• Si no detenemos este ecocidio, perderemos entre otros, los vestigios de Los Mayas y su riqueza cultural.

• Las exigencias de las organizaciones sociales del sureste mexicano no las respeta el Gobierno de AMLO, los panistas las respaldamos.

El Gobierno exige a los empresarios de México cumplir la Ley en todo lo que hacen, pero tampoco es capaz de hacer lo propio; el Tren Maya es un ejemplo más de la corrupción imperante en México, como es el caso de que no haya un análisis de impacto ambiental al ecosistema como lo marca la ley para cualquier proyecto de esta magnitud.

Por ello, mientras ese documento legal no exista, se tienen que detener todos los trabajos y las obras del Tren Maya, ya que puede ser perjudicial para el medio ambiente, así lo señaló Marcos Aguilar Vega, vocero nacional del PAN.

No podemos ser omisos a la deforestación de 2,500 hectáreas de selva, la destrucción de flora y fauna, así como la existencia de innumerables conflictos por la tenencia de la tierra.

Estas obras cruzan por 5 estados del sureste mexicano con una longitud de 1,460 kilómetros, desapareciendo a su paso áreas naturales protegidas de selvas, manglares y cenotes.

Para Acción Nacional, estas obras violan los diversos derechos humanos de las personas y las comunidades, la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente y su Reglamento en Materia de Impacto Ambiental.

Este negocio inmobiliario hay que frenarlo o después será demasiado tarde, finalizó el vocero nacional.