Cuál es el futuro de Morena si Mario y Citlalli no ven ni escuchan a las bases, según John Ackerman

El académico advierte que el futuro de Morena, de continuar por este camino, se asemejará al del PRI gracias a Mario Delgado

Desde que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) anunció que permitirá que Mario Delgado y Citlalli Hernández continúen al frente de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), John Ackerman, promotor de la Cuarta Transformación (4T) y fundador del partido, condenó el atropello a las bases del movimiento que esta determinación representa.

A través de redes sociales y demás plataformas digitales, el miembro del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM señaló que, aunque el máximo tribunal en materia electoral permitiera que la dupla Mario-Citlalli siga en la presidencia y secretaría general, respectivamente, hasta octubre de 2024, continuará en su lucha por las vías institucionales para que las bases “sean tomadas en cuenta”.

Fue por ello que Infobae México contactó al académico para cuestionarle sobre el panorama que se pintó en el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), así como para preguntar sobre las consecuencias que prevé en el instituto y qué hará para contravenir este resultado. John Ackerman sostuvo que ni Mario Delgado ni Citlalli Hernández escuchan a las bases de Morena El académico condenó la determinación del TEPJF que perpetúa un año más la dupla Mario-Citlalli al frente de Morena

Primero, describió lo que ocurrió a nivel nacional. En este aspecto, divisa un panorama donde el partido más poderoso de todo México se convierte en un aparato electoral que no garantiza la democracia en su estructura interna y, en consecuencia, no hace valer la representación popular.

Para argumentar esto, señaló que, gracias a las modificaciones realizadas por el propio Mario Delgado en III Congreso Nacional Ordinario de Morena, la figura de presidente, es decir, la de él mismo, concentra facultades de suma importancia como las que tenían los Consejos Consultivos y parte de la Comisión Nacional de Elecciones. Con ello, es Mario Delgado quien elige, a través de un proceso de encuestas sumamente cuestionable, las y los prospectos de la 4T que aparecerán en las boletas del INE.

En este contexto, señaló que el respaldo de los miembros de Morena en funciones públicas para que el TEPJF lo dejara un año más a cargo del partido guardaba la intención de contar con la venia del presidente del partido para figurar como políticos vigentes.

De acuerdo con la narrativa de Ackerman, esto quiere decir que Delgado Carrillo proyecta un discurso en el que presume que el INE, el TEPJF, los legisladores y gobernadores de Morena lo respaldan. Abandonando las peticiones de la militancia que está en la base de la pirámide de Regeneración Nacional.El discurso de Mario Delgado se parece mucho al de Alito moreno: John AckermanEl académico explicó que los presidentes del PRI y Morena buscan seguir más tiempo como líderes de sus respectivos partidos

“Niega a las bases de la militancia […] repite su verdad histórica: morena es perfecta, se cumple con los estatutos de no mentir, no robar y no traicionar. Su narrativa es muy hueca”

Bajo esta óptica, reconoció que el discurso despótico del itamita empata con el de Alito Moreno, presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien también busca permanecer al frente del instituto que ahora comanda. De hecho, ambos manejan motivos similares, pues sostienen que es por la “estabilidad” de sus partidos en periodos electorales.

“Me duele muchísimo aceptarlo porque yo soy un obradorista de corazón, fundador del movimiento y de esta lucha desde hace décadas, pero sí, efectivamente, Mario Delgado se parece mucho a Alito Moreno alargando su periodo, concentrando el poder”

John Ackerman señaló que los magistrados en el TEPJF que fallaron en favor de Delgado son los que puso Calderón y Peña El TEPJF ratificó un año más de presidencia para Mario Delgado y Ackerman señaló que eso no es democrático

Esto, de acuerdo con John Ackerman, se explica como uno más de los alicientes que dejaron los gobiernos del PRI y el PAN en el sistema electoral mexicano, pues la determinación fue tomada por las y los magistrados del Tribunal que emanan de la vieja dinámica de cuotas en los institutos.

“Lo más importante es tener magistrados autónomos e independientes. Todos los magistrados —los siete involucrados— fueron nombrados durante los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto”

Por ello, el académico advierte que Morena se perfila para convertirse en un aparato burocrático que perpetuará a las élites y cúpulas guindas, por lo que las bases sociales del partido más grande de México corren el riesgo de volverse invisibles y las candidaturas atiendan más a procesos relacionados al poder que se pretende mantener que al verdadero clamor popular.John Ackerman adelantó que acudirá a la CIDH para exponer el atropello de Mario Delgado a la militancia de Morena Agregó que lo que busca es exhibir el despotismo con el que actúa el presidente del partido

Finalmente, Ackerman adelantó su siguiente paso que es acudir a la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) para tener la posibilidad de exponer este caso en la Corte Interamericana. Ante esto, se le preguntó sobre la representación de izquierda en esta estrategia, pues ambas instituciones son organismos adscritos a la Organización de Estados Americanos (OEA), que está a cargo de Luis Almagro, un personaje que difícilmente se vincula con las izquierdas en América Latina, a lo que el investigador respondió que la Comisión Interamericana es un organismo autónomo, donde Almagro no tiene influencia.

“La Comisión Interamericana es otra cosa. Sí, administrativamente pertenece a la OEA, pero no depende políticamente de (Luis) Almagro. Es un tribunal y es la primera instancia para poder llegar a la Corte Interamericana que realmente es el objetivo”

En otras palabras, busca que se visibilice a nivel mundial lo que está haciendo la dirigencia de Morena, pues debe de haber un límite entre los atributos de la presidencia del partido para que los militantes tengan la capacidad de reclamar su participación, por ejemplo elegir a sus dirigentes. Asimismo, no descarta la idea de proceder con un juicio político, pero es un escenario que se sigue sopesando.

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