LILIA PRADO, UN RECUERDO A SU BELLEZA, SENSUALIDAD Y MAESTRIA EN LA ESCENA.


Las Direcciones de Cultura y la de Industria del Gobierno Municipal de Sahuayo 2018 – 2021, a cargo de Jonathán Ochoa y de la IMC Ericka Núñez Manzo, en el marco de la Expo Feria Sahuayo 2018, han venido realizando diversas actividades tendientes a dar a conocer el arte, la cultura y la artesanía sahuayense, así como la vida y obra de personajes ilustres del municipio.
Eventos estos realizados en el Centro de Exposiciones del Recinto Ferial Morelos.
En esta ocasión el personaje escogido para hacer una remembranza de su vida fue la actriz Lilia Prado, cabe señalar que también se realizó una pasarela con ropa de la época de oro del Cine Mexicano.
De esta actriz sahuayense que destacó en la época de oro del cine mexicano se pueden decir muchas cosas, pero nos referiremos en su trabajo actoral que fue el siguiente:
Lilia Prado participó en más de 100 películas, tres obras de teatro y siete telenovelas. Trabajó con los directores más importantes de la Época de Oro del Cine Mexicano: Luis Buñuel, Joaquín Pardavé, Ismael Rodríguez -quien fue el primero en darle un protagónico en el que no tuviera que enseñar las piernas-, Roberto Gavaldón, Rogelio A. González, Alejandro Galindo y más tarde con Luis Alcoriza. Así mismo compartió créditos con el grueso actoral del cine mexicano, como Pedro Infante, Cantinflas, Tin Tan, Marga López, Sara García, Luis Aguilar, Pedro Armendáriz, Roberto Cobo, Roberto Cañedo, Fernando Soler, Andrés Soler, Domingo Soler, David Silva, Ernesto Alonso, Fernando Soto “Mantequilla”, Rita Macedo, Miroslava Stern, Víctor Junco, Silvia Pinal, Jorge Mistral, Irasema Dilián, Felipe Montoya, José Elías Moreno, Adalberto Martínez «Resortes», Rosita Quintana, Carmen Montejo, Óscar Pulido, Beatriz Aguirre, Wolf Ruvinskis, Amalia Aguilar, Eduardo Noriega, Carlos Navarro, Víctor Alcocer, Roberto Meyer, Antonio Badú, Lilia del Valle, Rosa Carmina, Sofía Álvarez, Joaquín Cordero, Joaquín Pardavé, Ignacio López Tarso, Roberto Cañedo, Arturo de Córdova, Emilio Fernández, Alfonso Aráu, Eric del Castillo, Yolanda Montes ‘’Tongolele’’, Ana Bertha Lepe, Miguel Aceves Mejía, Manuel Dondé, Miguel Manzano, Agustín Isunza, Jaime Fernández, Mario Almada, y con los entonces niños Angélica María y Valentín Trujillo.

Lilia Prado ha quedado inmortalizada en un famoso fotograma de La ilusión viaja en tranvía en la que aborda dicho medio de transporte con una entallada falda que insinuaba sus encantos físicos evidentes, ante las miradas de Carlos Navarro y Fernando Soto «Mantequilla».
Aunque fue conocida por sus piernas y caderas, y a que realizó varias de las escenas más sensuales hasta ese momento en la Época de Oro del cine mexicano, jamás se desnudó en la pantalla. Lilia Prado ha sido un emblema de la anatomía de la mujer mexicana, la típica «chaparrita cuerpo de uva». Efraín Huerta le ha dedicado un poema, y José de la Colina le ha hecho un ensayo en el que ensalza su anatomía extraordinaria, un milagro de la biología. Además de los antes mencionados, varios artistas han admirado a la actriz, como es el caso del escritor ecuatoriano Iván Oñate, el dramaturgo venezolano José Ignacio Cabrujas, el poeta mexicano Ulises Carrión, el escritor Arturo Azuela (en La Casa de las mil vírgenes) y el pintor José Luis Cuevas. Sin duda fue una de las actrices preferidas de Luis Buñuel, quien aparte de su aprecio, dijo de ella: “Esa muchacha podría llevar una mochila sin sujetarla con las correas”. La imagen erótica que irradiaba ingenuamente, ha formado parte del imaginario colectivo no únicamente de los mexicanos, sino de muchos países latinoamericanos y europeos (como Italia, Rusia, Alemania y Holanda, donde por su talle la consideraron “La Marilyn Monroe mexicana”, «Símbolo sexual latinoamericano», «Bella vampiresa» o «Ingenua perversa») hasta donde llegaron sus filmes.

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