López Obrador insistió en que el Poder Judicial no está subordinado a él, puesto que Norma Piña ha votado en contra de sus iniciativas.

El presidente Andrés Manuel López Obrador vio con buenos ojos el nombramiento de Norma Piña al frente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), pues rompió con una brecha desde 1885 en la que ninguna mujer había accedido al máximo cargo del Poder Judicial.

En conferencia de prensa desde Palacio Nacional, el mandatario federal enfatizó que como nunca antes, el sistema político mexicano vive independencia de los poderes de la Unión y que hoy, la Suprema Corte, tiene a una mujer independiente que no está subordinada al Poder Ejecutivo.

“Me pareció bien, destaco el hecho histórico de que por primera vez una mujer va a ser presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación desde 1885, casi dos siglos, y es muy importante. Por lo demás eligieron los ministros como lo establece el procedimiento y hubo aceptación y hubo acuerdo. Se trata de un poder autónomo e independiente como nunca había existido”, afirmó.

“Nosotros no imponemos nada en la Corte y es tan evidente aunque no lo quieran aceptar que la presidenta Norma Piña siempre ha votado en contra de las iniciativas que nosotros hemos defendido, es único el momento que estamos viviendo. Nadie puede decir que hay subordinación como era antes de los Poderes al Ejecutivo durante décadas el poder de los poderes era el Ejecutivo”, apuntó.

Ayer, en una sesión solemne, el pleno de la Corte elegió, tras tres rondas de votación, a la ministra Norma Piña como presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) para el periodo 2023-2026.

En ese sentido, López Obrador volvió a hacer un llamado a la ministra presidenta a que emprenda una reforma al interior del Poder Judicial a fin de erradicar por completo la corrupción y garantizar el acceso a la justicia entre los menos favorecidos.