TRANSFORMACIÓN DIGITAL, IA Y ÉTICA CORPORATIVA


Implementar la transformación digital con modelos éticos de uso de información personal y protocolos de seguridad avanzados, asegura grandes beneficios para nuestras empresas.
Por Carlos Bueso*
La transformación digital ya es parte de nuestra cotidianeidad y la experimentamos incluso de manera inconsciente. La Inteligencia Artificial está involucrada en operaciones cotidianas. Por nombrar algunos ejemplos: los autos modernos incluyen sensores que, entre otras funciones, mejoran la seguridad del usuario al calcular distancias entre los vehículos; los teléfonos inteligentes cuentan con procesadores con inteligencia artificial que eficientan su uso; y, gracias a dispositivos de monitoreo de operaciones, la maquinaria en fábricas modernas puede mejorar su funcionamiento y prevenir fallas, lo que aumenta la productividad y eficiencia de las empresas. A nivel personal, nuestro uso de internet deja también una huella digital que es aprovechada para fines publicitarios a la medida de nuestros intereses.
Además, hoy tenemos acceso a nuestra información y documentos en cuestión de segundos, pues está disponible en diversos dispositivos gracias al poder de la nube (computadoras, tabletas, teléfonos inteligentes), y al actualizarla el cambio se refleja en todas las plataformas en cuestión de segundos, de manera que el espacio físico pierde relevancia. La comunicación es constante sin importar la parte del globo en que nos encontremos y ahora las personas pueden trabajar de cualquier lugar, con múltiples dispositivos inteligentes y conectados.
Empresas como Uber, Airbnb y Waze han transformado radicalmente la forma de hacer negocios. Ahora, más que de productos hablamos de plataformas en las que los usuarios pueden solucionar más rápido, de mejor manera y a menor costo sus necesidades. Parece irónico que la principal empresa de transporte de pasajeros en el mundo no posea ni un solo coche y la primera empresa de hospedaje no sea dueña de los hoteles, pero funciona, pues no hay mayor eficiencia que facilitar el punto de encuentro entre a la oferta y la demanda. A partir de la data que se recolecta sobre los usuarios, estas empresas tienen acceso a los patrones de comportamiento de sus usuarios y pueden detectar necesidades reales, que se traducen en mejoras constantes al servicio; nuevas ideas de negocio y colaboración con otras instituciones, incluso el gobierno, para contribuir a la solución de estas necesidades. Gracias a la tecnología, el papel de las empresas como promotoras del desarrollo social y económico se maximiza.

Los modos han cambiado, y también lo han hecho nuestras percepciones; si bien aún existe cierto recelo ante la implementación de ciertas tecnologías, resultan indudables los beneficios que la transformación digital reporta, en materia de eficiencia y costo.
El hombre en la nube
Una de las plataformas más poderosas que hacen accesible y democratizan la transformación digital es la nube, que permite la provisión de servicios, desarrollo e implementación de aplicaciones, análisis de datos, Inteligencia Artificial, y recuperación de datos a todas las empresas sin importar tamaño o ubicación.
Anteriormente, para mantener sus servidores y demás operaciones de cómputo, las compañías debían mantener sus centros de datos locales, que consistían en un espacio físico en el que alojaban sus servidores y demás aparatos necesarios para sostener la infraestructura digital de su organización. Esto implicaba elevadísimos costos monetarios, humanos y de logística; los equipos se depreciaban rápidamente; había que invertir en luz, enfriamiento y real estate, así como en una red de ingenieros para habilitar y dar mantenimiento constante a los equipos, además de solucionar eventuales fallas en el momento de su ocurrencia.
Estos servidores de enorme capacidad debían mantenerse por cuenta propia, sin que la capacidad total fuera necesaria en todo momento. Ante situaciones de demanda extraordinarias, por el contrario, resultaban insuficientes y mostraban fallas en el servicio. Este era el caso, por ejemplo, de las ventas en línea durante el periodo navideño, o el portal de un periódico ante una noticia sensacional.
Ahora, el cómputo en la nube (cloud computing), ofrece una plataforma mucho más flexible y elástica, además de ser económica y logísticamente accesible, pues se paga según su uso y la empresa no tiene que hacerse cargo del mantenimiento.
A pesar de la multiplicidad de usuarios de la nube, existen normativas que aseguran que la información de cada cliente esté segura. Además, estas empresas invierten constantemente en mejoras y el desarrollo de nuevas tecnologías, necesarias para contener las amenazas a la seguridad de la empresa. Contrario a lo que anteriormente se pensaba, la solución más accesible y segura para las empresas es la nube.
El marco de la transformación
Siempre me gusta decir que, si la tecnología es el nuevo paisaje de nuestra cotidianeidad, la ética y la seguridad deben ser el marco que la contenga.
Los usuarios tienen el derecho, y deben tener la capacidad, de conocer y aprobar el alcance de su uso de datos personales. Solo de esta manera se puede asegurar la integridad y beneficios para los más de 5 billones de internautas, así como la seguridad de los negocios.
Implementada con el debido cuidado, con los aliados adecuados, un respeto a las normas y un análisis de las tecnologías que serán útiles para cada negocio, la transformación digital es un gran -y necesario- aliado, para seguir creciendo en competitividad y eficiencia.
*Presidente del Comité de Tecnologías de la Información de American Chamber/Mexico.

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