EL GRAN AEROPUERTO DE MÉXICO

Lic. Gilberto Cortez Rocha
El gran debate de los debates en las campañas presidenciales ha sido la construcción de un magno aeropuerto que aseguraría la llegada más rápida de miles de extranjeros que llegan a tierras mexicanas con importantes inversiones, de miles de mexicanos que salen y entran del país todos los días.
Pero ahora el debate ha pasado de los beneficios que traerá para México este gran aeropuerto a ser el centro de discusión, los capitales públicos pero sobre todo los privados que están en juego, el análisis radica en que este gobierno federal cocino los escenarios para tener la sartén por el mango como coloquialmente se dice, ya que bien pudo desde inicios del sexenio arrancar esta magna obra que se presume y concluirla a tiempo y así si poder salir como una administración que hizo una gran obra de infraestructura social en el país, pues estamos por culminar el sexenio y muchas de las grandes obras aun ni siquiera se terminan y otras más como el tren México-Querétaro fueron canceladas y de pilón se mantiene litigio para pagar a constructoras chinas por incumplir el contrato, o el caso del tren ligero de la zona del caribe mexicano que solo quedo en los discursos compañeros de 2012.

Si bien estas grandes obras pudieron iniciarse con la licitación desde el día 1 de la presidencia de Enrique Peña Nieto, no se descarta que pensando en tener el control de los peces gordos en el mundo empresarial fue que se retrasó dicha obra del aeropuerto internacional, veamos pues, una gran pez que perdería muchísimo y que tiene gran peso en el mundo empresarial es Carlos Slim el cual hasta hace un par de años atrás se veía algo cerca y comprometido con AMLO ya que este candidato le ayudaría a dar marcha atrás a las reformas estructurales que se dieron en el año 2013 y de las cuales salió muy raspado pues hoy tiene más competencia en el tan socorrido mundo de las telecomunicaciones, pero ¿de qué manera sacabas a Slim de favorecer a AMLO? Una fórmula que lograba el objetivo fue invitar a este visionario empresario que maquila inteligentemente la manera de doblar sus recursos y generar más empleos a que fuera un importante accionista en este nuevo aeropuerto, una vez que entro y se comprometió con dinero, el paso siguiente fue poner en el centro del debate al aeropuerto internacional como una obra que se debería de realizar con participación del dinero publico sí o no.
Y como a AMLO todo lo que huela a soltar dinero público lo pone en alerta, no tardo en morder el anzuelo y pelearse con muchos empresarios por esta obra, pero es aquí donde cabe la reflexión ciudadana de si esta tramposa acción del gobierno federal es correcta o no, a lo que sin duda la respuesta será que no es correcto poner en el centro del debate presidencial la obra de un gran aeropuerto cuando hay todavía en este México del siglo XXI escuelas de palitos, comunidades incomunicadas por vías terrestres, autopistas de carril y medio que han causado muertes multitudinarias, un sistema ferroviario cada vez más viejo, carreteras del siglo pasado que necesitan ser replanteadas y remodeladas, recordemos entonces que si el objetivo es traer grande inversiones al país, no es solo por los aeropuertos por donde llegan, la gran mayoría llegan por los puertos marítimos que a fechas actuales aún les urge una gran red carretera segura y amplia para distribuir las mercancías que llegan del extranjero.
Entonces no nos enfrasquemos en visiones cortas de futuro para México, seamos más visionarios y volteemos a nuestros alrededores para constatar las diversas necesidades de obra pública que se necesitan y no caigamos en el juego de un aeropuerto, esta visión no solo debe ampliarse en los ciudadanos, urge se amplié en los candidatos presidenciales y en el segundo debate presidencial más allá del aeropuerto, si escuchemos grandes propuestas de más obra e inversión pública federal.

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