Aprende en Casa: Una Oportunidad para Impulsar Políticas de Educación Pública Híbrida/Virtual en México    

The Competitive Intelligence Unit (The CIU) presenta en The CIU Working Paper Series el documento titulado “ Aprende en Casa: Una oportunidad para las políticas de educación híbrida/virtual”.El documento propone medidas para que “Aprende en Casa” se convierta en un programa permanente de educación a distancia y/o educación híbrida.La asignación presupuestal estimada para “Aprende en Casa”, si bien se coloca entre el caso colombiano y el estadounidense, muestra baja inversión en desarrollo profesional docente.Datos oficiales muestran que los estudiantes de primaria, secundaria y media superior en el ciclo 2020-2021 utilizaron el smartphone como medio principal para realizar sus actividades escolares.Se propone la implementación de medidas de política fiscal para impulsar la adopción de equipos de gama alta, cuyas funciones son convenientes para el proceso enseñanza-aprendizaje.
Como parte de su iniciativa Working Paper Series, The Competitive Intelligence Unit (The CIU) presenta el análisis “Aprende en Casa: Una oportunidad para impulsar políticas de educación híbrida/virtual”.

El documento tiene como propósito recoger la experiencia previa de estrategias educativas basadas en el uso y aprovechamiento de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y proponer medidas que conviertan a “Aprende en Casa” en un programa permanente de educación a distancia y/o educación híbrida.

Es el momento propicio para ello ya que la experiencia previa es basta. Desde finales de los años noventa, el país comenzó una historia de acciones gubernamentales que van desde el equipamiento de salones con computadoras y conectividad, hasta la entrega de equipos terminales.
Asimismo, la pandemia colocó en el centro de los esfuerzos públicos la creación de un sistema de educación a distancia generalizado.

Al considerar la disponibilidad de equipamiento en los hogares, una de las estrategias más acertadas del programa “Aprende en Casa” fue concentrase en el uso de medios radiodifundidos para la impartición de contenidos desarrollados por la Secretaría de Educación Pública (SEP).
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2020, año de inicio de la pandemia en México, 91% de los hogares estaban equipados con al menos un televisor, mientras que 51% contaban con radio, niveles que contrastan con 60% de los hogares equipados con Internet y 44% con computadora.
 Hogares con tecnologías de la información y la comunicación, ENDUTIH 2020

(Porcentaje del total)Fuente: The Competitive Intelligence Unit con información de la ENDUTIH, 2020 
En este sentido, “Aprende en Casa” tuvo un alcance considerable entre estudiantes de primaria y de nivel superior; sin embargo, se registró un grado importante de deserción: 2.2% de las personas entre los 3 y 29 que estuvieron inscritas en el ciclo escolar 2019-2020 no concluyeron, de hecho, casi 60% de este fenómeno está explicado por razones asociadas al COVID-19.

Ciertamente el programa tuvo otros canales de ejecución como la distribución de materiales físicos a 300 mil alumnos y el acceso a contenidos en línea, algunas otras estrategias adicionales y complementarias podrían garantizar su permanencia y mayor alcance.

Se estima que, en 2020, “Aprende en Casa” contó con un presupuesto público equivalente a 1.3% de los recursos asignados a programas educativos.

En Colombia, en cambio, se destinó 0.4% de la inversión de 2021 para fortalecer la educación en línea.
Mientras tanto, en Estados Unidos, a través del CARES Act (destinado al alivio económico derivado de la pandemia), se aprobó el equivalente a 2% del presupuesto de educación para los estudiantes entre el jardín de niños y el doceavo grado.

La asignación presupuestal, si bien se coloca entre el caso colombiano y el estadounidense, muestra una deficiencia. La partida de desarrollo profesional para docentes es la menor entre el total de la inversión en “Aprende en Casa”, a saber, 9.2% del total; incluso, se mantuvo sin crecimiento real entre 2020 y 2021.

Así, la primera estrategia propuesta consiste en incrementar la inversión en formación docente. El uso de plataformas digitales o dispositivos electrónicos requiere pericia por parte del profesorado; su formación, en este sentido, será determinante para el aprendizaje de los estudiantes.
 Población inscrita en el ciclo escolar 2020-2021 según dispositivo usado para actividades escolares
(Proporción del total, %)


Fuente: Elaborado por The CIU con información de Encuesta para la Medición del Impacto COVID-19 en la Educación
 
Por otro lado, el INEGI da luz sobre los dispositivos terminales más utilizados por los estudiantes en el proceso educativo durante el aislamiento. Estudiantes de primaria, secundaria y media superior en el ciclo 2020-2021 utilizaron el smartphone como medio principal para realizar sus actividades escolares.
Lo anterior no es sorpresivo si se considera que los smartphones son dispositivos que alcanzan niveles de masificación. A finales de 2019, justo antes de la pandemia, había 111 millones de smartphones (89.4% de las líneas), mientras que, al tercer trimestre de 2022, había casi 130 millones (94.7% de las líneas).

A partir de ello, otra estrategia propuesta consiste en aprovechar la elevada adopción de smartphones para el proceso educativo híbrido o a distancia. En este sentido, amerita considerar el desarrollo de contenidos apropiados para las tecnologías móviles tales como aplicaciones orientadas a la enseñanza.Mientras los equipos terminales sean de mayor gama (mejor capacidad de procesamiento, memoria, calidad en la batería, entre otras características), mejor será su aprovechamiento para el acceso e interactividad con los contenidos educativos y consecuentemente, será más sencillo será el proceso de aprendizaje. Por ello, promover la adopción de este tipo de dispositivos es crucial en los hogares con mayores limitaciones socioeconómicas. En el pasado se han propuesto tres mecanismos dependiendo del ingreso del hogar:Política fiscal orientada a la reducción o desaparición de impuestos al consumo,Subsidios para grupos específicos y,Prestamos de bajo costo donde el gobierno funja como garante solidario.El documento desarrollado cuenta con estas y otras propuestas que, de implementarse, permitirían que “Aprende en Casa” evolucione de un ser un programa de atención ante la emergencia a una política educativa integral que i) complemente los servicios de educación donde ya los hay y/o ii) sea el mecanismo alternativo para llevar servicios educativos donde aún no los hay.

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