman parte!!!

—¡¡¡Miren nada más cómo los han humillado y maltratado!!!

—¡¡¡Mírenlos a la cara!!! ¿No se avergüenzan de lo que hicieron?….

—¡¡¡Yo, no tolero a los cobardes, y menos a los tibios como ustedes!!!  ¿Les habría gustado que les hubiera sucedido lo mismo a ustedes?

Mucho, de lo que se dice aquí, engloba toda una gama de satisfactores para hombres y mujeres que viven en la época modernista. Y se trata, ni más ni menos, de algo que es, a la vez, concepto, simplificación, funcionalidad, meta, posesión, pasión, causa y efecto; ¡¡¡EL DINERO!!!

Y la unidad familiar, los hijos, y la sociedad? ¿Acaso importan tanto como para dejar de disfrutar viendo las cuantiosas ganancias que nos dejan los negocios que, algunos dicen, dizque son ilícitos? ¿Valdrá la pena desperdiciar el tiempo en educar y formar a los hijos, y no disfrutar de los placeres que ofrece este mundo donde, el que no tranza no avanza?

¡¡¡Todo se puede hacer (¿?), en tanto no lleguen las enfermedades o la muerte!!!

       …….Hasta la próxima, si Dios, nos lo permite……

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