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En Michoacán callan a balazos a quienes alzan la voz: PRI

El asesinato del presidente municipal de Uruapan, Carlos Alberto Manzo Rodríguez, ocurrido la noche de este sábado durante el Festival de las Velas, desató una oleada de indignación en Michoacán y una denuncia directa del PRI: “a balazos callan las voces que se atreven a denunciar la injerencia del crimen organizado”.

El dirigente estatal del PRI, Guillermo Valencia Reyes, expresó su consternación en redes sociales y sostuvo que en la entidad “los que nos atrevemos a alzar la voz, tarde o temprano somos silenciados”.

En un mensaje cargado de dolor, pidió respeto a su duelo y recordó a Manzo Rodríguez como “un hombre bueno, íntegro e impar”.

“Primero me quitaron a César, luego a Caleb, ahora me quitan a Carlitos, mi querido hermanito.

No compartimos la sangre, pero sí el cariño y los ideales”, escribió el dirigente priista, al lamentar que en Michoacán el mal haya vuelto a imponerse.

Asimismo, el PRI Michoacán difundió un comunicado en el que acusó que la violencia “ya rebasó todos los límites” y que “el crimen organizado se apoderó de las actividades económicas, políticas y sociales”.

El documento sostiene que el homicidio del edil “sepulta la seguridad y la gobernabilidad” en la entidad. “Los poderes fácticos ya no sólo retan a las autoridades, las desafían; con acciones letales, los criminales demuestran quién manda y quién decide el destino de Michoacán”, señaló el partido.

Responsabilizó a los gobiernos federal y estatal de no atender las advertencias previas de líderes que, como Carlos Manzo y Bernardo Bravo Manríquez, denunciaron públicamente la operación del crimen organizado.

“La negación y la frivolidad caracterizan a los dos niveles de gobierno responsables de contener el narcoterrorismo y las extorsiones”, sostuvo el PRI, al acusar a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y al gobernador Alfredo Ramírez Bedolla de omisión ante el incremento de la violencia.

El comunicado concluye con una frase que sintetiza el reclamo político y el dolor colectivo: “En Michoacán nadie está a salvo. El asesinato de Carlos Manzo sepulta, de una vez por todas, la seguridad y la gobernabilidad”.

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