EN LA ESPIRAL


Vicente González García
“LA IGLESIA NO ESTA LIGADA A NINGÚN PARTIDO POLÍTICO PERO TIENE EL DERECHO DE PREDICAR Y ENSEÑAR CON AUTÉNTICA LIBERTAD SOBRE MATERIAS DEL ORDEN POLÍTICO”
En los diversos escenarios de la vida pública y social, aún siguen surgiendo voces que afirman tajantemente que “LA IGLESIA NO DEBE INTERVENIR EN LA POLÍTICA”. Esto, claro, sin precisar qué es lo que entienden por “IGLESIA” y qué por “POLÍTICA”, para luego articular insultos éticos.
Esta confusión (¿?) no es privativa de alguna clase social, sino que afecta lo mismo a campesinos que a obreros y empresarios; igualmente a profesionistas que a funcionarios públicos y miembros de las instituciones político-partidistas, incluso, también se reconoce su presencia en algunos núcleos de la propia comunidad eclesial. (Dimensión Política de la Fe).
Pero, pese a tales afirmaciones, es importante precisar que, Cuando se afirma que “LA IGLESIA NO DEBE INTERVENIR EN POLÍTICA”, quienes así lo aseguran, el término “IGLESIA”, LO ENTIENDEN DE FORMA REDUCCIONISTA.
El término IGLESIA debe entenderse como “PUEBLO DE DIOS”, “COMUNIDAD DE CREYENTES” o “DISCÍPULOS DEL SEÑOR”, y no sólo debe comprender al Papa, los Obispos y Sacerdotes.
Sin embargo pese a las afirmaciones que se hacen en torno a lo que se argumenta respecto a la IGLESIA y a la POLÍTICA, es importante conocer a cabalidad que: “IGLESIA SOMOS TODOS LOS BAUTIZADOS EN CRISTO y QUE LO HEMOS ACEPTADO COMO SEÑOR y SALVADOR; igualmente. “TODOS LOS QUE HABIENDO ESCUCHADO SU PALABRA TRATAMOS DE VIVIRLA EN COMUNIÓN CON SUS LEGÍTIMOS PASTORES”.
Iglesia pues, somos, los campesinos, obreros, estudiantes, amas de casa, funcionarios públicos, políticos, profesionistas, etc., etc., QUE PROFESAMOS LA FE CRISTIANA, y que movidos por ella nos empeñamos en hacer presente la totalidad de nuestra fe en la totalidad de nuestras vidas.
Todos somos tan realmente Iglesia como lo son los miembros que conforman el magisterio de la misma. Es decir, el Papa, los Obispos, Diáconos y presbíteros, etc., etc.
Entonces, ¿es cierto que el clero no debe intervenir en política? El Episcopado Mexicano siempre ha respondido a esta duda que muchos tenemos.
“Recordamos una vez más, que es válido en las ciencias sociales el doble significado de la palabra “POLÍTICA”.
La política en sentido amplio se refiere al bienestar general de la sociedad y abarca lo correspondiente a los valores fundamentales de la persona y las comunidades. En este sentido amplio LA POLÍTICA interesa a todos los organismos intermedios como son, sindicatos, universidades, etc., y, por lo mismo, también interesa a la IGLESIA como comunidad y a nosotros los obispos, como promotores de los valores humanos y cristianos que deben inspirar el orden temporal.

La POLÍTICA en sentido estricto es la acción de grupos de ciudadanos que se proponen conseguir y ejercer el poder público para resolver las cuestiones sociales, económicas, culturales y políticas del país, según sus propios criterios e ideologías. Es la llamada “política de partido”. Este campo no es propio de los Obispos y Sacerdotes, sino corresponde a los seglares como miembros responsables de la sociedad civil. Ellos deben participar en la constitución, organización y apoyo de partidos políticos según sus criterios, ideología y estrategias para alcanzar sus legítimos fines. (Orientación Pastoral del Episcopado Mexicano, 12 de Diciembre de 1987).
La IGLESIA no está ligada a ningún partido político, pero tiene el derecho de predicar y enseñar con auténtica libertad también sobre materias referentes al orden político.
(Algunas enseñanzas de San Juan Pablo II sobre nuestra responsabilidad personal, eclesial y social) (Segundo viaje Pastoral a México, Mayo de 1990).
“…La Iglesia, por razón de su misión y de su competencia, no se confunde en modo alguno con la comunidad política ni está ligada a sistema político alguno” (G. S. 76) (Gaudium et Spes)”. “Mostraría un gran desconocimiento de la naturaleza de la Iglesia, quien pretendiera identificarla con un sistema o, si se prefiere, con un partido político”.
“Sin embargo, esto no significa que la IGLESIA no tenga nada que decir a la comunidad política, para iluminarla desde sus valores y criterios del Evangelio. A ella corresponde por su propia misión, agrega el Concilio, predicar la fe con auténtica libertad, enseñar su doctrina social, ejercer su misión entre los hombres sin traba alguna y dar su juicio moral, incluso sobre materias referentes al orden político, cuando lo exijan los derechos fundamentales de la persona, la salvación de las almas (ibid) (discurso a los Obispos de México, 12 de Mayo de 1990, NN. 942-493)”.
Por todo lo anterior “LA IGLESIA aprecia el sistema de la democracia, en la medida en que asegura la participación ciudadana en las opciones políticas y garantiza a los gobernados la posibilidad de elegir y controlar a los gobernantes, o bien la de sustituirlos oportunamente de manera pacífica” (CA 46).
….Hasta la próxima, si Dios nos lo permite…….

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