EN LA ESPIRAL
Vicente Girarte Martínez
LA MANSEDUMBRE Y EL AMOR SON FUNDAMENTALES PARA VIVIR EN PAZ, UNIDAD Y ARMONÍA FRATERNA ( cuarta parte)
Ya lo citábamos en las reflexiones anteriores que, hoy como ayer, hombres y mujeres seguimos teniendo la tentación incesante de hacer un mundo ajustado a nuestras caprichosas ideas y necesidades y con nuestras propias fuerzas, y que esto es equivocación garrafal. Dios solamente nos pide que colaboremos con él para arreglar este mundo que hemos descompuesto.
Por ello, no es arriesgado asegurar que al igual que ayer, hombres y mujeres seguimos siendo incorregibles toda vez que pretendemos componer el mundo conforme a nuestros propios criterios dejando a dios a un lado, cuando lo que debemos hacer es solamente colaborar con él.
Así pues, en este contexto, hombres y mujeres, aturdidos por las leyes abortistas, equidad de género; de divorcio por incompatibilidad de caracteres, por consentimiento mutuo, por las imprecisas agresiones psicológicas, etc., etc., y por el cumulo de modas y conductas copiadas de otros países y promocionadas por grupos ideológicos que desde siempre han atentado en contra del catolicismo, nos han hecho creer que podemos disponer arbitrariamente de la propia vida, y sobre todo de la de los demás.
Pero ¿quién nos ha constituido como dueños de la vida y de la muerte? ¿Acaso pretendemos sustituir a Dios que es principio y fin de todo cuanto existe en todo universo?
No nos equivoquemos, él es nuestro creador; y aunque somos materia qué llegado el momento ésta habrá de quedarse en este mundo material, como hijos adoptivos de dios el espiritu que dio vida a nuestros cuerpos, éste habrá de regresar a su origen qué es dios, donde habremos de dar cuenta cabal del bien o del mal uso que dimos a las capacidades y dones que recibimos de él.
Recordemos que Jesucristo nos dijo que el secreto para vivir en unidad, paz, y armonía fraterna, necesitamos darle vida en la práctica a la mansedumbre y el amor.
Pese a ello, y en una manifiesta rebeldía radical, fomentamos y practicamos todo lo contrario, «la rivalidad, la dominación y la pelea por mostrar a los demás qué somos los «superhombres», que todo lo podemos y que nadie nos puede parar.
…Hasta la próxima, si dios nos lo permite…
¡¡Los valores humanos y cristianos no han muerto!!