MISCELANEA POLITICA Y FINANCIERA


CCP ENRIQUE SALCEDO
CONTABILIDAD VERGONZOSA O CONTADORES SINVERGÜENZAS
Una inmensa mayoría de empresarios mexicanos consideran a la contabilidad como un mal necesario sin ninguna utilidad de no ser mas allá que la de pagar impuestos, consecuentemente el contador es remitido a un proveedor de servicios que no sirven para nada, dado que su trabajo se traduce en preparar pagos al gobierno para que, según ellos; unos vivales se los roben todos y no les hagan nada. Así que a robar todos al cabo que no pasará nada.
De esta manera el empresario hace como que paga al contador y este a su vez hace como que trabaja entrando en un círculo vicioso tan pernicioso que en ese momento se encuentran ambos, pero sobre todo el empresario; en la posibilidad de enfrentar muy serios problemas con las autoridades fiscales.
El contador está considerado como un profesionista de tercera categoría, como alguien que se encarga de atenderle toda clase de asuntos con las autoridades no siendo estos en la mayoría de los casos, de su incumbencia profesional, y que solo sirve para mal calcularle y hacerlo pagar unos impuestos que quizá ni tendría que pagar y que, no obstante, lo convierten en ¡delincuente fiscal! Porque es la creencia popular que cumplir con el fisco es igual a pagar (mal, pero al fin y al cabo pago) cuando cumplir con hacienda es ¡DECLARAR! De esta forma hay ciudadanos que pagan y son delincuentes fiscales y hay quien no paga, pero DECLARA Y NO ES DELINCUENTE FISCAL.
Por otro lado, la contabilidad en realidad ES UNA HERRAMIENTA ADMINISTRATIVA cuyas funciones principales distan mucho de ser la de pagar impuestos siendo esta, digamos una de las últimas. Quienes sabemos contabilidad conocemos el lugar que ocupan los impuestos dentro del balance y no es otra cosa que una cuenta del pasivo diferido (sin meterme al análisis del boletín de los impuestos diferidos) la contabilidad es una técnica que entre otras cosas le sirve para establecer sistemas de control interno, sistemas de costos, organizaciones contables, análisis financieros, etc.
Cabe aclarar que una inmensa mayoría de contadores se conforman con solo mal calcular los pagos de impuestos y se han sentado a ver pasar el mundo sin hacer nada por concientizar al empresario de la utilidad de sus servicios y así, prefieren seguir en su sala de confort y elucubrar como seguir engañado a sus clientes y como establecer medios de venganza en caso de que lo corran cuando su cliente se dé cuenta de que sus servicios no sirven para nada o bien que lo cambien por otro más barato o un poco “mas” eficiente.
Esto último que acabo de mencionar es una realidad. En mi práctica profesional, últimamente me he encontrado muchos casos en donde el cliente deposita toda su confianza al contador y en su ignorancia del caso nunca han tenido la preocupación por cuestionarse como es que podría ser el ESTADO QUE GUARDA SU CONTABILIDAD, si esta estuviera BIEN HECHA, si estuviera COMPLETA, si estuviera BIEN ARCHIVADA, si estuviera a BUEN RESGUARDO Y CONSERVADA PARA SI SE LLEGARA A OFRECER EN EL FUTURO REVISIONES ADMINISTRATIVAS, O LO MAS RIESGOSO; FISCALES.
Confían a muerte en su contador “de a varo”. Pero resulta que las cosas son verdaderamente serias por los resultados que esta acción reporta y sino analice lo que le voy a contar mi estimado lector:

El empresario un día intuye o el crecimiento del negocio lo requiere, que su contador no le está prestando o ha quedado rebasado por las circunstancias. Entonces contrata a otro contador y les pide a los dos, que el primero entregue y el segundo reciba. Luego, en algunas ocasiones los contadores van personalmente a la entrega recepción, cuando no; en otras (que es la mayoría), mandan para este delicado proceso a unos ayudantes. Sin la presencia del empresario se hace la “entrega” la cual consiste en señalar quien tiene y maneja el sistema de contabilidad (que aquí también por mayoría los susodichos la manejaron con recursos y lugares propios) y señalan al personal de la empresa que se estuvo entendiendo con ellos en este trabajo, y que además dicen; es el mejor conocedor de todo el proceso contable incluyendo por supuesto de los documentos contabilizadores y legales, así como de su archivo y resguardo. El contador saliente a veces (casi nunca) hace un recibo listado de lo que según se está entregando mismo que en ocasiones se encuentra amañado y el contador entrante da su visto bueno y pide a la secretaria o “responsable” que firme de recibido. El NO firma. Hasta ahí parece todo va bien. El nuevo contador le dice al empresario que ya se concluyó la entrega recepción de la contabilidad y que ya está listo para darle seguimiento de ahí…, en adelante.
Lo que realmente sucede es que el contador recepcionista no revisa y no exige y no reporta a su nuevo cliente los hechos anómalos con los que se encontró, porque o bien es igual de ignorante que el que se va, o por evitarse un desaguisado con aquel, se queda callado.
Tiempo después, por alguna circunstancia la empresa llega a tener necesidad de echar mano a su contabilidad por alguna exigencia financiera, administrativa o fiscal y el profesional que se va a encargar del caso, pues pide la contabilidad y se empieza a dar cuenta de que solo existe una parte de ella y que solo hay registros contables y acopio de documentos a partir de la fecha de la entrega recepción y que los años pasados ya nadie sabe de su existencia y nadie puede dar razón de lo que ocurrió. El nuevo contador dice que a él solo le entregaron “eso” y que por lo tanto no es responsable del pasado. El propietario o representante legal de la empresa dice no saber nada de ello y le pregunta que pasó a quien viene haciéndose cargo de atender a los contadores y la respuesta es, “es lo único que entregó el contador que se fue y además yo no trabajé mucho con él”. La verdad es más cruel y vergonzosa.
El contador que se fue, tenía todos los archivos electrónicos e informáticos de la contabilidad en su poder máxime si manejaba la contabilidad fuera del domicilio de la empresa y si la manejaba en éste, entonces tenía los respaldos correspondientes. ¿Qué sucedió entonces? Si los manejaba fuera del domicilio, nunca entregó el respaldo a la persona encargada y o entregándolo simplemente este no se podía leer o no contenía nada. Si los manejaban dentro de la empresa, entonces los copió, los manipuló y los borró de la computadora. El nuevo contador que llegó, no hizo saber de esta anomalía al empresario o habiéndolo hecho nunca hizo el hincapié de la importancia que este suceso revestía.
De esta forma, si se le pregunta al contador que se fue, contesta que el entregó todo y que ya no quiere saber nada sobre ello o que eso le costará un honorario por la chamba que tendrá que hacer. Cabe aclarar que nunca se le exige que muestre el recibo listado de recepción de la contabilidad debidamente firmado. Cuando se le pregunta al nuevo contador, este dice que la contabilidad la recibió a tal fecha y en tal estado de practica inexistencia y que él tuvo que ingeniárselas con las cifras para que, de ahí en adelante, ahora sí; llevar una contabilidad como dios manda.
El caso es que para todos los efectos financieros, administrativos, legales y fiscales los únicos que han sido puestos en la picota son, en PRIMERA; A LOS PROPIETARIOS, SIGUEN LOS ADMINISTRADORES Y REPRESENTANTES LEGALES DE LA EMPRESA LUEGO LOS SOCIOS O ACCIONISTAS Y AL FINAL, LA MISMA EXISTENCIA DE LA EMPRESA, y todo por la culpa de los dos contadores. Uno por vengativo, falto de ética y poco honrado (al que se le debería de denunciar ante las autoridades correspondientes POR NEGLIGENCIA PROFESIONAL, y el segundo por pusilánime, inepto (no sabe que con su acción convirtió a su cliente en delincuente fiscal) y falto de seguridad (por no querer enfrentar con el cliente su torpeza al no haber denunciado en su momento una fechoría que se habría podido subsanar inmediatamente). Como corolario, el que salió bailando con la más fea es el empresario, mismo que tendrá que volver a pagar un servicio que ya había pagado.
Aquí la conclusión de todo el choro arriba mencionado es que, los empresarios, administradores, directores, representantes legales y accionistas deben preocuparse más por el manejo y custodia de su contabilidad ya que el no tener contabilidad lo coloca ante la comisión de un DELITO FISCAL que, cuando menos; le puede costar UNA MUY BUENA LANA, que incluso hasta la bancarrota lo puede llevar y no estoy exagerando. Por otro lado, y cuando más costoso le saldría sería el de perder hasta la libertad.
Es por ello, que para proteger su patrimonio y libertad, todos los empresarios convertidos en contribuyentes en consecuencia, deberán llevar contabilidad y vigilar su proceso, conservarla, custodiarla y recurrir a la contratación de servicios de expertos contables y fiscales a fin de que le aporten decisiones correctas apegadas a las técnicas correspondientes y a derecho que los liberen a futuro de sufrir graves consecuencias legales (mismas que en mi próxima colaboración detallare) y que le permitan proteger sus bienes y libertad aunque no conserven su contabilidad.
Si tiene por costumbre dedicar algo de su tiempo libre en ejercitar su cerebro investigue un poco sobre la teoría de la relatividad especial primero y luego siga con la general de Albert Einstein. Descubrirá aspectos de la naturaleza que le harán comprender algo de su aplicación en la tecnología actual. El libro “El universo y el doctor Einstein”, de L. Barnett, editorial fondo de cultura económica.
Contacto: Consejería Empresarial, corporativa y patrimonial, S.C.
Correo: bcpshy@hotmail.com

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