¿LA MIEL QUE CONSUMES ES NATURAL O ESTÁ ADULTERADA? APRENDE A IDENTIFICARLA

Ilse Valencia / Eric Noxpanco

Podría estar adulterada con azúcares o ser la mezcla de glucosa con colorantes y saborizantes, lo que afecta la salud de quien la ingiereLiborio Carrillo, responsable del Módulo de Apicultura de la FES Cuautitlán de la UNAM, explica cómo identificar su calidad mediante sencillas pruebas caseras

La miel natural es producida por las abejas y es benéfica para la salud. Además de ser un alimento se utiliza medicinalmente por su capacidad antibiótica y para aliviar malestares en la garganta.

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“En época de frío es un coadyuvante para los jarabes para la tos. Tiene flavonoides, antioxidantes y sustancias antibacterianas muy útiles. Hay quienes la ponen sobre heridas o la usan para humedecer y suavizar la garganta”, explica Liborio Carrillo Miranda, técnico académico titular B en el Centro de Enseñanza Agropecuaria y responsable del Módulo de Apicultura de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán de la UNAM.

Sin embargo, mucha de la miel que consumimos no es natural y ello puede afectar nuestra salud, ya que podría estar adulterada con azúcares o ser una mezcla de algún edulcorante con saborizante y colorante. Por ello, el maestro en Ciencias enseña a sus estudiantes —y en entrevista expone para el público en general— algunas pruebas fáciles, rápidas y caseras para identificar si es natural o no.

Miel natural contra edulcorantes y productos artificiales

Pese a que contiene pocos azúcares, la miel natural posee un sabor dulce, a diferencia de la que es un edulcorante o un producto alterado de forma artificial. “Cuando es natural y de calidad tiene más levulosa que fructosa, por ello es 1.5 veces más dulce que la glucosa o el azúcar normal, lo que implica que se consumen menos azúcares”.

Una de sus características es que cuando está a menos de 14 grados Celsius dura líquida entre 14 y 15 días, después se cristaliza. “Sin embargo, si la temperatura es de 26 grados no ocurre así; eso debe tomarse en cuenta”, señala Liborio Carrillo.

Además, toda la miel natural tiene granos de polen, lo que el maestro Liborio y su equipo analizan mediante una prueba llamada melisopalinología. Se toma una muestra, se lava el azúcar y con una centrífuga se sedimenta el polen. Al final queda un pequeño rastro de estos granos en un tubito de plástico, que revisan y cuentan: “Se dice que es de tal o cual característica según la cantidad detectada”.

Medir la calidad de la miel desde casa

Pruebas más rápidas y sencillas tienen que ver con detectar la presencia de ciertas sustancias, lo que determina si la miel es natural, está adulterada o si es una mezcla de azúcares con saborizante y colorante.

Dos de los azúcares empleados en la fabricación de miel artificial son la glucosa y fructosa industriales, obtenidos de la harina de granos como el maíz o arroz. Ambos se generan mediante un método de producción limpio donde el azúcar sale de forma líquida, sin aminoácidos ni minerales, a diferencia de la miel natural, que sí los presenta por el proceso realizado por las abejas al convertir el néctar en miel.

Por ello una primera prueba puede realizarse mediante un conductímetro eléctrico. “La conductibilidad eléctrica se da por la presencia de aminoácidos y minerales, por lo que si este aparato no conduce electricidad y marca cero, estamos ante un azúcar adulterado. Si la conductancia es de 001 en adelante, es miel”.

Por otro lado, en la producción de glucosa hay errores que originan dextrina, un azúcar generado en la partición de la cadena larga de glucosas de la harina y que puede aparecer en altas cantidades.

“En un gramo de glucosa se pueden producir millones de moléculas de dicho azúcar. Dentro de ese rompimiento de moléculas hay errores y en uno de ellos se forma la dextrina. Ésta sale al final del producto, no se ve, pero puede detectarse en la miel con agua fría y alcohol puro al 96 por ciento”, plantea el maestro.

Para realizar esta prueba primero se mezcla una cucharada del producto con otra de agua fría; luego se coloca sobre un fondo negro, y al final se agrega alcohol de golpe. Si se forma un precipitado (que se ve como una espuma blanca) estamos ante la presencia de dextrina.

“La dextrina es altamente soluble en el agua fría. Si se le agrega alcohol se manifiesta una propiedad química que es la insolubilidad con esta sustancia, porque previamente ya se disolvió en agua fría. Así se puede detectar si la miel tiene glucosa, por la dextrina presente en alta cantidad”.

Una última prueba, que se realiza en el laboratorio del maestro Liborio, tiene que ver con sustancias provenientes de fuentes naturales: los flavonoides, que son fluorescentes a la luz negra.

“Toda la miel es fluorescente. Si se tiene una lámpara de luz negra (en este momento estamos probando si es mejor una de 365 o una de 395 nanómetros) se puede detectar la fluorescencia de la miel. A veces, si la adulteran con un poco de glucosa, se ve medio fluorescente”.

Consumir más miel natural

Liborio Carrillo enfatiza que adquirir miel de calidad no sólo tiene beneficios para la salud, sino un impacto social porque “si la consumes pura estás ayudando a un apicultor que vende su producto a buen precio. A muchos les compran por debajo del costo de producción y no se dan cuenta porque no hacen números, por lo que terminan regalando su mano de obra”. Comprar miel natural producida localmente es favorable para los pequeños productores. “En México su consumo es bajo, está en alrededor de 236 gramos consumo per cápita, por lo que las personas deben aprender a adquirir buenos productos y así ayudar a la apicultura nacional”, concluye.

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