EN LA ESPIRAL


Vicente González García
“ERRADICANDO EL HAMBRE Y LAS INJUSTICIAS, ¿TENDREMOS UN MUNDO MÁS FELIZ Y HUMANIZADO?”
Con demasiada frecuencia, al encontrarnos como auténticos actores en la insaciable carrera por la obtención de bienes y todo tipo de prosperidades que rigen nuestras vidas en la época actual, es demasiado fácil y cómodo culpar a otros de los males que padece el mundo y la Iglesia. Esto parece ser la excusa clásica de nuestro tiempo.
Sin embargo, si lográramos hacer un profundo y minucioso discernimiento, bien podríamos concluir que los trastornos del mundo en que vivimos no se deben, ni a quienes han contribuido a que se de esa gran escalada de desarrollo en los diversos campos de la ciencia y tecnología; tampoco es culpa de los tradicionalistas=reaccionarios=conservadores de algunos desórdenes en la Iglesia y que han generado sólo escándalos mediáticos. Igualmente, pudiésemos decir que, los acaudalados no son los causantes del dolor e inmoralidades que existen en este mundo.
LA RUINA DE TODO CUANTO ACONTECE DE MALO ES PROVOCADA POR EL PECADO. MI PECADO, EL TUYO, Y EL DE LOS DEMÁS. SI ARRANCÁRAMOS DE RAÍZ LA TENTACIÓN (EL PECADO), ANIQUILARÍAMOS CONSECUENTEMENTE LA CAUSA DEL SUFRIMIENTO.
PERO, ¿QUIÉN O QUIÉNES ACEPTAMOS CABALMENTE ESTA VERDAD? Ciertamente que, existen programas implementados por quienes gobiernan, así como por agrupaciones y/o Organizaciones no Gubernamentales, que llevan el propósito, entusiasmo y buena voluntad para pulverizar la pobreza, el hambre, la falta de trabajo, lo nocivo, y la incivilización.
Este tipo de acciones, indudablemente que dan un pequeño indicio de la benevolencia (filantropía=compasión) que nuestra piedad católica reclama de todos los que nos decimos creyentes, toda vez que si nos mostramos indiferentes y perezosos frente al sufrimiento de los desamparados, todos nuestros esfuerzos, métodos y programas, por muy adornados y doctrinarios que aparezcan, estarán totalmente vacíos de contenido, por la simple razón de que “NO ESTAMOS LLENOS DEL CORAZÓN DE CRISTO”, pero ciertamente nos encontramos inundados de las mezquindades emanadas de un corazón frío y amarillo como el oro.
Ahora, si en verdad nos preocupa hacer un mundo menos perverso, como ya lo citábamos en ediciones anteriores, “¡¡NO BASTAN PUES LAS ACCIONES PLAGADAS Y MAQUILLADAS DE PIADOSERÍAS PINCHURRIENTAS!!”.

Y es que, con el hecho de saciar el hambre de un hermano desvalido, solamente estamos intentando combatir los efectos más no su origen que se encuentra en el EGOÍSMO y EL PECADO.
A partir pues de este punto, bien cabría primeramente preguntarnos si realmente, al aliviar los sufrimientos causados por el hambre, y todo tipo de injusticias que a diario se presentan, ¿el mundo se ha vuelto más feliz y más humanizado?
¡¡Claro que no!!, pues, si el origen de todos los males se encuentra anclado en el Egoísmo y el Pecado, nada conseguiremos si no actuamos y enfrentamos con firme decisión esa cobardía manifiesta, muchas veces bajo el rostro de un silencio cómplice e indolente para poder desafiar y desentrañar de raíz estos males que a cada instante humillan y hacen que menospreciemos el don de la vida humana otorgado por Dios.
Evidentemente que, considerando lo anterior, nadie podremos negar la cabal comprensión que nos dejó Jesús en el sentido de que, El durante su vida pública, parecía no haber dado mucha importancia a los problemas sociales y políticos de su tiempo, y otorgar mucho más significación al pecado y a la liberación del mismo.
Por tanto, reiteramos, SI HACEMOS UN PROFUNDO DISCERNIMIENTO SOBRE LOS MALES DEL MUNDO, caeremos en la cuenta de que, las desgracias trágicas no se fincan en el sufrimiento de morir de hambre, sino sobre lo cruel de la insensibilidad y apatía de todos los que podemos ayudar a los más vulnerables y desvalidos, esos millones de hermanos nuestros que siguen siendo víctimas de las injusticias en sus diversas modalidades, y no lo hacemos.
“¡¡ESTE ES EL VERDADERO ROSTRO QUE DIARIAMENTE MUESTRA EL EGOÍSMO Y EL PECADO, Y QUE SE REFLEJA CLARAMENTE EN NUESTRAS ACTITUDES MONSTRUOSAS Y BRUTALES QUE LA MEDICINA MODERNA JAMÁS PODRÁ CURAR, SINO SOLAMENTE LA LABOR DE LOS MINISTROS DE CRISTO EN EL CONFESIONARIO A TRAVÉS DEL SACRAMENTO DEL ARREPENTIMIENTO, DE LA RECONCILIACIÓN CON EL DIOS DE LA VIDA!!”.
Ahora bien, retomando lo descrito por MONS. FULTON J. SHEEN en su obra “EL ETERNO GALILEO”, refiere que: “El último asalto de Satanás fue un esfuerzo por hacer mundana la religión. El Evangelio no dice que Satanás: “llevóle a Jerusalén, y púsole sobre el pináculo del templo, y díjole: “Si tú eres el Hijo de Dios, échate de aquí abajo. Porque escrito está que mandó a sus Angeles que te guarden: y que te lleven en las palmas de sus manos, para que no tropiece tu pie contra alguna piedra”. Jesús le replicó: “Dicho está también: No has de tentar al Señor Dios tuyo”.
Y, subraya enseguida: “¡Qué lección se halla oculta para aquellos que quisieran hacer mundana la religión, vaciándola de toda responsabilidad y haciendo de Dios un espectador meramente pasivo de nuestras caídas y nuestros suicidios!”.
“La petición hecha por el maligno, agrega el OBISPO J. SHEEN, no era solamente un distintivo de confianza en Dios. No fue un llamado a un deseo natural, sino a un orgullo pervertido, que supone que Dios es indiferente a nuestras acciones y desinteresado en nuestras decisiones”.
“La respuesta de Nuestro Señor, sigue diciendo, fue un recordatorio de que la religión tiene su centro alrededor de las personas responsables, y no en torno a cuerpos decadentes=ennegrecidos; que el hombre está dotado de libre voluntad y por consiguiente es responsable por cada una de las acciones hasta en lo más mínimo; que el universo en el cual vive ES MORAL, y por ende un universo en que ascendemos haciendo que nuestros yo muertos pisen escala por escala hasta las cosas más altas”.
Esa religión mundana que trata de desmentir, y/o rechazar nuestras respectivas responsabilidades, vicios y juicios, nos convertiría en personas puramente materiales teniendo como destino único, ser piedras y polvo de la tierra.
La verdadera religión instituida por Jesús, nos dice que somos seres humanos hechos de materia y espíritu, y que, al estar hechos a imagen y semejanza de Dios, estamos llamados a elevarnos como Hijos inmortales de EL, toda vez que ES EL CIELO Y NO LA TIERRA NUESTRO DESTINO FINAL.
JESÚS PUES, EN LUGAR DE ARROJARSE A SÍ MISMO DEL TEMPLO HACIA ABAJO COMO UN MAGO BARATO Y VULGAR, arroja abajo al maligno, y enseguida marcha hacia otra cima de montaña para dar desde sus alturas las bendiciones de DIOS, que conducen a la Santidad con DIOS en la perdurable gloria de los cielos.
De esta forma, la así nombrada nueva religión resulta ser una vieja religión que Satanás quería establecer en la tierra. AL VENCER LA TENTACIÓN EL ETERNO GALILEO ANUNCIÓ PARA TODAS LAS NACIONES Y PARA TODOS LOS TIEMPOS LA VERDAD SUPREMA de que la religión no es esencialmente social, ni política ni mundana. Sino más bien, sus funciones son administrar (dirigir) la Vida Divina a la sociedad, La Justicia Divina a la política, y el Perdón Divino a las cosas del mundo.
Así pues, no son pocas las mentalidades que han comprobado que, la problemática del mundo actual no es fundamentalmente económica y política, sino religiosa y moral. Así mismo, conocen que la sociedad en su conjunto jamás será renovada desde fuera, sino sólo desde dentro de sí misma. Pues, solamente por el Espíritu de Cristo y con el espíritu de oración es como la libertad de toda persona humana será ganada y preservada.
Es pues, a través del resquebrajamiento de los anhelos materiales y los desfallecimientos económicos que se ha probado cabalmente y de nueva cuenta que, en nuestra época, “TRAS LA NEGACIÓN DE LA FE EN LOS PRINCIPIOS DEL SALVADOR, EL DISTANCIAMIENTO QUE HEMOS HECHO DE LA VIDA ESPIRITUAL, Y EL QUEBRANTAMIENTO DE LOS MANDAMIENTOS DE DIOS, NOS HEMOS CONDUCIDO FATALMENTE A EMPEORAR NUESTRA RUINA Y CONFUSIÓN”.
Hoy, es el tiempo para reflexionar y disponernos al arrepentimiento de nuestras faltas, y hacer un firme compromiso con JESÚS para que nos ayude a librarnos de los vicios en que nos ha sumido la tentación deliberada por nosotros mismos. Así mismo, debemos saber que, EL PERDÓN DE LOS PECADOS ES PARA JESUCRISTO UN ASUNTO MUCHO MÁS VITAL QUE LA SALUD CORPORAL O LA PROSPERIDAD MATERIAL.
Esto, porque, EN NUESTROS DÍAS AL SEGUIR MINIMIZANDO NUESTRA SENSIBILIDAD ESPIRITUAL, PARA MUCHOS DE NOSOTROS, EL PERDÓN DE LOS PECADOS “NO OCUPA UNO DE LOS PRIMEROS LUGARES EN LA LISTA DE LOS BIENES DESEABLES”.
ES POR ELLO JUSTAMENTE QUE TENEMOS MAYOR NECESIDAD DEL DON DEL ARREPENTIMIENTO.
……………..Hasta la próxima, si Dios, nos lo permite…….

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