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Sahuayo se viste de color y tradición: Celebran con fervor el Día de Guares y Guaches

Sahuayo, Michoacán, 14 de septiembre de 2025 — La Plaza Libertador Miguel Hidalgo se transforma hoy en un mosaico de colores, aromas y devoción con la celebración del tradicional Día de las Guares y los Guaches, una festividad única en la región que une el fervor religioso con el orgullo por las raíces mexicanas. Miles de niños y niñas, acompañados de sus familias, engalanan el corazón de Sahuayo luciendo trajes típicos de todas las regiones del país, reviviendo una tradición profundamente arraigada en la identidad sahuayense.

Aunque septiembre es conocido por ser el mes de los festejos patrios, el 14 de septiembre tiene un significado especial en Sahuayo, donde se rinde homenaje al Santo Cristo Milagroso, una devoción que llegó desde San Juan Nuevo, Michoacán, y que ha echado raíces firmes en esta tierra del noroccidente michoacano.

La jornada comienza desde temprano, cuando familias completas comenzaron a recorrer las calles con dirección a los altares levantados en casas e iglesias, adornados con mantos blancos, floreros llenos de flor de santas marías, veladoras encendidas, frutas de temporada y artesanías de barro o palma. En el centro de cada altar, la imagen del Santo Cristo Milagroso recibe las oraciones, danzas y agradecimientos de los fieles.

Niños, jóvenes y adultos —vestidos como guares y guaches— se acercan bailando con un característico paso: dos hacia adelante y uno hacia atrás, en señal de respeto y entrega. Este peculiar estilo de baile, sencillo pero lleno de significado, es una forma de ofrecer el corazón en movimiento a la divinidad.

Luego del recorrido por los altares, la Plaza Principal se convierte en el punto de encuentro para continuar la celebración. Escenarios decorados con motivos mexicanos sirven como fondo para retratos familiares llenos de orgullo. Las guares, con sus canastos llenos de frutas, dulces y el tradicional pan de «gallito», comparten con amigos y conocidos este símbolo de unión.

El pan de gallito, elaborado con piloncillo, grageas de colores y un copete de masa dulce teñido de rojo, es mucho más que un alimento: representa la dulzura de la fe y la calidez de la comunidad. No hay canasto típico sin este pan, que se ofrece con alegría como parte del ritual festivo.

Esta celebración no solo honra al Santo Cristo Milagroso, sino que reafirma el sentido de pertenencia y la riqueza del folclor mexicano. Sahuayo, hoy más que nunca, demuestra que la tradición vive y late en cada rincón de su gente, en cada paso de danza, en cada altar encendido y en cada pan compartido.

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