¿Son una Alternativa las Energías Alternativas?


Sergio Manzo Andrade

—Al Gore is a prophet (¿Al Gore es un profeta?)? Pregunta el reportero de CNN.
—How do you spell “profit” (¿Cómo deletreas “ganancia”?)? Responde Sir Richard Branson.
(Risas de los tres).

El presente artículo, fue publicado en el Número 10 de Chapálico Periódico Comunitario de la Ciénega, en el periodo octubre-enero, 2021, solo que la presente publicación, tiene correcciones y algunos cambios, para bien.
La crisis de civilización, surgida a fines de los años 1960 y principios de los 1970, permitió percibir el surgimiento de una problemática ambiental compleja que involucró, entre otros factores, una crisis energética global, y con ello surgió una gran presión multisectorial para tratar de convencer a la sociedad y a los gobiernos de los países en desarrollo que las energías supuestamente limpias y renovables , principalmente las impulsadas por las tecnologías del sol y del aire, son la solución para llevarnos a ser una humanidad energéticamente sustentable, además de ser una seria opción para el remplazo idóneo de la energía fósil.


Nos encontramos en medio de un nuevo imperialismo tecnológico, que maneja una agenda económica hegemónica racional de mercado (de consumo) que exige tener un mundo tecnológicamente sustentado, pero no desarrollado sostenible ni sustentablemente, y que ha ido estructurando una falsa dialéctica a contracorriente, afianzada en el interés legítimo de una agenda histórica internacional ambiental de casi cincuenta años; que nos ha alertado para mantener un ecosistema natural sostenible en transición con un ecosistema artificial sustentable, que pueda brindarnos bienes y servicios justos, que abata el calentamiento global, el uso indiscriminado de los plaguicidas y las emisiones de contaminantes al agua, suelo y a la atmosfera; que empezó con la Conferencia de Estocolmo en 1972; continuó con el Informe Nuestro Futuro Común , en 1987; siguió con la Declaración de Río , en 1992; con la Cumbre de Johanesburgo7, en 2002; la Conferencia de Río+208 de 2012 y; finalmente, con el Acuerdo de París , en 2015.


La historia de las turbinas eólicas tiene más de un siglo; después de 1941, es hasta inicios de los 1980s que empiezan a fabricarse aerogeneradores con potencia de 1.25 MW .
En cuanto a energía fotovoltaica, el efecto fotovoltaico fue reconocido en 1839, la primera celda de silicio se patentó en 1946, y en 1954 se construyó la primera celda de silicio cristalino con una eficiencia del 6%11.
En este contexto, en 1973 Odum anticipó , que los gobiernos desperdician energía en tecnología innecesaria, una máxima que es vigente en el siglo XXI, y que el verdadero valor de la energía para la sociedad es la energía neta (EN) — también conocidad como eMergía o Tasa de Retorno Energético (EROI, por sus siglas en inglés) —, que sería la energía que queda, en forma de un producto o servicio final, después de que se restan los costos de obtención (incluidos los subsidios ocultos ) y de concentración de la energía que es sustraída, directa o indirectamente, de los recursos disponibles. Cuando esta relación es menor de 1, significa que hay más energía incorporada en el sistema de la que este puede producir; es decir: no hay producción neta. En otras palabras: se invierten más recusos energéticos en su producción que la energía que proveerá durante su vida útil.
En el mismo sentido, la historia de la extracción y uso de combustibles fósiles ha durado hasta el siglo XXI (con todos los impactos ambientales que conlleva), y no hay nada que indique que esta tendencia cambiará en el corto plazo en el mundo, principalmente con las economías de los países desarrollados. Los combustibles fósiles, que impulsaron la Revolución Industrial, llegaron a tener un rendimiento de EN de 100, cuando se explotaban afloramientos de carbón y pozos a menor profundidad; pero a medida que se fue excavando y perforando más y más, la EN se redujo a cerca de 40 en los 1970s, y luego bajó a casi 10-12 en la actualidad, y cada vez irá disminuyendo más14, . Lo que implica que cada vez se utiliza más energía bruta para obtener un poco de energía funcional.
Los cálculos de balances de energía para las tecnologías solar y del aire, omiten incluir los subsidios provenientes las industrias mineras y de la transformación del acero, cobre, aluminio, silicio, germanio, galio, arsénico, telurio, cadmio, fósforo, además de la plata; que se emplea en los paneles solares, y cuyo valor depende del mercado bursatil. Tampoco se incluyen las entradas de energía de la industria de los combustibles fósiles y su transformación; incluyendo la maquinaria y el transporte convencional y pesado empleados; ni los de la industria de los polímeros; o los de la industria de la pintura. Muchos de ellos tienen fecha de caducidad y tienen que reemplazarse antes del término de la vida útil de estas tecnologías renovables. Entre otras variables socio-ambientales.
Desde mi perspectiva, el boom por la urgencia de usar las tecnologías del sol y del aire (y las demás que se abordan en este artículo), no es más que un innovador modelo de negocios, que nada tiene que ver con el cuidado de nuestros recursos naturales, sino todo lo contrario: implican una aceleración en su gasto y un aumento de emisiones de GEI. No olvidemos que una vez que la naturaleza ya ha hecho su labor de maximizar y concentrar la energía del sol en forma de petróleo, ¿estas tecnologías, serán una verdadera solución, tanto para sustituir a los combustibles fósiles, como para el cuidado y preservación de nuestros recursos naturales y, por lo tanto, de nuestro planeta? No lo creo. Pero este tema lo abordaré posteriormente.
Por lo pronto, actualmente un panel solar de 100 W está hecho de entre 1 y 4 toneladas de carbón. Los primeros sistemas fotovoltaicos no tenían un rendimiento emergente neto14. En 2007, una red fotovoltaica comercial ya producía una EN de 0.43 (mientras el gas natural previo a su transporte, generaba entre 3 a 40 unidades de energía neta)15. Ya para 200914, se reportaron valores de EN de 1, y tal vez puedan llegar hasta un valor de 2 en estos tiempos. Sin contar los impactos a la biodiversidad y al paisaje, el mantenimiento de limpieza con pipas de agua y las horas hombre involucradas. Por ejemplo, los parques fotovoltaicos, afectan directamente al suelo y a la micro y mesofauna, afectando a los sumideros de carbono: impiden la absorción de dióxido de carbono. Los paneles fotovoltaicos más eficientes, son los de los vehículos Rover de la NASA, pero cada pulgada cuadrada cuesta 1 millón de dólares , El parque de Cedar Street en Lansing, Michigan, con 432 paneles, potencialmente puede alimentar a 50 hogares en hora pico17, . Para sumistrar de energía a toda la ciudad se requirirían de 3885 ha de paneles fotovoltaicos.
A su vez, un aerogenerador de 146 m de altura; ocupa un área de suelo de 45 m2 y pesa; con el concreto para la base de la zapata, el acero reforzado, las aspas, la góndola, la columna y el rotor; cerca de 2044.6 ton17. La energía neta, ideal, con un régimen de viento fuerte y constante, puede llegar hasta 6 14. El parque eólico de Lowell Mountain, en Vermont, ocupó desforestar la cima para instalar 21 turbinas que dejaron empleo fijo para dos o tres personas. Además de los impactos por desplazamientos forzados (violación de derechos humanos ) ruido, al suelo, a la vegetación y a la fauna terrestre y a las aves14, .
Y luego está el factor de intermitencia. Cada día, cuando no hay viento o sol; o si hay nubes o lluvia, no se producirá energía. En México , gracias a la Reforma Energética , cuando esto sucede, entran al quite las plantas de respaldo, que usan combutibles fósiles; siempre están funcionando, nunca se apagan. Esto encarece esta energía ya que, hasta 2020, las empresas involucradas no tenían la obligación de pagarla.
En EEUU, el Chevy Volt eléctrico se carga con electricidad producida con gas natural; la producción de bioetanol, requiere de la energía del carbón mineral, y la materia prima es el maíz; la batería de hidrógeno de GM obtiene el gas de hidrocarburos o de gas natural17.
Termino. Para sostener la vida tal como la conocemos, requerimos de tecnología que produzca EN en una relación entre 4 y 514, de otra manera este tipo tecnologías de energías alternativas no serán alternativa para nadie. Estamos como en el déjà vu, la parodia futurista del súper héroe Birdman, que pueden ver en YouTube: Harvey meet Jetsons/Harvey Birdman-Attorney at Law, en Adult Swim de Hanna-Barbera (pueden verlo en español).

2 comentarios en “¿Son una Alternativa las Energías Alternativas?

  • el mayo 3, 2021 a las 10:59 am
    Permalink

    A este artículo, no se le pusieron las referencias, que es a lo que se refiere la numeración entreverada en el texto. Disculpas, para la próxima lo mano en PDF.

    Respuesta
  • el mayo 3, 2021 a las 11:04 am
    Permalink

    Disculpas por la edición del artículo, no pusieron las referencias, que es lo que señala la numeración entreverada en el texto.

    Respuesta

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *