Dijo lamentar que el PRI haya optado por la “grillería”, al ver que cayeron sus preferencias electorales.

Movimiento Ciudadano (MC) no está coludido con el crimen organizado, respondió el dirigente del partido naranja en Michoacán, Antonio Tzilacatzin Carreño Sosa, ante las acusaciones de su homólogo del Revolucionario Institucional (PRI), Guillermo Valencia Reyes, tras importantes eventos de violencia ocurridos recientemente en la entidad.

Nosotros como instituto político, que es la voz que yo represento, no estamos coludidos con el crimen organizado. Antonio Tzilacatzin Carreño Soto, dirigente de MC Michoacán

Precisó que no hay nexos de esta índole, ni por parte de la estructura partidaria que él encabeza ni por parte de las autoridades municipales emecistas, quienes, aseguró, están constantemente sujetas a revisiones internas y no serán defendidas, si se les demuestra que actuaron fuera de la legalidad.

No vamos a defender a ninguna persona que tenga una orden de aprehensión con pruebas, demostrado, porque lo que tiene que imperar la justicia.Antonio Tzilacatzin Carreño Sosa, dirigente de MC Michoacán

Asimismo, dijo lamentar que el PRI haya optado por “la grillería” contra MC, al verse rebasado por éste en las preferencias electorales, y aunque prometió no caer en la misma dinámica, deslizó que igualmente podría enlistar los municipios priistas en donde se registra una gran presencia del células criminales.

Qué lamentable que ante una caída de sus militantes, de sus preferencias de voto, empiece con este grillerío de generar acusaciones que no tienen sustento.Antonio Tzilacatzin Carreño Soto, dirigente de MC Michoacán

El fin de semana pasado se registró un ataque de presuntos criminales organizados contra fuerzas federales, evento que inició en Jalisco, en el municipio de La Barca (gobernado por el PRI), y se extendió hasta Michoacán, en Yurécuaro (Morena), Tanhuato (MC), Zamora (PAN), Chilchota (Morena) y Ecuandureo (PAN), entre otros.

Ayer, martes 18 de marzo, Guillermo Valencia señaló que varios de los territorios que fueron escenario de esta oleada de violencia son gobernados por el partido que denominó “Movimiento Criminal”, instituto político al que acusó de tener vínculos con organizaciones delincuenciales.