Estancamiento: en materia de empleos, Michoacán sigue sin levantar la cara ante la pandemia de COVID-19
De los 15 meses que han pasado desde que comenzó la contingencia sanitaria, en marzo de 2020, 9 han presentado cifras a la baja y continúan sin percibirse señales reales de recuperación
Morelia, Michoacán. Contrario al comportamiento observado en otras regiones del país, la generación de empleo en Michoacán entró en fase de crisis y durante el mes de mayo volvió a perder mil 667 trabajos, para acumular 9 mil 126 plazas formales menos desde que inició la pandemia.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de los quince meses que han pasado desde que comenzó la contingencia sanitaria, en marzo de 2020, nueve han presentado cifras a la baja y continúan sin percibirse señales reales de recuperación.
Para el Colegio de Economistas del Estado de Michoacán (CEEM), la situación del empleo en Michoacán es que se encuentra “colapsado”, escenario en el que convergen tanto la problemática financiera derivada de la pandemia de la COVID-19, como una inercia negativa que mantenía una desaceleración en este rubro desde 2018.
Sólo entre enero y mayo del presente año el estado ha perdido 2 mil 957 empleos formales y se encuentre entre las cuatro entidades más afectadas, después de Veracruz, Cuidad de México y Oaxaca. Sin embargo, la tendencia negativa es más longeva. La pandemia de COVID-19 en 2020 dio la puntilla a la reducción que se venía observando en el mercado de trabajo formal de Michoacán en los tres últimos años”, indicó sobre el tema Heliodoro Gil Corona, coordinador de Proyectos Estratégicos del CEEM, ya desde 2019 la generación de empleo ha venido a la baja. “Esta tendencia parece que se prolongará en 2021”, apuntó.
Pronóstico gris para 2021
Con una necesidad de creación de 52 mil empleos anuales en Michoacán, en términos de la cantidad de población económicamente activa que se suma cada año además de la recuperación de plazas que se requiere, el Colegio calcula que en el mejor de los casos la entidad terminará con 7 mil plazas creadas durante 2021, siempre y cuando se consoliden tanto la estrategia de vacunación como la recuperación de la actividad productiva.
Y es que la tendencia en Michoacán es particularmente preocupante, pues aquellas plazas que han podido “rescatarse” en el sector formal, son en su mayoría trabajos eventuales, con contratos de tres a seis meses de duración en su mayoría. A esto se suma una pérdida de otros 169 mil empleos en el sector informal, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
“El recuento de los daños en 2020 fue desastroso y para 2021 la evidencia expuesta apunta a que la precariedad persista en Michoacán, retornando a la mediocridad en la creación de fuentes de empleo formal”, considera el especialista.
“El saldo mensual confirma el franco retroceso del empleo formal estatal”, apunta el también académico de la Universidad Michoacán. En enero hubo una pérdida de 2 mil 674 plazas formales de trabajo, en febrero repuntó la ocupación en 3 mil 035 puestos nuevos, en marzo apenas se lograron crear 385 empleos, durante abril nuevamente se reportaron pérdidas por 2 mil 036 y en mayo continuó el retroceso con una merma de mil 667 plazas. De los quince meses de pandemia, nueve presentan saldos negativos.
Inercia negativa se profundiza
Señala Heliodoro Gil que hay factores que incidirán en forma desfavorable en la búsqueda por recuperar plazas en Michoacán, empezando como la inercia negativa de los últimos 3 años y continuando con la prolongación con baja intensidad de la pandemia de COVID-19; también seguirán jugando las secuelas de la crisis económica de 2020, la reducida inversión pública estatal y federal, el costo de la curva de aprendizaje de los gobiernos estatal y municipales, así como el bajo pronóstico crecimiento estimado en 2021 para la entidad, sobre la línea del 2.5 por ciento.
A esto se suma un relevo en los gobiernos estatales y municipales que históricamente ha orillado a ajustes sobre la marcha en programas, políticas públicas, redes de apoyo y hasta pagos que terminan reflejándose en el ánimo financiero de varias empresas y proveedores.
Además, apunta que “el deterioro de la ocupación formal ocurrió en sectores económicos clave de la entidad”, siendo los servicios para empresas, personas y el hogar los más afectados, seguido por la industria de la construcción y las actividades de comercio. “Esta compleja situación en la estructura laboral de los sectores económicos fundamentales no se resolverá de manera automática, de la noche a la mañana, para poner en marcha a las empresas cerradas por la pandemia”, atajó.
Fuera del discurso que han dicho las autoridades estatales al respecto, aseguró que el camino de la recuperación, sobre todo de las micros y pequeñas empresas, “será escabroso” y no se trata sólo de bajar y subir las cortinas de los negocios, “deberán hacer frente a pasivos operativos, solventar deudas con proveedores y bancos, pagar renta, cubrir seguridad social, pagar impuestos y retomar mercado, entre otros obligaciones y necesidades”, lo que a su vez complica la oportunidad de abrir nuevas plazas y mucho menos con prestaciones.
AÑO EMPLEOS VARIACIÓN
2014 15,078
2015 14,208 -5.8%
2016 23,331 64.2%
2017 30,551 30.9%
2018 15,605 -48.9%
2019 12,340 -20.9%
2020 -1,487 -112.1%
2021* -2,957 -98.8%
La variación es con respecto al año inmediato anterior
*Hasta el mes de mayo
Fuente: STPS y Colegio de Economistas